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Mi familia italiana

Comedia En un pueblo de la región de Puglia se celebra el 10º aniversario de la muerte de Saverio Crispo (Francesco Scianna), actor símbolo del "grande cinema italiano" y eterno "latin lover". A la ceremonia llegan 4 de sus 5 hijas, desperdigadas por el mundo, y dos ex-mujeres, una italiana (Virna Lisi) y la otra española (Marisa Paredes). Secretos, rivalidades y nuevas pasiones llevarán a las mujeres a descubrir un pasado inesperado y a ver la ... [+]
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
14 de enero de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mínimos roces de convivencia, por un amante latino que no altera la sangre.

Mi familia italiana, más la española, la americana, un imprevisto desliz francés y todo extra que se tercie y ayude a decorar el complaciente y angelical escenario; un intento de humor simpático, cordial e inofensivo, a partir de las andanzas y desventuras de un galán latino encumbrado a mito, y cuyo homenaje sirve de excusa para lavar trapos y aclarar malentendidos desajustes bienintencionados, que adquieren tonalidad media afable, de aprecio en su gusto cómico, y que se absorbe con mayor rédito si se tiene la fortuna y oportunidad de visionarla en versión original.
Conocidos actores de la tierra, más el apoyo continental de los vecinos de frontera, para un suave enredo de efecto comedido que sabes lo que pretende, alboroto perspicaz y salero, distinto es que lo consiga o logre provocar esa carcajada y sonrisa satisfecha de quien está disfrutando plenamente del caos exhibido.
Se consume con ligereza nutritiva de distracción apropiada; no escala grandes cumbres, ni eleva la graduación de su ingenio y ocurrencia a suculentos grados, recurre a un libreto estándar, facilón y asequible que rellena el tiempo y espacio con prestancia confortable y proporciona un ambiente socarrón, de complicación leve, sencilla de seguir, cómoda de consumir y superficial de recordar, tras pasar por su residencia de veraneo conjunta.
“No pondré resistencia, sea lo que tenga que ser”, lema a asumir por una audiencia contenta por lo narrado, aunque con el sentimiento de futilidad y escasez enérgica de un argumento que apenas empieza a caminar, echa el freno y ni se molesta en calentar motores; hermanas de apellido, amigas en la desgracia, tras descubrir su enemistad en esa falsa felicidad que a todas envolvía, teloneras convertidas en debutantes principales alrededor de esa figura mítica, llena de rumores y leyenda, que envolvía con elegancia, glamour e intocable presencia a las estrellas de entonces.
Porque lo mejor, sin duda alguna, es la lectura y narración de un tipo de vida, de cortejo y de idolatría que envolvía a las estrellas de esa época donde se las veneraba, admiraba y perdonaba en todos sus aspectos.
“La vida es como una brisa, no hay que tomársela en serio”, palabras del rendido artista que debe hacer suyas el espectador para degustar esta ágil y liviana comedia y no esperar mayor contenido y profundidad; se mueve por el rencor, la añoranza y la frustración de la pérdida, pasa por el intercambio de emociones y papeles débiles a través del dañado o ensalzado patrón de la figura paterna, y vuelve a la arisca calma según su acuerdo resolutivo avanza y consolida las posiciones.
Válida para velada de tentempié hacia propósito más contundente y serio una vez terminada; no hay mucho garbo, tampoco enorme estilo, es familiar, costumbrista, ocurre en Italia y tiene el aniversario del fallecimiento de un actor distinguido como excusa para reunirse y pasar el rato.
Haz lo mismo con este cliché nostálgico que no desborda ni en drama, ni en sentimiento ni en fanfarria; controla en exceso los ritmos, las posiciones y los fotogramas, falta inspiración libre para dar rienda suelta a sus miembros y que líen lo que verdaderamente se puede y espera.
Sin originalidad, regular y seca debido a que primero apuesta por la ironía de la gracia y el desparpajo refrescante, para decantarse por una tragedia que no se afianza y volver a sus orígenes intentando rescatar lo ya erosionado; Cristina Comencini ofrece buena voluntad, buena intención pero errada de camino por un guión encorsetado, que da pinceladas de posibilidad sin atreverse a pintar con determinación y firmeza, y por una laxa dirección que no arriesga, que no alienta y deja al espectador observando sin seducción, sin carisma, sin pasión.
“¡Qué empiece el show!”, que desfile cada cual según se disponga pero no aguardes grandes ilusiones o expectativas; es amistosa, bonachona e inocente en su maldad pretendida, endeble versión de un teatro de galimatías y embrollos con mejores tablas en variados ejemplos previos donde elegir; la presente es llana y tratable, asequible y sociable, no escandaliza por más que quiera vivir del escándalo, su vendida inmoralidad, de tregua pactada entre las familias avenidas es liviana, dócil y manejable, innecesario medidas de protección por si se dice algo provocador y descarado; cuando se insinúa, se intercede rápidamente para bajar la tensión y el conflicto, no vayamos a dar con una “Dinastía” en la que todos confabulan contra todos, que es para todos los ojos, oídos y público.

Lo mejor; la exposición narrativa del idolatrado galán de una pasada época.
Lo peor; nunca coge fuerza, garra ni nervio; sutil y quebradiza.

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
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26 de abril de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pensaba escribir nada pero he leído una de las reseñas del público criticando a Candela Peña y, por aquello de equilibrar, me animo a exponer mi opinión.
Es una película de mujeres en la que sobresalen algunas actrices (Virna, Marisa y Candela) y Lluis Homar. Jordi Molla no funciona con esta comedia, porque de una comedia amable se trata.
A mí Candela es que me gusta siempre. Y le suelen dar unos papeles que no son para lucirse pero siempre saca nota. En esta película tiene permiso para sobreactuar porque no le viene mal al personaje.
A mí me entretuvo y si hubiera durado más y se hubieran destapado más episodios del personaje y su corte pues no hubiera tenido problemas en continuar visionando el film, que únicamente busca entretener y no pasar a la historia.
Lo mejor: Candela y las dos viudas
Lo peor: El pobre Jordi Molla y su patético personaje.
zaporowsky
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7 de agosto de 2015
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Latin lover' es una película italiana con diálogos en diferentes idiomas, lo cual obliga a verla en versión original. Aviso al espectador potencial de que no se le ocurra verla doblada, o no entenderá absolutamente nada.

Nada más comenzar la película, me costó mucho trabajo entender la relación entre los personajes (ya que hay demasiados en muy poco tiempo) y qué pintaban ahí. La película va escupiendo personajes y relaciones sin sentido en un guión donde los personajes hablan de espaldas al espectador, sin importar si este está entendiendo algo o no. Da igual. No hay mucho que entender: un grupo de hermanas, todas hijas del mismo padre (el ausente protagonista), y cada una de distinta madre y país.

Ha sido en esta película donde he confirmado el pésimo nivel de los actores españoles, en general. Candela Peña y Jordi Mollà luchan por ver quién sobreactúa más, aunque el premio se lo lleva Candela, que intenta hacer una burda imitación del clásico papel de maruja al más puro estilo Loles León, pero sin ser Loles León. Quizá sea el hecho de hablar o entonar en otro idioma, pero es evidente cómo los actores españoles, al lado del resto del reparto, no cumplen el mínimo que se le exige a un actor, que es dotar de algo de credibilidad a su personaje. No están relajados, no se expresan con naturalidad y cometen el error de hablar en italiano entonando como si estuviesen hablando en español, lo que vuelve su interpretación aún más patética.

Por lo demás, una película aburridísima, sin guión, sin historia, donde las cosas transcurren sin ser apenas hiladas entre sí, sin la más mínima gota de comedia y que quedaría eclipsada si se equipara con una comedieta de 'Noche de fiesta'.

Un error del cine italiano, sin duda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
hanschristian
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20 de septiembre de 2020
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero, qué manía en cambiar los títulos. No hay duda de que el título está puesto desde aquí, como si la protagonista fuese española y hablase de "mi familia italiana". Pero no; hay una parte italiana, otra española, otra francesa, otra sueca, otra americana...Debería estar prohibido cambiar el título a las películas.
La película muy mala. Se supone que es una comedia, pero no tiene ninguna gracia. Deseando que acabe cuanto antes.
Udubtu
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27 de julio de 2015
8 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solemnemente mala. En el cine apenas hubo cuatro risas forzadas en una película que se suponía una comedia coral a la italiana. Es dantesco contemplar semejante reparto malgastado en esta filfa. Apenas tiene cuatro golpes que se podría suponer que tienen gracia, pero tampoco la tienen. La música podía, debería, ser buena y se queda por el camino, lo mismo que los decorados, paisajes y ambientación que no se corresponden con lo que cualquier film transalpino puede, debe, ofrecer. Es evidente que su directora aprovecha su parentesco con Luigi Comencini, porque si no no se explica su supervivencia en este negocio, mejor no hablar de arte. Se hace larguísima, en algún momento llegué a dormirme. No tiene ningún interés, ni gracia, ni nada. Y evidentemente no tiene nada que ver que sea una película de mujeres, aunque protagonizada por un hombre, y dirigida por una mujer; mi mujer vino a verla conmigo y a ella también le pareció flojísima. A evitar rigurosamente, no os dejéis engañar por el reparto.
Fagus
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