Magia a la luz de la luna

La cinta tiene interés por cuanto, para empezar, tiene intriga, hasta el final no se sabe a ciencia cierta si la protagonista es una farsante o una verdadera médium. Su resolución está bien, no defrauda, pero para ello hay que pasar por bastante minutos ciertamente irregulares.
El comienzo, más o menos su primera media hora es ingeniosa, con muy buenos diálogos, que hacen sonreír y reír al respetable. Sirve para que conozcamos a los diversos personajes y su interrelación en la trama.
Sin embargo, ay, poco a poco va perdiendo fuerza y se hace algo reiterativa en sus discursos acerca del más allá y del más acá, de la fuerza de la atracción entre dos personas, del amor, del engaño...todo bajo muy estimables diálogos, marca de la casa Allen, pero que no sirven para elevar el interés, antes al contrario, este se va perdiendo poco a poco.
Menos mal que su parte final, los últimos veinte minutos, creo que bastante alargados, mejoran, para dejar un poso de simpatía, de dulzura, vamos, que no deja mal sabor de boca a pesar de que no se haya visto un film redondo ni mucho menos.
Para mi sorpresa, fotografía a toda pantalla, muy bonitos paisajes franceses y unas insignes interpretaciones no solamente de la excelente pareja protagonista, que se complementa a la perfección, sino de los "secundarios", destacando a la muy veterana y siempre soberbia Eileen Atkins.
En definitiva, que no se recordará como uno de los mejores trabajos de Allen, pero sí que está hecha con esmero y amor al cine y a la magia que despierta en el espectador

Fiel a su cita anual Woody Allen nos regala esta simpática comedia de época en la que un engreído y cínico mago encarnado por el gentlemen inglés Colin Firth, entabla un particular duelo de ingenio con una atractiva pitonisa a la que tratará de desenmascarar. Se trata de una película amable que se deja ver sobre todo por el buen trabajo de sus intérpretes, por lo demás la historia no me enganchó demasiado. Para pasar el rato.

Podria parecer esta "Magia a la luz de la luna" una película menor dentro de la filmografía de Woody Allen, una especie de divertimento ligero carente del empaque y la grandilocuencia de algunas de sus premiadas obras, pero no es así, o puede que sí, puede que sólo sea eso y aún así sea una pequeña gran película que aún teniendo un envoltorio modesto esconde en su interior otra genialidad del cineasta de Brooklyn.

Un argumento líquido que no acaba de convencerme pero sin embargo se ve agradecido por un desarrollo muy interesante. Woody Allen nos vuelve a deleitar con una bonita película que peca en sus 15 minutos iniciales de tediosa, pero ese sentimiento se va disolviendo conforme pasan los minutos y se vuelve en lo que dice el título de la peli: mágica.
No entiendo eso de que cada vez que un director famoso saque una película, los espectadores califiquen el film de mayor o menor dentro de la filmografía del director. Y creo no equivocarme al pensar que "Magia a la luz de la luna" está considerada un Allen menor. A ver, es cierto que el neoyorquino ha dirigido películas mejores, (por el momento la mejor de todas es "La rosa púrpura del Cairo") pero sin embargo la que tenemos aquí presente no es lo peor que ha rodado, más bien, me atrevo a decir que me ha gustado más que "Manhattan" que también la puntué con un ocho. Así que menos Allen menores y a ver la peli que merece la pena hombre.

Con Woody Allen me pasa, creo que como a bastante gente, que espero tanto de él, que tengo el listón puesto tan alto, que en alguna ocasión no valoro la película como se merece. Si Magia a la luz de la luna fuese de otro director, cosa difícil pues tiene muchos elementos característicos de Allen, sería mucho más agradecido con la película, la valoraría mucho más y me quedaría completamente satisfecho.

Esta es una maldición que arrastra este director, y es que tiene tantísimas obras y tantísimas genialidades que uno se vuelve cada vez más exigente e injusto en sus apreciaciones.

Magia a la luz de la luna es una buena película. Está claro que no es de las mejores de Allen, pero es una buena película. Es entretenida, divertida y tiene unas muy buenas actuaciones. La ambientación es formidable y la estética es magnífica. Merece ver Magia a la luz de la luna aunque solo sea por la fotografía, los planos, la luz, el vestuario, los exteriores, por ver a Emma Stone y Colin Firth bañándose en el mar, mirando las estrellas o en mitad de una fiesta.

Y por supuesto, y como siempre, el guion. Eso que Woody Allen sabe hacer como nadie.