El mono borracho en el ojo del tigre (Drunken Master)

Una de las peliculas de culto del maestro Jackie Chan. Una comedia divertida, con la gracia inigualable de jacky y del buen Yuen Hsiao Tien. Las coreografias marciales, de lo mejor del cine de artes marciales de los 70. Con el gran Hwang Jang Lee como villano de lujo, haciendo un despliegue técnico, de lo cual lo unico que puede decirse es ...bravoooo!!!. Un film muy recomendable.

A ver, está claro que es una película más bien malilla sin embargo tiene un gran encnto porque el estilo de la película y su tono desenfadado hace que te diviertas mucho aunque se la podría calificar de engendro. No obstante, Jackie Chan no permite que pase tal cosa y nos regala algo parecido a Rocky.
También su estio borracho inventado ''Los ocho dioses borrachos'' el cual me parece de una gran inventiva por su parte y lo plasma en pantalla, con tal agilidad, que nadie diría que es un estilo inventado.
Conclusión; Película muy entrañable por sus efectos de sonidos, por las bromas constantes de Chan y por el padre tirano.
Veanla, si quieren pasar un rato agradable, porque eso es justamente lo que ofrece.

Jackie Chan, con apenas veinticuatro años, muestra que sus destrezas en las artes marciales es más una combinación de danza, acrobacias y coreografía. Esto lo viene demostrándolo desde los siete años cuando hizo su primer film, “Big and Little Wong Tin Bar” (1962).

El estilo de Jackie Chan es una mezcla exitosa de comedia, acción y artes marciales, en donde interpreta al hombre común, con buenas intenciones y algo despistado.

El joven Wong Fei-Hung (Jackie Chan) está obligado por su padre a entrenarse en Kung Fu, un arte marcial que le servirá para su futuro.

Sam Seed (Siu Tien Yuen) será su maestro y le enseñará técnicas nuevas, un estilo de Kung Fu poco habitual, conocido como 'Kung Fu Borracho'. Fei-Hung se niega al principio, pero tras perder una pelea con un asesino, se da cuenta de que debe llegar a dominar el arte que le propone su maestro.

Todo gran viaje comienza con un pequeño paso. Pocas máximas poseen un fondo tan sincero como este. En efecto, esta película marcó el devenir de la carrera del por entonces joven Jackie Chan, señalando el rumbo que tomaría a partir de entonces su carrera: filmes en los que las artes marciales y las elaboradas coreografías iban de la mano de la comedia y las risas. Aunque Jackie ya gozaba de un notable éxito y fama en Asia, el resto del mundo constituía una fortaleza aún por conquistar. Viendo el resultado, podemos decir que eligió el camino adecuado, convertido en un auténtico ídolo para millones de personas, con taquillazos como la saga Hora Punta. Pero, ¿qué ofrece este pequeño pedazo de nostálgico paraíso perdido?

Wong Fei Hung es un joven que domina el arte de la lucha. Sin embargo, sus trastadas le buscan innumerables problemas, hasta que su padre, harto, le envía con su tío Sam Seed para que aprenda algo de disciplina. Con él, aprenderá la técnica de los Ocho Dioses Borrachos, que le permitirá deshacer errores cometidos en el pasado. Un argumento sencillito y bastante tópico dentro del mundillo del cine de artes marciales, es decir, el joven discípulo que aprende de un gran maestro para vencer a los enemigos de turno. Sin embargo, el tono de comedia del filme añade un poco de color al guión, haciéndolo más digerible, más cuco. Las bromas están muy presentes a lo largo del largometraje. Algunas consiguen arrancarte una sonrisa, y otras pasan más desapercibidas, pero en conjunto dotan al filme de una nota más simpaticona. A ello ayudan los personajes, carismáticos y extravagantes como solo en una película de estas características podría haber, muy sobreactuados. Así que no busquéis interpretaciones de diploma, que no hay, ni falta que hacen. El tiempo, sin embargo, ha pasado factura a los combates, el principal atractivo de la película, y hoy en día resultan algo ingenuas, aunque tienen un encanto añejo inigualable, con esos golpes sonando como si se estuviesen partiendo ramas de un árbol a martillazos. La música y la fotografía, así como los escenarios, están bastante bien, transportando al espectador a un mundo oriental, exótico e idílico, en el que es imposible no sentirse a gusto. Un regalo para los sentidos, en este aspecto.

Película que hará pasar un rato delicioso a todo aquel que sea capaz de ver más allá de su argumento, y sumergirse en un pequeño remanso de paz, mientras contempla el nacimiento de la leyenda que hoy es, Jackie Chan.

En su época vi cientos de películas de Kung Fu. La mayoría eran horribles, pero aún así muchas me gustaban. Casi siempre conseguía encontrarles el encanto de alguna forma.
De ellas, las más divertidas eran siempre las de Jackie Chan. Especialmente las primeras, las chinas made in Hong Kong. Recuerdo como las mejores: "El chino", "Lord Dragon" y "La furia de Chicago". Las 3, películas recomendables que aconsejo vivamente a quien le guste este género. Luego estaba el clásico kungfuniano, con ese título largo : "El mono borracho en el ojo del tigre". La vi muchísimas veces en formato VHS. Hasta el título es genial, porque solo lo recordamos con exactitud aquellos que somos verdaderos seguidores. Para el resto resulta difícil memorizarlo.
La película es fantástica. La relación agridulce entre Jackie y su maestro. Recuerdo la frases míticas del maestro explicándole las virtudes de su estilo "borracho" aparentemente poco efectivo. La dureza con la que trata al principio al holgazán jackie, que se transforma después en un cierto cariño, aunque no expresado, entre ambos...
Si no te gustan las películas hongkonesas de kung-fu no la veas.
Si te gustan y no la has visto.....te has perdido la guinda del pastel.
Película mítica, la mejor sin duda de Jackie. Luego ya vino la época americana, que mejor no recordar mucho. Aunque Jackie Chan siempre será Jackie Chan.
Nota? un 10 obviamente, qué otra cosa?