Langosta

El film se contextualiza en un mundo (o al menos, una ciudad) donde los solteros no tienen cabida, de ahí que quienes lleguen a cierta edad adulta sin pareja reconocible, son enviados a un hotel donde pasan algún tiempo con otras personas en su misma condición, para así, buscar pareja, de no encontrarla pasada ese lapso, serán convertidos en un animal de propia elección, el que gusten.

Todo eso se va dando a conocer pasando los minutos de metraje, puesto que Lanthimos se exime de mostrar un cartelito inicial donde meta toda esta información, ni falta que hace. Su protagonista es David (Colin Farrell), un tipo que llega a este lugar para intentar “salvarse” de convertirse en una langosta, el curioso ser que eligió de no lograr emparejarse.

Más allá de hacer hincapié en la situación de personajes, no estaría mal enfocarse en la acción alrededor de este enfermizo ambiente y contexto que el director, coguionista junto a Efthymis Filippou, su habitual compañero en este apartado. El realizador logra en todo momento envolver al largometraje con un aire de rareza y extrañeza sublime.

Esto lo hace sin utilizar recursos torpes o que engañan, simplemente lo hace filmando con total normalidad, ¿pero qué es lo que filma? Filma lo absurdo, situaciones que en la realidad estarían completamente fuera de base, aquí funcionan a la perfección gracias a toda la excentricidad que se construye alrededor de la propuesta.

El elenco, en completa sintonía con el sentido de la obra, se encuentra a la altura, con actuaciones que rozan lo robótico y muy cuadradas, los personajes se muestran fríos ante una sociedad que los trata de igual forma. La gente que trabaja en este mencionado hotel con una indiferencia abrumadora ante la situación de los huéspedes.

A fin de cuentas son simples “perdedores” al no encajar en dicha sociedad, y estos pobres individuos, hombres y mujeres buscando como solventar su situación, se muestran temerosos, tímidos, sin ninguna esperanza, ¿y cómo no? Están siendo presas de un sistema abrumador y asfixiante. Joya de película.

Me encontré con "The Lobster" con un desconocimiento absoluto: sin tener idea de qué se trataba, sin conocer el trabajo previo del director; sin ningún tipo de prejuicio (como deberíamos llegar a cualquier película) y sinceramente quedé gratamente sorprendida.
Es una película particular que admite muchas interpretaciones y eso es lo interesante. En una realidad aparentemente vacía y carente de sentimientos los protagonistas plantean una salida. Algunos la entenderán como conformismo por el miedo a la soledad y otros -como yo-, como un "intento" del romanticismo por sobrevivir en ese mundo.
La recomiendo, sin dudas.

Qué duda cabe que es interesante puesto que, para empezar, resulta sorprendente y original su premisa, su argumento inicial.
Lanthimos desea y consigue sorprender al espectador, epatándole con una historia sobre una sociedad distópica en la que los sentimientos humanos se coartan una y otra vez y la infelicidad se adueña de todo/as, amen de mantenerles en continuo riesgo de morir, o tal vez algo peor, convertirse en un animal, eso sí, elegido por él/ella mismo/a.
Tiene como dos partes diferenciadas. En la primera, la que tiene lugar en el hotel, se sigue con interés, resultando extraña, sí, pero fascinante al mismo tiempo. Sus diálogos, surrealistas situaciones y presentación de los diversos personajes, hacen que te lo pases bien o al menos no le pierdas la cara a la historia.
Sin embargo, la segunda, la que tiene lugar en el bosque, hay de todo, aunque los viajes que hacen cuatro personajes a la ciudad contienen buenos momentos de intriga.
El final, marca de la casa Lanthimos.
Tiene su cosa y creo que no molesta su visión, pero al final no me parece que convenza plenamente, pero creo que merece la pena, al menos por lo inusitado de su premisa.

https://filmsencajatonta.blogspot.com

La Agonía, para la gran mayoría de los Seres Humano, es la antesala de la Muerte. Sin embargo, los judíos usan esta palabra para referirse a la persecución y matanza étnica que les infligieron los alemanes durante el mandato del psicópata Hitler y su banda de endemoniados secuaces. Quedémonos con esta última acepción de AGONÍA.
Yorgos Lanthimos sufre ese tipo de agonía, esa que se debe a la persecución y tortura intelectual por parte de los críticos. Ya no se valora la originalidad, ni el cuestionamiento de las formas (la evolución de todo el Saber humano es fruto de cuestionarlo, de igual forma el Arte, y si no que se lo digan a Kant), ni, por supuesto, la genialidad.
Es magistral cómo aborda el eje temático central... la Soledad. La historia es original y planteada con un buen manejo de cámara, con elegancia en las imágenes y en el montaje.
Precisamente, el otro día, en otra crítica, apuntaba el hecho de que apenas se filman historias distópicas originales. Los directores mediocres (en esa crítica vapuleaba a Mr. Bay) tienden a querer mejorar (pffffffff) distopías antiguas.
O sea, se dedican a este noble arte por amor al dinero de la taquilla, del merchandasing, etc. Lo puedo entender... nadie trabaja por amor al Arte... o casi nadie.
Lanthimos ha echado mano de una historia distópica original, pero necesariamente irreal, excesivamente inverosímil. Era necesario, porque el film es una Fábula, y las buenas fábulas se personalizan siempre con seres irreales, o carentes de ciertas facultades humanas. Nunca nos vemos tanto a nosotros mismos como en el reflejo nuestro que vemos en los demás... y si es en animales, mejor... o en niños, o en autómatas. Habernos dado una conferencia visual sobre la Soledad sí que hubiera sido aburrido. Presentarla a través de ese escenario social, de esos personajes, y de sus avatares faunísticos es regalarnos la clave para entender, observar, reflexionar y actuar.
Aquellos espectadores que esperan sangre a raudales, sustos o risas, no han hecho los deberes, son unos irresponsables, y son injustos con sus prejuicios.
La pareja protagonista interpreta magistralmente. A mí Farrell me tiene desconcertado, pero es un prejuicio, sin duda. El actor irlandés mejora día a día, y despunta como un mito viviente del Cine.
Sobre Weisz no albergo duda alguna... es una Bestia interpretativa.

Hay para quienes las muestras de valentía, la toma de riesgo o la plasmación de creaciones más que desconcertantes les aleja considerablemente del producto definitivo, bien por no entender la propuesta o bien por considerarla demasiado pretenciosa. Desde luego no es mi caso, siempre que dentro de dichos productos cinematográficos se encuentre un sentido analítico o crítico sobre una historia bien desarrollada e interpretada.
Este es el caso del cine realizado por el griego Yorgos Lanthimos, quien junto a su coguionista Efthymis Filoppou nos presenta la cuarta película del primero y la tercera en colaboración entre ambos tras las premiadas ‘Canino’ y ‘Alps’, titulada en esta ocasión ‘Langosta’: un drama de ciencia ficción repleto de ironía y sátira a través de la cual rebela una exposición sobre las relaciones humanas desde un punto de vista romántico y surrealista.

Es justo reconocer no obstante que su cine no es fácil y no es apto para cualquier paladar pero su innegable ingenio y originalidad merece el mayor de los aplausos como creador que se aleja de convencionalismos…ya tenemos bastantes películas del montón a los largo del año.

‘Langosta’ supone la primera película de Lanthimos filmada fuera de Grecia y en otro idioma –el inglés en concreto–, película en la que además ha contado con un notable reparto internacional compuesto entre otros por Collin Farrell, Rachel Weisz, Olivia Colman, Léa Seydoux, John C. Reilly o Ben Wishaw. Ganadora del premio del jurado en Cannes y el premio a mejor diseño de vestuario en los Premios del Cine Europeo (de cinco nominaciones) ‘Langosta’ se pudo presenciar en Sección Oficial en el pasado Festival de Sevilla y en la sección Géneros Mutantes en el Festival de Gijón.

La película narra con un particular estilo una historia de amor en un futuro distópico indeterminado y en una ubicación indeterminada donde las personas que por distintos motivos queden desparejadas son apresadas e ingresan en una especie de hotel donde se les concede 45 días para encontrar pareja. De no ser así las personas se transformarán en el animal que ellos indiquen con anterioridad. Simultáneamente a la establecida norma de pareja, un grupo de rebeldes solteros se escondes en los bosques, quienes a su vez sirven de presas para los solteros que buscan pareja.

Lo cierto es que la película descoloca desde sus primeros minutos. El espectador ha de dejarse llevar por la particular historia que Lanthimos y Filoppou nos ofrecen llena de sarcasmo sobre la convencional vida en pareja y la búsqueda de afinidad en la otra persona. La ambientación opresiva y distópica del universo creado subyaga al absorto espectador y funciona perfectamente durante su primera hora. Sin embargo en ocasiones el film se vuelve algo plomizo sobre todo a medida que se desarrolla la historia de amor entre los dos personajes principales (Farrell/Weisz) en la segunda parte del film. Llena de comedia negra y con las estupendas interpretaciones de todo el reparto, en especial Colin Farrell y Olivia Colman, la película realiza una mirada a las relaciones entre los seres humanos con perversidad y colmillo afilado haciendo de su ambientación tan climática un ente con personalidad propia. Un film una escala menor a su gran éxito ‘Canino’, pero que no pierde ni un ápice del estilo surrealista que predomina en su obra. Interesante aunque algo irregular por tramos una vez entendemos las complejas reglas del juego.

Lo mejor: El trabajado guion. El fabuloso reparto. La primera media hora no te dejará pestañear.
Lo peor: Se torna algo plomiza en su segunda hora. Algunos personajes quedan algo difuminados.

Valoración:
Banda sonora: 6,5
Fotografía: 7
Interpretación: 7
Dirección: 7
Guion: 7,25
Satisfacción: 6,5
NOTA FINAL: 6,9

@hilodeseda - www.habladecine.com