El cabo del miedo

Vista a día de hoy, puede ser todo un fracaso, ya que parece muy amateur a lo que se refiere a pequeños detalles, como por ejemplo, cuando Cady está en el agua, se aferra a una cuerda del barco. Rara situación para una persona que está dentro del agua y que sólo saca la mano y casualmente coge la cuerda del barco que se está moviendo y que la cuerda está volando.

Pero para su favor, todos estos fallitos me ha recordado a los clásicos de suspense de los años 50-60. Incluso diría yo que bebe muchísimo de Alfred Hitchcock, incluso en la música me ha recordado muchísimo a sus películas. Es por eso que al final le he cogido el punto y la gracia.

De Niro será recordado por esta película, la hace grande.

Todo un detallazo que los protagonistas de la versión original (Gregory Peck y Robert Mitchum) estuvieran en este remake.

El cabo del miedo de Martin Scorsese, es un thriller de intriga y terror indispensable. Dirigida con un ritmo vigoroso, es personal y propia del director, el cual, realiza una obra asombrosa y con mano experta, que tiene un resultado inteligente y perspicaz, que gusta a todos los públicos, ya sean seguidores del género, del director, o del cine más eficaz.
Contiene unos efectos visuales competentes, que resaltan la violencia y la sangre como es común en el director. Una música intrigante e inquietante que es de lo mejor del film desde que empieza, por tener sonidos intensos, penetrantes y cautivadores. Y la fotografía, que tiene unas imágenes estimulantes, y estéticamente detalladas por su belleza violenta y única.
Las actuaciones, son brillantes y arrolladoras, con Nick Nolte expresivo, apropiado y con carácter, Robert De Niro realizando un gran papel auténtico y con profundidad psicológica. Jessica Lange sensual, natural y remarcable, y Juliette Lewis ingenua, emotiva y sincera, resaltando también las interpretaciones de Robert Mitchum, Gregory Peck y Joe Don Baker. Usando diálogos acosadores, ácidos y agudos, y una narrativa con voz en off de Juliette Lewis en determinados momentos, que acompañan magistralmente la acción.
Y el guion, es absorbente y penetrante en su labor de aterrar y convulsionar al espectador con las continuas amenazas. Con frases y escenas para el recuerdo, y un argumento cautivador, que cala eficazmente en el público. Usando planos y movimientos de cámara originales y distintos, bien trabajados en detalles, y sacando lo mejor de la expresividad de los actores y de los momentos más inquietantes.
Por lo que, en conclusión, la considero una obra indeleble e insustituible, por ser implacable y turbadora para el espectador. Por ser perniciosa y provocadora desde que empieza hasta que acaba, absorbiendo poco a poco al público, hasta llegar a un final asfixiante y único, que quedará en la retina tanto del buen cinéfilo, como del buscador de cine más comercial y sustancioso, que no se conforma con películas de tres al cuarto.

A día de hoy, es fácil haber olvidado que Robert De Niro es un actor de muchísimo prestigio. Sus devaneos con producciones bajas y actuaciones simples en las que parece que solo quiere cobrar, hacen que no nos acordemos de que en tiempos este hombre era uno de los mejores.
En "El cabo del miedo" es un psicópata ex-convicto ávido de vengarse del abogado que no impidió que entrara en la cárcel, y bien mal que se lo hace pasar a su familia.
El resto de actores están casi a la altura, demostrando pasarlo bastante mal en esta pesadilla.
Hay escenas con una fuerte tensión, sobre todo al principio. Y el intento de perversión a la hija es bastante inquietante.
Además, aunque se trata de un thriller sin complicaciones, en su momento todavía no era un género explotado y con sus grandes actuaciones tampoco necesita justificarse mucho, y eso que es un remake de otra que no he visto.
Se nota que Martin Scorsese es un director buenísimo pero que trabaja poco con material original, vista su filmografía.
También es una película muy recordada por la escena de la paliza, por la fama del sketch de José Mota, pero bueno eso tan solo es una anécdota graciosa.

A excepción de los clásicos, no suelo ver las películas repetidas al menos hasta que pasen 5 ó 6 años, pero incluso he llegado a 25 o 30 años sin volver a ver una cinta. Con el cabo del miedo me pasó algo muy similar, la vi allá por 1992 y la recordaba mejor, el paso del tiempo es lo que tiene.

La propuesta del cabo del miedo es muy, pero que muy interesante, no nos vayamos a equivocar. Es el día a día del mundo judicial. Según la ley, toda persona tiene derecho a una defensa...no a una buena defensa. Si para colmo, el abogado tiene prejuicios hacia su cliente y ya eso inclina su trabajo en menor medida de lo que debiera, pues mal rollo. La peli cuenta la historia del expresidiario Max Cady (magistralmente interpretado por Robert De Niro, su transformación física es digna de encomio), quién después de pasar 14 años en prisión y estudiar leyes y comprobar las pruebas de su caso, llega a la conclusión que su abogado Sam Bowden (Nick Nolte) no solo no hizo lo suficiente, sino que escondió pruebas. Su nueva misión, hacerle la vida imposible.

Martin Scorsese nos presenta una historia muy meticulosa y tensa en sus dos primeros tercios, con un juego del gato y el ratón bajo la atmósfera del miedo, dominando el malhechor todos los entresijos de la justicia para hacer y deshacer al filo de la ley sin que le pueda pasar nada. Llevando de ésta manera al abogado al límite de sus capacidades y su paciencia, increscendo la tensión a medida que avanza la cinta. La aportación de Jessica Lange es menor de lo que esperaba la verdad, pero la incursión de una joven Juliette Lewis, la cual ya dejó huella del futuro talento que mostraría poco después, le da un aire más tenebroso y sensual al asunto. No se pierdan la escena en el teatro junto a Max.

La metedura de pata en mi opinión, ocurre en la última parte de la peli, que es donde pega el bajón, cuando tenía que ser el punto para rematar la faena, cuan buen torero.

Scorsese, al hacer el remake del correcto y entretenido thriller "El cabo del terror" de Jack Lee Thompson, quiso darle más densidad, el resultado es una película increíble, histriónica y ridícula. Gregory Peck, y sobre todo, Robert Mitchum, estaban mucho mejor que los pasados De Niro y Nolte. De lo peor de Scorsese con diferencia.