Cautiva

Quise escribir esta crítica inmediatamente después de ver la película.
Para quienes no son argentinos, quiero decir que al momento de filmarse, año 2004, comenzaban a liberarse las leyes de impunidad que impedían juzgar a los responsables. Una decisión que tomo el presidente Nestor Kirchner.
Actualmente ya no son 74 los nietos recuperados, sino 105.
Y en la actualidad comienzan a ser juzgados jueces y civiles que colaboraron con la negra dictadura de 1976-1983.
No solo a mi país le sucedió esto, toda Latinoamérica está regada de sangre de gente desaparecida por sus ideas o militancia política.
Argentina y sus países hermanos fueron castigados en los años 70 por salvajes dictaduras militares y la apropiación de los niños nacidos en cautiverio, fue una práctica sistemática.
En el mejor de los casos, algunos fueron adoptados de buena fe, sin saber de dónde provenían,desgraciadamente en su mayoría los apropiadores fueron miembros de las fuerzas que gobernaban el país en esas épocas,y en algunos casos esos mismos apropiadores fueron los asesinos o los torturadores de sus padres.
Celebro la filmación de esta película que ayuda a difundir la salvajada de la que fuimos objeto, con la participación de EE.UU sin la cual, no hubiera sido posible, ya que entrenó a nuestras fuerzas en la Escuela de las Americas en las técnicas de tortura y otras prácticas aberrantes. Y apoyo todas las dictaduras de esa época, ejemplo más claro el de Chile donde no hace tantos años, se desclasificaron los documentos de la participación de la CIA en el golpe de estado a Salvador Allende. Se pueden observar en Cautiva, las filmaciones y fotos de la época donde está presente Henry Kissinger, inclusive al lado de la junta militar en el palco del estadio donde se está jugando la final del mundial de futbol de 1978.
Que el mundo sepa, lo que el imperio nos ha hecho sufrir.
Que los argentinos no pierdan la memoria.
Esta película muestra un caso, uno de tantos, con una ternura y una dureza como no puede suceder de otro modo dado de lo que se habla.
Película imprescindible, para mí, como argentina.

Obra sensible, seria, honesta, valiente y evidentemente triste sobre un tema interesantísimo. La situación está enfocada desde el punto de vista de una joven que se ve forzada a cuestionar su identidad y que poco a poco en forma lógica y razonable va entrando en el juego de investigar sobre su propio y dramático origen. A mi me ha dado la impresión que el director no acaba de extraer todo el potencial jugo que el tema puede ofrecer. Aparecen temas de alto contenido dramático pero que no se si por inexperiencia, por excesivo pudor o por falta de genio en el manejo del tono y del timbre no consigue superar el listón de una buena película y no alcanza el deseable sobresaliente.

Lo positivo:
- La idea y la intención son buenas por lo que significa este tema en la Argentina. Sirve para recordar nuestra historia y poner las cosas en su lugar. La postura es en contra de los militares, destacando el hecho de que las personas eran asesinadas (no diré "desaparecían") en el seno de la sociedad mientras el pueblo estaba en otra cosa (ej. Mundial '78).

Lo negativo:
- Se presenta la situación de forma rebuscada. Por ej.: el juez, teniendo en cuenta la gravedad de lo que va a contarle, resulta frío y no se pone en el lugar de la protagonista. Más llamativo aún, todos los personajes del lado del juez (asistente judicial, psicóloga, policías que van a buscar a la chica, la Directora del colegio, e incluso su propia abuela) reaccionan igual. Más que personas que llevan la razón y le devolverán la identidad con el mayor de los tactos a una adolescente indefensa, parecen un oscuro complot en su contra que recuerda a los mismos militares, impasibles ante el dolor. Hasta su propia amiga del colegio es fría con ella el día que vuelve por allí, luego de que su presente ha cambiado. Quiero creer que el Director utiliza este recurso para generar la duda y darle un giro novedoso al tema, pero a su vez le resta credibilidad. El mismo título de la película refuerza el recurso (cautiva de quién? del horror anterior y de sus supuestos padres? o del complicado presente con su nueva identidad y personas que recién conoce?).

- No hay personajes que destaquen especialmente y conmuevan, a excepción del papel de Mercedes Funes (Angélica) y del papel de la enfermera. Todos se ciñen estrictamente al guión. Fundamentalmente no se ha aprovechado a la protagonista para darle mayor vuelo a la obra, pero también los papeles del juez y de sus padres podrían haber aportado mucho más a nivel sentimiento-emoción.

Al narrar consecuencias de hechos atroces de la Argentina durante la dictadura en los años 70, "Cautiva" queda como un referente para conocer algo más de lo que el mismo sistema omite en la enseñanza de historia universal. Las vivencias de cientos de desaparecidos y los castigos en agravio de personas que aun no comenzaban su propia historia, es donde radica el valor de esta película.

El resultado es interesante sin duda, que no me alcanza mayor nota por la falta de intensidad en guión e interpretación. Cada momento guarda una pasividad pronunciada; la protagonista busca y va hilando su realidad, sin embargo queda a deber por su empantanarse en la parte tan lineal con que se ha mostrado el suceso. A Bárbara Lombardo se le ubica discretamente en México desde "XY Ser. Hombre. Hoy" y "Soy tu fan", ambas series en las que su participación es pequeña y no hay la posibilidad de ver su potencial. En "Cautiva" observamos a una actriz poco expresiva y demasiado plana para la serie de hechos a los que se sujeta su personaje. Lo anterior supongo se encuentra aunado a una dirección que se conduce con cautela, sujeto a una historia dura, sí, pero a la que le falta desatar emociones.

Interesante.

Las historias sobre la última dictadura militar argentina, por lo general caen en el maniqueísmo, está trata de serlo en la menor medida de lo posible.
Cuenta la historia de una chica que descubre que fue una hija apropiada, y lucha por saber en qué circunstancias nació y murió su madre, además de cuanto tuvieron que ver los padres adoptivos en todo el asunto.
La trama se maneja con sencillez, sin recurrir al morbo más de la cuenta, expresándonos todo lo que siente la protagonista, más que por lo que dice, por sus expresiones faciales, un gran trabajo de Barbara Lombardo.