Lo que sé de Lola

Retrato fascinante sobre la dualidad antagónica, entre los que "vemos" y los que somos "vistos". Javier Rebollo se deleita a si mismo, e indirectamente a los espectadores, filmando a Lola Dueñas a traves de los ojos de León. Es la historia entre León, un hombre sufridor, solitario, capaz de disfrutar del silencio y Lola, todo lo contrario, inquieta, activa, enamoradiza e incapaz de vivir sola. Aunque no aparezca demasiadas veces en pantalla, sin duda alguna, esta omnipresente a lo largo de todo el film y llegamos a desear verla en ese contraplano que no aparece.
Ambas interpretaciones son más que notables, dando credibilidad a los personajes: una mujer llena de vida a pesar de no tener suerte y el voyeur que disfruta de la contemplación.
En definitiva, una de las películas más interesantes del último cine español, un cierto "nuevo cine" que se nutre de los grandes maestros del cine moderno europeo.

He de decir que lo mejor de la película es el cartel, y por el cartel fui a verla, tanto por diseño como por contenido (Javier Rebollo, Lola Dueñas, etc.). Lo que sé de Lola, se podría haber contado perfectamente en 12 minutos... pero con la pretensión de hacernos ver lo monótona y aburrida que es la vida de León (el voyeur de Lola), Javier Rebollo ha alargado de forma exasperante su film hasta 112 minutos y lo ha convertido en un cúmulo de pretensiones que no llevan a ningún sitio.
El inmovilismo es la constante, durante casi dos horas, esperas... algo, algún giro en el guión, algún plano un poco distinto, algo..., acabé aburrida y dolorida porque la butaca del cine también transmitía bastante inmovilismo. No la salvan ni las interpretaciones de Carmen Machi, ni siquiera la de mi adorada Lola Dueñas. Si todavía no la has visto ahorra tiempo, dinero y sobre todo salud mental, yo no pude...

A Lo que se de Lola no le sobra un plano. Rebollo, de quien no había visto nada antes, goza de un talento natural para la gramática audiovisual. El tipo aprovecha cada centímetro de pantalla y cada segundo para transmitir la belleza que él encuentra en la visión de Lola a través de un muchachote algo mamón.
Otra cosa es que los recursos del guión te puedan parecer algo manidos y que la construcción del personaje de su homónima por Lola Dueñas, aunque resulta encantadora, a veces haga agua.
La paradoja principal que propone el film entre el francés mamón solitario, tímido y al mismo tiempo fisgón y la ruidosa inmigrante española un poco puta y desenfadada, es verdad que funciona.
Abiteboul hace lo suyo con impecable oficio y la peli crece con su personaje a medida que crecen su audacia fisgona y al mismo tiempo el muro de su timidez.
Con Lola, el guionista estuvo menos inspirado y el personaje resulta menos consistente y cae víctima muchas veces de ciertas inverosimilitudes.
En resumen, está tan bien filmada, Lola Dueñas es tan encantadora y Abiteboul tan buen actor, que las carencias de guión importan poco.

Es cierto que en nustra cinematografía no abundan las películas reflexivas, pensadas, las que dan tiempo al espectador. Pero eso no justifica la soberana absurdez que encierra 'Lo que sé de Lola".
Puedo decir que al menos tuve la suerte de verla gratis en el festival de San Sebastian en el que las caras de la gente y los ronquidos de los más sensatos lo decían todo.
Es pretenciosa desde el inicio. Aburre hasta la saciedad. No tiene de donde rascar.

La incoherencia del argumento llega a insultar al espectador. La tragedia personal del personaje de Lola Duenas parece conectar con la tradición esperpentica espanola sin querer hacerlo y el personaje de Carmen Machi... es incalificable.

Ya lo dice el título de mi comentario. No hay nada peor que pensar que se está haciendo arte. No hay nada peor que creer que por hacer una película con planos secuencia de 10 min, en los que no hay diálogos, se está haciendo cine bueno, de ese que pasará a formar parte de la historia. En fin... una vedadera pérdida de tiempo

Enfermiza visión de un tío enfermo, que se pasa la vida espiando a troche y moche a una española que se encuentra en Francia, sin hablar con ella para nada, solo espiándola y espiándola, de forma solitaria y taciturna. Una enésima muestra del cutre-ombliguista cine español, cuya acusada y acusable crisis es constantemente avivada por sobrealimentación de productos como éste, riquísimos en calorias de aburrimiento, pretensiones y culto a Onán en su vertiente mental.

Una LA VENTANA INDISCRETA de autor de calidad diametralmente opuesta a la obra Hitchcockiana, donde el público tiene que hacer como el protagonista: Hay que observar pacientemente al enfermo tío majareta que nos muestra la pantalla, para que veamos como hace de voyeur de la guarda de una tía. Como un juego de cajas chinas ¿no? Nos ha jodido...

Y luego aquí todo es llorar y usar tan española y antiquísima técnica del "dame argo" para preñar a la industria cinematográfica ibérica de deformes hijos. Y sacar aquí el gobierno leyes del cine español, pues, al parecer, las subvenciones son insuficiente chupete. Claro, pobrecicos, luego vienen los hombres del saco yanquis e inexplicablemente nos cuelan productos como "300" en lugar de ver y apoyar tan cojonudo, variado y socialmente rico cine de tetas, guerras civiles y politiqueos autorales. Mencionar que también se hace buen cine, hay también buenas películas españolas (LA NOCHE DE LOS GIRASOLES, LA CAJA KOVAK, VIDA Y COLOR, EL ORFANATO, SIETE MESAS DE BILLAR FRANCÉS, etc) aunque resultan insuficientes para tan sobreactiva industria.

Luego todo es criticar las películas de los 60 de Alfredo Landa, por su inevitable .a la par que agradecida- aparación de domingas al fresco de las féminas. Y decir Mercedes Sampietro en un debate en Televisión Española que "la gente está harta de ogros verdes y de gorilas gigantes".
Más que un debate, debía ser un El Club de la Comedia disfrazado de debate de ENFOQUE.
¡Que risas al oír esto! Al parecer las recaudaciones de taquilla mienten descaradamente...