Los Goonies

Un clásico de los años 80 del género de aventuras. Dirigida por Richard Donner, quien es recordado especialmente por traer al primer Superman a la pantalla grande, y producida por Steven Spielberg, de quien creo que no es necesario decir nada a estas alturas, esta película se ganó un lugar en nuestros corazones mediante momentos que nunca olvidaremos a lo largo de nuestras vidas. El filme supo juntar a actores jóvenes con una gran química. Algunos de dichos actores se han vuelto bastante conocidos como Sean Astin y Corey Feldman. Otros son recordados únicamente por sus papeles en esta producción. La cinta es una versión juvenil de Indiana Jones. Esas trampas que se asemejan a las que contemplamos durante las 3 primeras partes de la saga de Indy. Los actores están realmente bien en sus papeles. El grupo de chicos tiene una unión innegable que nunca se rompe pese a los peligros y adversidades que se encuentra. Además cuenta con esa faceta cómica inolvidable. Los malos también tienen ese toque de humor con el que nos reímos en ciertas ocasiones para hacer las situaciones más divertidas y familiares. Volviendo ligeramente con Richard Donner, justo antes de esta film dirigió Lady Halcón. Peli de innumerables recuerdos y todos ellos muy muy divertidos, una obra de las de antes.

118/03(/03/05/20) Con motivo del 35 aniversario del estreno (07/Junio/1985) de esta popular comedia de aventuras lo he vuelto a revisionar, marcado por la nostalgia de mi adolescencia y como disfrute con ella, pero hoy día, cuando los cuarenta hace ya que los superé, me resulta una película muy infantil, producto que marcó a una generación de niños, film que marcó un sub género ochentero de un grupo de amigos metidos en diferentes odiseas. Es una de esas películas que hay que ver su éxito en su contexto, cuando los videoclubs triunfaban y hacía que los niños pudieran disfrutar no solo en cines, si no en casa, popularizando la cinta hasta derivar en tener su propia fandom y mash-up, con iconografía reconocida universalmente. Donde unos niños de desiguales edades se embarcaran en algo tan universal como la búsqueda de un tesoro, surcando peligros, encontrándose en su devenir con doblones españoles, mapas del tesoro, gangsters, un pseudo-Quasimodo, muertos aplastados por piedras, esqueletos, murciélagos, cataratas, pozos de deseos, pianos-trampa, puentes levadizos, toboganes infernales, barcos del SXVII y por supuesto hasta piratas, todo un festín para mentes imaginativas volátiles de niños, qué más da que su historia no aguante el más mínimo análisis, lo que predomina es que el (infantil) espectador se siente uno más de los Goonies, y con ello se produce el canto a la amistad más pura y desinteresada, la de los niños, el trabajo en equipo por el bien común, proyectando un vivaz espíritu de camaradería fraternal. Pero si tienes una mentalidad adulta asistirás a un metraje entretenidillo, con personaje clichés (bien escogidos), sin hondura alguna, donde los buenos son muy buenos, y los malos además de serlo, son bastante torpes, donde parece que estaremos inmersos en un parque temático con esta chavalería surcando cuevas con diferentes obstáculos a superar cual gimkana, y donde la intensidad o sensación de peligro es inexistente. Aquí lo que prima es la aventura ligera jovial, donde los agujeros y sensación de puerilidad en la historia debe ser opacada por un ritmo trepidante, aunque coronada por un epílogo muy pasteloso (además de con más agujeros que un queso gruyere).

Coproducida y dirigida por Richard Donner a partir de un guión de Chris Columbus, basada en una historia del productor ejecutivo Steven Spielberg, en su libro “There and Back Again”, Sean Astin (líder de Los Goonies) afirmó que Donner y Steven Spielberg eran "como codirectores" en la película al comparar y contrastar sus estilos al dirigir escenas. Spielberg al parecer se inspiró en el corto “Our gang” que vio en su infancia, pero claramente también tiene influencias de su saga “Indiana Jones”, o de las aventuras de la colección de novelas juveniles creada por Enid Blyton (publicada por primera vez en 1942 por primera vez), también tiene ciertas similitudes con el best-seller de Stephen King “It”, publicado un año antes. Un producto con clara vocación de para toda la familia, hoy día un pasarratos con momentos divertidos (sobre todo con el roba-escenas Jeff Cohen de protagonista) de cuasi-valor antropológico sobre cómo se inició un molde para hacer cine con única disposición taquillera, donde lo crucial es lo comicquero. Llama la atención que en el final hablen de una batalla contra un pulpo gigante, esto hace que el espectador quede un poco desorientado pensando que la mente de los niños fabula, pero es que la escena con el octópodo si se rodó, pero se eliminó del montaje, pero no se cercenó el comentario final. Recaudó $ 124 millones en todo el mundo con un presupuesto de $ 19 millones y desde entonces se ha convertido en una película de culto. En 2017, fue seleccionado para la preservación de la película en los Estados Unidos Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso como siendo "cultural, histórica o estéticamente significativa".

El guión es ágil e inteligente delineando a los personajes, sabiendo darles entidad propia: El líder de Los Goonies es Mickey de 13 años, un joven idealista y romántico que sueña con grandes aventuras, valiente y decidido. Además de tener la patología de ser asmático que debe cada dos por tres usar inhalador. Sean Astin le sabe dar alma y sentido lírico, sobre todo en el soliloquio delante de un pirata con el que se identifica (¿?); Su hermano mayor Brand es el típico deportista juvenil de instituto, con los picores sexuales de su pubertad. Josh Brolin empezaba y le faltaba punch; ‘Gordi’ es el gran alivio cómico de la película, es el regordete y comilón del grupo, muy nervioso, torpe y temeroso, cuando de humor se trata en la película es ‘Gordi’ quien arrolla, sobre todo cuando cuenta a los Fratelli ‘todo desde el principio’ (con una anécdota muy similar a la que se cuenta en el film del año posterior “Cuenta conmigo”, aunque es de un libro de Stephen King de 3 años anterior). Jeff Cohen le insufla una vitalidad y encanto brillante, siendo formidable su química con Slot; La coqueta animadora (como atestigua su sexy atuendo de faldita corta) Andy, de la que está enamorado Brand, ella también siente algo, estableciéndose entre los dos una tensión sexual. La actriz Kerri Green cumple con el estereotipo; ‘Bocazas’ es el motor-mouth del grupo, experto en idiomas (un poco desorientador que nos quieran hacer ver que traduce del italiano al español, por mor del doblaje, pues en realidad la criada a la que traduce es hispana), tiene una gran labia anudada a un gran sentido del humor perverso, además de anidar atracción por Stef, con su gran momento cuando traduce de forma pérfida a la mujer latina. Corey Feldman demuestra que era un actor de raza al insuflar electricidad a su rol; Stef es la amiga de Andy, un papel acartonado en su cliché de la amiga feúcha de la guapa, la inteligente por supuesto (¿?). Martha Plimpton está correcta sin más, como la feucha con gafas que acompaña a la guapa;... (sigo en spoiler)

Qué maravilla de película se sacó de la manga aquí el rey Midas de Hollywood, un Steven Spielberg que creó la historia y que le daría la oportunidad de convertirla en guión al director Chris Columbus y poner tras las cámaras para dirigirla a un director tan avispado como es Richard Donner.
Todos y cada uno de los que participaron aquí estaban en estado de gracia y nos regalaron una de las mejores película infantiles y juveniles de la historia del cine.

"Los Goonies" fue mi primera película en un cine, la primera vez que mi hermano y mi cuñada me llevaban a ver una película al cine de nuestro pueblo que hoy día ya ni existe, yo con sólo 9 añitos y con una inocencia que hoy día dudo que tengan los niños a esa edad. La película no me causó en ese momento gran impresión pero ahora, vista en mi madurez, la he descubierto en toda su verdad, con todo su carisma, con esa amistad pura que sólo a esa edad se puede tener, con esa ingenuidad, con ese ánimo de aventuras y sueños, con ese amor inquebrantable por tus hermanos y amigos, por tu infancia.

Hoy he descubierto "Los Goonies" y me ha llevado de vuelta a mi inocencia y me ha encantado. Creo, sinceramente, que es la mejor opción para que los niños descubran lo que es el cine, no hay película mejor para ver en familia y disfrutar de este arte que tanto nos hace vivir,
Los actores están maravillosos, son niños con un talento especial y que actuaban como verdaderos niños de su edad, maravillosos todos, tanto Sean Astin como Corey Fledman, un Josh Brolin guapísimo y jovencísimo, unos Joe Pantoliano, Anne Ramsey y Robert Davi divertidísimos como los villanos de la película , ese Jeff Cohen como el gordito del grupo, ese Jonathan Ke Quan y sus inventos, las chicas de la pandilla, unas Kerri Green y Martha Plimpton encantadoras, y ese adorable monstruo llamado Sloth al que daba vida John Matuszak con sus 5 horas diarias de maquillaje para meterse en el papel, todos sin excepción están perfectos.
Una delicia.
Un saludo,
Tess
"Te voy a golpear tan duro que cuando te despiertes tus ropas estarán pasadas de moda".

Yo no crecí en los 80 con 'Los goonies', 'Gremlins', 'E.T., el extraterrestre' o las aventuras de Indiana Jones, aunque fui de las últimas generaciones que pudieron disfrutar de la última época de los videoclubes, los tazos o las pesetas; lo mío han sido más bien películas de ciencia-ficción, acción o un drama como la saga de Terminator, la saga de Alien, el Batman de Christopher Nolan, etc. ¿Quita todo eso para que no pueda disfrutar como el que más de 'Los goonies'? Para nada.

Bien dice el refranero que "más vale tarde que nunca" y 35 años después de su estreno en Estados Unidos (en España lo haría el 24 de julio de 1985) decidí por fin ponerme al tanto de si el mito estaba a la altura, y teniendo el sello Spielberg, el hombre que dominó con mano de hierro los 80 en el cine comercial de los Estados Unidos, a Richard Donner en la dirección y a Chris Columbus en el guion había muchas posibilidades de que así fuese; tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.

Un análisis exhaustivo no tiene mucho sentido a estas alturas, pero sí hay que decir que es de esas películas que todo (intérpretes, dirección, guion, efectos, dirección artística, banda sonora...) funciona al unísono dando como resultado un filme que se mantiene como el primer día y que sería una de mis primeras opciones para que los niños ya con un mínimo de conocimiento de su alrededor empiecen en el cine junto a otras obras como 'Matilda' o 'Space Jam', entre otros.

No he salido siendo totalmente un autoproclamado 'goonie' (tampoco me va que digamos proclamarme algo para pertenecer a un grupo. Denominaciones como 'deceitas', 'marvelitas', etc me tiran mucho para atrás) porque no he visto algo que justifique el salto de nota del 8 final a más y verlo ahora en estos tiempos de 'Stranger Things' donde la fórmula de pandilla de niños está explotada la hace quitar un poco de su encanto respecto a si la hubiese visto hace años. Sus méritos, eso sí, son bastante evidentes y ha trascendido a su época. No se puede pedir más.

¿Existe la magia? Hay magia y hay "magia", y está película tiene una de las dos.

Cine ochentero. Cine con sello Spielberg y con olor a Richard Donner. Un reparto que más que plagado de estrellas (eran niños aunque tres de ellos han protagonizado películas como la actualmente película más taquillera de la historia o la saga de Frodo y sus amigos o la segunda parte de la TRILOGÍA de Indiana Jones) demuestra ser acertadísimo. Los niños demuestran naturalidad y encanto (hay "trucos" para ello como usar a sus padres reales en la escena final).
Imaginación al poder. Fantasía. Unos villanos y un antihéroe de fábula.
¿La música? No voy a hablar de las canciones utilizadas, sino de la mágica partitura de Dave Grusin (de verdad, ya no se hace cine ni música así, y no es nostalgia es que ahora todo es dinero y más dinero).
¿Y ese alucinante prólogo? Y... no voy a mencionar escena por escena porque sería absurdo. Sí que diré que pasada la mitad del metraje es cierto que decae el interés de la película, pero se recupera nuevamente en la parte final.

Es una película casi perfecta y una maravilla para aquellos que cuestionan los 80.

¿Se puede entender la amistad o la infancia o el cine de aventuras sin Gordi, sin el resto de Goonies, sin el hermano bueno de los Fratelli? ¿Y puede existir un mundo sin la mamá Fratelli? ¿Y los hermanos Fratelli? Son los hermanos "hermanos".
¿Alguien se imagina una navidad sin Los Goonies?
Creo que esta película ya es un motivo de peso para tener niños (o sobrinos) para descubrirles la magia de Los Goonies.

Y pese a todo... no es perfecta.

PD: vale, mencionaré una escena más, solo la menciono y qué cada uno se contenga o las lágrimas o la sonrisa al rememorarla... la confesión de Gordi.