En el corazón del mar

Si en Rush, Ron Howard retrataba la rivalidad entre dos pilotos de Fórmula 1, en En el corazón del mar retrata el enfrentamiento y la tensa relación que existía entre el capitán George Pollard (Benjamin Walker) y el primer oficial Owen Chase (Chris Hemsworth), con rifirrafes incluidos. Basada en la historia real que inspiró al escritor Herman Melville para escribir la famosa obra Moby Dick, la película se trata de un drama de aventuras que nos narra la travesía por el Atlántico del Essex y su tripulación ballenera en busca de aceite de ballena, esas bestias marinas aparentemente indomables. En su viaje se toparán con un enorme cachalote blanco de 30 metros de longitud.

En el corazón del mar es un emocionante y entretenido espectáculo visual al que le falta una pizca más de fuerza en el plano emocional, todo resulta demasiado básico y superficial desde el perfil psicológico de los personajes hasta las relaciones entre ellos. En el apartado técnico no hay muchas pegas que ponerle, es absolutamente apabullante y asombroso, la cinta posee unos espectaculares efectos especiales, un sonido que envuelve «el crujir de la madera, las velas al desplegarse, el agua al golpear el casco del barco», una historia bien contada a través de una narración clásica, una música de Roque Baños que añade tensión, fuerza y que ayuda mucho a crear momentos de emoción y la dirección de Howard es osada y ágil, basada en una cámara capaz de situarse en cualquier recoveco para ofrecer un plano detalle más transgresor.

En el corazón del mar es una historia que ya poco tiene que añadir a la historia de Moby Dick, que se ahoga en su propia superficialidad, pero que nos ofrece un espectáculo más que digno.

Cuando Herman Melville escribió la famosa novela ‘Moby Dick’ en 1851 se basó en la combinación tanto de relatos históricos como de un gran número componente de ficción. Dichos relatos verídicos con los que trabajó para la novela fueron el hundimiento del Essex por el ataque de un cachalote y el relato sobre la existencia de una gran ballena albina de enorme ferocidad próxima a las costas de Chile. Fruto de dicha combinación además de cierta experiencia propia como navegante dieron con el gran relato del Capitán Ahab y su Moby Dick, ficción y escritor que no alcanzaron el éxito hasta varios años después de su publicación alcanzando fama y prestigio mundial.

‘En el corazón del mar’ aglutina como he mencionado dichos hechos reales aunque dando muchísima más trascendencia al caso del Essex, su hundimiento y la lucha por la supervivencia a la que se vieron arrastrados los miembros de la embarcación. La película está dirigida por el veterano Ron Howard, ganador del Oscar por ‘Una mente maravillosa’ y director de grandes clásicos de los ochenta como ‘Cocoon’, ‘Willow’ o más tarde ‘Apollo XIII’, ‘Cinderella man: El hombre que no se dejó tumbar’, ‘El desafío Frost contra Nixon’ o la más reciente ‘Rush’. El film a través de una escritura de guion muy populosa (escrito a ocho manos) adapta la novela de Nathaniel Philbrick y muestra el contacto que Herman Melville (Ben Wishaw) establece con Thomas Nickerson (Brendan Gleeson) –superviviente del Essex– para servirse de inspiración para la novela Moby Dick.

El film trascurre paralelamente entre las conversaciones de escritor/superviviente con la propia narración de Dickerson sobre sus experiencias a bordo del Essex en plena adolescencia, dando como es evidente mayor importante y minutaje a esto último. En ella descubrimos a Owen Chase (Chris Hemsworth), un experto ballenero que tiene que embarcarse para su sorpresa como segundo de a bordo del capitán James Pollard Jr. (Benjamin Walker), un altivo noble descendiente de una poderosa familia de marineros. Ambos encabezarán la expedición por el codiciado tesoro de la época, el que constituía el aceite de ballena, en pleno alegato ecologista –como quedara constancia en su desenlace y la aparición de petróleo– en contra del afán invasor y destructor del ser humano sobre el medio ambiente y la biosfera. El guion de la película está repleta de situaciones ya vistas y de varios personajes algo estereotipados pero resulta solvente en su narración tanto en su aventurera primera mitad como en el drama de supervivencia en el que se evoluciona la trama.

Rodada una buena parte en las Islas Canarias, podemos concluir que ‘En el corazón del mar’ resulta efectiva aunque nada sorprendente, al menos nada más allá de los que nos pueda producir una historia con cierto interés pero que a veces queda imbuida por un exceso digital –demasiado croma– que puede alejar al espectador de la sensación que pretende transmitir además de un extraño estilo de filmación con el que se ha descolgado el bueno de Ron Howard: complejas ubicaciones puntuales de cámara y de muestra de perspectiva muy sorprendente que recuerda para mal al estilo que tan bien utiliza Michael Mann y que contrastan negativamente con el resto de filmación. Interpretativamente tendremos, además de un intenso y carismático Chris Hemsworth y de Benjamin Walker (‘Abraham Lincoln: Cazador de vampiros’), a un Tom Holland (‘Lo imposible’) no especialmente lúcido interpretando a Thomas Dickerson de joven, a Cillian Murphy y una breve aparición de Jordi Moyá, amén de los ya mencionados Ben Whishaw y Brendan Gleeson en la en la parte que narra en 1850.

Espacial mención el reconocimiento al esfuerzo del casting de la historia naval-ballenera dado la pérdida de peso que tuvieron que afrontar durante el esforzado rodaje. Quizás uno de los puntos más cuidados y que aumentan su nota general radica en el trabajo musical de Roque Baños, músico español cada vez más presente a nivel internacional gracias a su talento y esfuerzo.

Una propuesta de dos horas de duración llegada de los Estados Unidos que relata con acierto una época y un momento histórico donde la caza indiscriminada de ballenas resultaba primordial para el desarrollo humano por culpa de un aceite cada vez más necesario e instaurado en la vida social, al menos hasta que todo cambio con el descubrimiento del oro negro. Interesante película que aunque con altibajos supone un híbrido entre ‘Master and Commander’, ‘Viven’ y ‘Naufrago’.

Lo mejor: La primera hora de aventuras en alta mar. El poso humano y ecológico que deja.
Lo peor: El uso de la cámara en ciertos momentos así como la irregularidad en el ritmo.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 6,5
Interpretación: 6
Dirección: 5,5
Guion: 6,5
Satisfacción: 6,5
NOTA FINAL: 6,3

@hilodeseda - www.habladecine.com

En el corazón del mar no es una adaptación de Moby Dick, pero sí es la historia real que inspiró a Herman Melville para escribir su obra maestra, una de las novelas más importantes de la narrativa estadounidense y seguramente mundial.
Ron Howard filma con esta película una cinta de aventuras de sabor clásico, muy a lo David Lean (salvando las distancias, claro), entretenida, espectacular y emocionante. La odisea del Essex contra la ballena primero y contra el mar después, que no es otra que la del hombre contra la naturaleza en su estado más salvaje, se plasma en la pantalla con elegancia y con pericia gracias al realizador de Apolo 13, y por supuesto también a unos efectos visuales excelentes que hacen creíbles los sucesivos ataques del cachalote.
Le falta algo de dramatismo cuando los supervivientes se ven forzados a hacer lo que ningún ser humano normal querría hacer, y Chris Hemsworth, pese a su imponente físico, no resulta demasiado creíble como marinero líder, pero la película se deja ver muy bien y contiene suficientes valores cinematográficos como para recomendarla.

Lo mejor: Su sabor a cine clásico de aventuras y su gran trabajo técnico.
Lo peor: Chris Hemsworth no resulta muy creíble, y tampoco es que de ganas de verla una y otra vez.

Yendo al grano: mucho ruido y pocas nueces, como me gusta decir. Es entretenida, hay barco, mar y monstruo marino, combinación perfecta para que pueda entretener a cualquiera. Y sí, es entretenida, hasta que hacia la mitad más o menos llega el clímax de la película y se transforma en otro tipo de película, mucho más aburrida y superficial. Las tensiones entre capitán y primer oficial se apagan igual de rápido, así como cualquier conflicto que pudiera haber entre marineros, y todo el potencial dramático que eso pudiera tener queda reducido a la nada; posibles elementos como la superstición típica de los marineros perdidos en alta mar no hace nunca acto de presencia, hecho que solo hace que restarle realismo a la cosa, y nunca ahonda en las crueldades que pueden darse en situaciones como esa.

Por otro lado, es una película trepidante la mayor parte del tiempo, con buenas escenas de acción (aunque algo breves) y la fotografía es muy bonita, aunque a veces no acaben de encajar el mar hecho por ordenador con el real. Los actores son solventes, sin destacar a ninguno en particular, y el montaje chirría a veces.

Pero no os dejéis llevar por mi negro relato. Me gustan las historias en el mar y tiene que estar muy mal hecha para que la suspenda. Y si sois como yo, os gustará pese a todos los fallos y lo superficial que pueda ser.

@Cinergicos

No es la novela esa que todo espíritu soñador y romántico devora cuando se es adolescente, que es cuando se piensa que la vida va a ser una sucesión de aventuras, de esas que empiezan cuando uno se escapa de su casa y se enrola en un barco a velas para navegar por los mares del Sur, que ballenas monstruosas te harán ver de cerca la muerte más horrorosa y así te harás un hombre.

Pues no es eso exactamente porque el espíritu de Herman Melville no está aquí, está el trabajo de Ron Howard como cineasta pero las peripecias de los marineros del Essex acercan a la indiferencia, se contempla la historia como si escucharas sin mucha atención a ese hombre en su casa que parece que su vida transcurre con antidepresivos; ese hombre no es el viejo marino enjuto lleno de moscas, de la pipa en la boca, la gorra de marino y el jersey de cuello vuelto, escondido con sus recuerdos en el rincón de una taberna del puerto. A ése sí que interesaría oírle contar historias.

Me ha chocado que la esposa del presumido primer oficial sea una mujer tan de la época actual, tan poco creíble, que poco ha faltado que saliera de la casa con una Tablet; dotada con la mentalidad de una mujer de la Quinta Avenida de aspecto sensual y lenguaje culto, capacitada de sobra para aleccionar al marido sobre su trabajo: “Que las ofertas que te hagan, que te las hagan por escrito”. ¿Dónde quedan esas mujeres trabajadoras feas y abnegadas que en las novelas del siglo XIX eran el reflejo en tierra de las ballenas y otros monstruos marinos?

No se puede de todas formas condenar el film al dique seco porque sí, pero sí que se puede protestar y gritar: ¡una película de Moby Dick sin un capitán con la pata de palo!