Haz click aquí para copiar la URL

Rebeca

Drama. Intriga Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
<< 1 20 26 27 28 35 >>
Críticas 172
Críticas ordenadas por utilidad
23 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hablamos de una película imprescindible también estamos hablando del film del director Alfred Hitchcock, Rebeca.

Una película sublime, intrigante y espléndida en el que refleja inseguridades de los personajes y capacidad de aceptación por parte de la figura femenina, de humildad y de suspense hasta el final.
Alquibla
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más me sorprende de esta película es cómo hace presente lo que está ausente, las sutilidades, las sensaciones y el viaje que te propone.

Pongo algunos ejemplos de lo que me ha llamado la atención:

-El cómo la soledad se hace aún más profunda en los espacios más grades de Mandeley.
-Como los criados tratan de asignarle las tareas de la antigua Rebeca a la nueva esposa.
-El recuerdo de Rebecca es omnipresente, está en todos los lados, pero lo más sorprendente es cómo está en él, aunque hasta casi al final no sabemos de qué forma la recordaba. Y la casa se va convirtiendo en una cárcel con fantasmas del pasado.
-La maldad sádica de la ama de llaves, que no perdona la ausencia de Rebeca.

Y otra que pondré en spoilers
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico Pérez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de noviembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considerada la primera obra maestra de Hitchcock, puede ser que sea su película más romántica. Una de las mayores bazas del film es que el espectador comparte el sentimiento de soledad y desorientación que tiene Joan Fontaine en Manderlay.

Como dato destacado, cabe decir que “Rebeca” fue la primera película americana dirigida por Alfred Hitchcock (menuda entrada en Hollywood), y curiosamente la única que consiguió ganar el Oscar a la mejor película. Ese mismo año optaba también a la mejor película otra obra suya, “Enviado especial”. El premio a mejor director fue para John Ford, con “Las uvas de la ira”. Menudo año.

La primera parte del film es de una maestría absoluta. Se vale de un montaje perfecto, una rica presentación de personajes, básicamente 3: Laurence Olivier (Maxim de Winter), Joan Fontaine (la dama de compañía)y Florence Bates (la vanidosa señora Van Hopper). El otro personaje, y qué personaje, aparece algo después. Respecto al desenlace no soy tan entusiasta, aunque el conjunto es sobresaliente.

Las interpretaciones, sin excepción, son portentosas. Incluso los secundarios brillan con luz propia, como el incondicional amigo del Sr.Maxim de Winter, Reginald Denny (magistral), la pareja de cuñados (geniales, con Nigel Bruce con un simpático traje de hombre forzudo) o el más incisivo George Sanders, que aporta esas gotas de maledicencia (genial actor premiado en 1950 con el Oscar por “Eva al desnudo”).

Aquí la actuación estelar, por encima de las grandes estrellas, es, sin ninguna duda, la de la ama de llaves, Judith Anderson, la inolvidable señora Danvers. Maravillosa interpretación. Y por supuesto, meritazo de Hitchcock, como magnífico director de actores/actrices. Destaco también la portentosa iluminación con unos magistrales claroscuros, que hacen aún más siniestra a la pérfida sirvienta. Consiguió el Oscar a la mejor fotografía en blanco y negro.

La dulcísima interpretación de Joan Fontaine al comienzo, magistral, pronto se va tornando en angustia, buscando la aceptación de su ama de llaves, un personaje de lo más siniestro que se puede ver en la gran pantalla. La verberación de ésta hacia su antigua señora, más allá de la admiración sin límites, roza, en un caso insólito para los años 40, el lesbianismo. Todo ello es el contrapunto perfecto hacia el complejo de inferioridad que muestra la frágil Fontaine.

¿Es una película perfecta? Casi. ¿Algún fallo? Podríamos decir que chirrían algunas transparencias, pero hasta para eso el maestro Hitchcock era un genio. Siendo un poco más incisivo, es cierto que la duración es algo más de lo indispensable, quizá por la trama judicial. Sobrar, no sobra nada, pero se podía haber contado en menos tiempo.
No se puede olvidar la potente partitura de Franz Waxman, que contribuye a darle el toque final con potentes momentos de tensión, creando una atmósfera sombría inolvidable.

Hitchcock consigue moverse con asombrosa maestría desde el drama psicológico hacia el suspense, pasando por el misterio, todo ello con una portentosa dirección de actores, con interpretaciones antológicas. La dirección artística es maravillosa. La mansión de Manderlay es fascinante, así como la parte de Montecarlo. El vestuario también es digno de reseñar, que en los cuerpos de Joane Fontaine y Laurence Olivier son excepcionales. Muy destacable también en el baile de disfraces.

Peliculón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de diciembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Delicada y trágica a su vez

Rebecca es tan delicada como trágica. Hablamos de una historia en la que subyacen ángulos ocultos del alma humana. Estos, a su vez, conviven con la inocencia del ser que aún no ha sufrido el dolor y conserva las ilusiones intactas.

En la fase inicial de Rebecca vemos a un hombre avanzando hacia el suicidio desde un acantilado. Éste, es salvado por un ángel en forma femenina. Los espacios escenográficos hablan por sí mismos, dando paso a una historia de amor con un inocente comienzo y un incierto final. El mito de Rebecca nace desde la literatura y confluye en el cine para alumbrar una de las películas más importantes de la historia del séptimo arte. El maestro Hitchcock siembra las lineas maestras de su legado para el cine.

La historia narra el romance del aristócrata inglés Maxim de Winter con una humilde joven a la que conoce en un viaje a Montecarlo. El espectador nunca conocerá el nombre de pila de la que será la segunda señora de Winter. Esta despersonalización de la nueva esposa aumenta más si cabe cuando llegan a su nuevo hogar en Inglaterra. Poco a poco, irá descubriendo los oscuros secretos que se ciernen sobre Manderley y el porqué del comportamiento errático de su marido. La sombra de Rebecca se percibe en cada rincón de la morada acechando a los esposos como si aún viviera allí.

*Evolución narrativa

En Rebecca hay tantas películas en una sola que no se la podría adscribir a un solo género. De salida, Hitchcock se muestra romántico y sentimental. El cineasta utiliza una sencilla presentación de personajes que repetiría un año después en Sospecha. Además, nos hallamos ante su película más femenina impregnado por los aromas de du Maurier.

Sin embargo, la cinta evoluciona poco a poco hacia un cine más negro, más gótico e incluso más siniestro. La música de Franz Waxman también evoluciona de su alegría inicial hacia un lado más oscuro que es utilizado para impregnar de suspense al filme de Hitchcock. La buena fotografía en el glorioso blanco y negro de George Barnes también fue premiada con el Óscar.

*Las interpretaciones y Manderley

La ganadora del Óscar por Las tres caras de Eva, Joan Fontaine, realiza un papel majestuoso interpretando de manera precisa a la nueva señora de Winters. Su personaje se emparenta con una nueva Alicia entrando en el reino de Manderley. Las flores abundan en la mansión. Incluso en los vestidos con los que el personaje evoluciona de chica provinciana a dama de palacio.

Por otro lado, e interpretando al señor de Winter, nos encontramos a un no menos majestuoso Laurence Olivier. Un personaje atormentado que encuentra en su nueva mujer una motivación por la que vivir. Y como no, mencionar a la siniestra señora Danvers interpretada por una tremenda Judith Anderson. Hablamos de un ama de llaves obsesionada con la anterior propietaria de la morada.

Quizás enamorada de Rebecca, Hitchcock le quiso dar un componente lésbico que el código Hays eliminó atribuyendo al mago del suspense una perversidad moral inapropiada. Danvers, parece excitarse cuando admira la ropa interior de Rebecca o cuando se pasa por su rostro un abrigo de piel ante la mirada atónita de la nueva esposa. Ésta, aparece cada vez más aturdida ante el complejo mundo de la morada. Los fantasmas, reales o imaginados, llenan Manderley.

Y es que este palacio-morada es el personaje más importante de la acción. Sí para Orson Welles, Xanadú fue su medio escenográfico de referencia en Ciudadano Kane, para Hitchcock lo sería Manderley en Rebecca. Dos mansiones que marcaron ambas carreras de por vida. Casi podríamos hablar de un libro de estilo para su manera de entender el cine.

Conclusión

Rebecca es en conclusión mucho más que una buena película. Hablamos de una obra donde cada elemento cinematográfico ocupa la posición adecuada. El filme está marcado por una mirada al Romanticismo pero también a la pura tragedia griega. El tormento aparece como símbolo mitológico de la visión femenina que supo interpretar como nadie Joan Fontaine. Ella, la joven sin nombre, es representada como la virgen que a su vez se purifica con el fuego de Manderley. El inicio de Rebecca es también el epílogo del filme y con ello se completa el círculo de una obra cumbre para la historia del séptimo arte. O sea, el cine antes de Netflix.

Escrito por Miguel Pina
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de diciembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inicio con esta una serie de críticas de cine negro basadas en guías de cine, que para algo están los libros, para permitirte descubrir y reveer grandes películas y otras menos grandes.
Seleccionar esta película entre las grandes del cine negro es algo atrevido, no porque esta película no sea grande, que lo es, si no porque su género está entre el drama y el terror gótico. Pero si, obviamente tiene mucho de cine negro, esa maravillosa fotografía de claroscuros, ese espíritu trágico, fatalista que impregna la cinta.
La película es estupenda aunque quizás le falte algo de personalidad para ser grande, pues aunque la mano de Hitchcock se nota, le falta su característico humor negro, se podría considerar más una película de su productor, Selznick, que de su director.
Pero resulta magnífica en muchos de sus aspectos, nos identificamos con esa joven que se ve, de pronto, en un mundo de lujos y riquezas, pero rechaza por los que le rodean, con el espíritu la anterior esposa de su marido atormentándola. Y es que uno de los mayores aciertos de la película es lograr que el personaje más presente en esta no aparezca en la película, llega a darle título y nos parece vislumbrarlo en cada esquina. Personaje traicionero, mujer fatal que no vemos ni un solo instante en pantalla. Al contrario que nuestra protagonista, esupenda Joan Fontaine, joven humilde que se encuentra de pronto en un mundo de riquezas que la rechaza, es por ella por la que sentimos empatía pero desconocemos hasta su nombre, solo llega a ostentar el de Lady De Winter que a todas luces parece corresponder a su anterior propietaria.
Por si fuera poco una Mrs. Danvers, magnífica Judith Anderson, representa uno de los personajes más aterradores que el cine ha dado, una gobernanta fiel hasta la locura a la anterior Lady De Winter.
Sumado a una fabulosa Manderlay, mansión gótica, casi una casa encantada, que puede ser el lugar más hermoso o el más aterrador. Y es que uno de los grandes aciertos de la película es dar la vuelta a todo, hacer que lo que pareciera lo más deseable resulte aterrador.
Película que se mueve entre géneros, llevada a cabo con maestría y en la que drama y terror junto a cine negro se dan la mano, una película estupenda, a la que quizás le falte un poco reírse de si misma y de su gran equívoco, aunque también corre el riesgo de caer, fácilmente, en la auto parodia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Meinster
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 20 26 27 28 35 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow