Gosford Park

Altman coordina un complejo ejercicio de puesta en escena y de coreografía. Él es el amo absoluto de una trama donde los personajes y las relaciones entre ellos no sobran precisamente. Lo controla todo perfectamente, aunque a veces su narración, por trabajar con demasiados elementos, se torna confusa.

Poco a poco, Altman nos introduce en el mundo de sus personajes (tanto en el de la aristocracia como en el de la servidumbre), hasta el punto de que en el momento del recital pianístico nosotros sintamos la misma tranquilidad que sienten tanto los criados como los ricachones.

Por momentos el ritmo decae. Los actores están bien, la banda sonora es preciosa, y el trabajo de ambientación es sobresaliente. Quizá el nudo de la historia se hace esperar, y después de éste, se desaprovecha la investigación policial.

Aun así, Robert Altman consigue una película de buena factura que consigue retratar y captar la esencia de dos grupos sociales tan parecidos como diferentes.

¿De verdad esa película obtuvo el Oscar al mejor guión original? ¿De verdad tuvo siete nominaciones? Sabía que los Oscar habían caído bajo, pero no hasta ese extremo. La película aburre a las piedras. Después de más de una hora y media se me ocurrió: si no matan pronto al que tienen que matar, no van a tener tiempo de descubrir quién es el asesino.

¿Y la comedia? Intriga y comedia, dice la reseña. Bueno, ¿dónde está la comedia? ¿Seguro que estamos hablando de la misma película? Creo que alguien ha cometido un error. Y, desde luego, yo también lo he cometido, al sentarme a verla.

Siete nominaciones a los Oscars, incluida a mejor película, pero tan sólo un premio, y mira que había buenos actores o trabajo en vestuario y dirección artística. Lo curioso es que la única estatuilla fue para Julian Fellowes para el guión original, señor que casi una década más tarde se ganaría cierta fama con su serie televisiva de "Downton Abbey" (2010). Tampoco hace falta que jure esta conexión porque ambas recrean con el mismo estilo, aunque con un poco más de saña e incorrección política, ese mundo británico de criados y señores. La diferencia es de época, momento que aprovecho para constatar que las modas de los 10, porque hay varias, es claramente más atractiva que la de los 30 aunque ésta supera a la de los 20. Y ya que estamos, y aunque no venga a cuento, ¡qué han hecho contigo, Sybil (Jessica Brown-Findlay)! ¡Seréis desgraciados!

Pero volviendo a la que nos toca, que es "Gosford Park", es una película coral costumbrista que tiene como principal inconveniente el exceso de personajes, tantos que impide seguir los diálogos, muchas veces referidos a terceras personas que ni siquiera conocemos. Hubiera hecho falta un programa de estos de teatro para saber los nombres de cada cual o bien, haberlos puestos todos al principio con sus correspondientes títulos y hacernos nosotros una tabla, porque si no, no hay quien se aclare. Desgraciadamente uno va siguiendo la trama más por intuición que por deducción, con cierto tedio hasta que un suceso trascendental que vas intuyendo hace acto de presencia. Aparece la intriga a lo Agatha Christie pero tratada casi por compromiso, con escasísimo misterio porque en el fondo a Altman lo que le atrae es la pugna entre las clases sociales.

Una aristocrática mansión en la Inglaterra de los años 30, un variopinto grupo de personajes se reúnen un fin de semana con motivo de una cacería de faisanes, una pléyade de criados que les sirven, un supuesto asesinato...Estos son los ingredientes con los que Robert Altman compone esta notable película coral que, aunque un pelín larga de metraje, se deja ver con la satisfacción de los productos bien elaborados, y en eso Altman es un hábil maestro.
Una puesta en escena impecable, y unas actuaciones muy logradas, consiguen acomodarnos para ser testigos, de las relaciones que se establecen entre los personajes que ocupan ambos mundos paralelos, marcados inexorablemente por su status social, que condiciona hasta el extremo sus vidas, que todos sus actos terminan siendo del todo predecibles.

Qué sorpresa me llevé al ver que esta película ganó el Oscar a mejor guión original. ¿En serio? Que alguien me lo explique. ¿Original por su trama? He hecho mejores historias jugando de pequeña con mis padres al Cluedo. Esta película es el Cluedo que se compra en los chinos. Nada de lo que pasa durante 2 horas y 15 laaaargos minutos que dura, me interesa en absoluto. Me da pena por el gran reparto de actores que tiene (Maggie Smith, Clive Owen, Stephen Fry, Helen Mirren, Michael Gambon, Kelly Macdonald y Charles Dance, entre muchos otros) ya que ni siquiera los personajes tienen carisma por mucho que se empeñen en demostrar lo contrario. Lo único que pasa en esta película es el cotilleo puro y duro entre los criados y sus "amos", la gente rica que se puede permitir el lujo de tener sirvientes.

Para empezar, la reunión de estos personajes sucede en un casoplón de uno de los señores ricos, y ya te enseñan muchos de ellos, con lo que significa que tienes nombres por doquier y suerte si te quedas con la mitad de ellos. Y no sólo te presentan a la gente adinerada, si no a los sirvientes de cada uno y ya de paso a todos los trabajadores de la casa. A los 10 minutos de película ya sucede algo que a mí, sinceramente, ni me va ni me viene porque aún no sé quiénes son esos personajes, ¿qué más me da que fulanito se líe con menganita si no los conozco aún?
Pasan los minutos y no hay más que lo que comentaba antes: cotilleos, infidelidades, más cotilleos, pullitas por aquí y pullitas por allá, y más infidelidades. Todo esto (supongo) para conocer a todos y cada uno de los invitados y vayas sospechando de quién tiene motivos para matar a alguien.
Llega un momento en que los hombres se van de caza y las mujeres esperan en la casa. Durante la secuencia de la caza vuelve a suceder algo que me parece que está cogido con pinzas y que es totalmente irrelevante para el resto de la película… Pero bueno, “ya que la he empezado, tengo que acabarla”, pensé.

Cuál es mi sorpresa que ha pasado hora y cuarto de película y aún no ha sucedido NADA. Hasta que no pasa hora y media, no se produce el primer y único asesinato. Mientras unos están escandalizados por la muerte de este personaje y otros no tanto, llegan dos policías que desde el minuto 1 en el que aparecen no se les toma de ninguna manera enserio. Ni siquiera le dejan pronunciar su nombre. Total, a ellos qué más les da, sólo quieren saber quién es el asesino. Una lástima lo de estos personajes porque ni siquiera entre ellos, que son compañeros, se toman enserio tampoco, queriendo así añadir algo de comicidad a la trama la cual sinceramente, no tiene ni pizca de gracia, sólo ves al pobre hombre como un pringado. Además el que es el “jefe” se hace el duro y machito con su comentario de “siempre acabo averiguando quién es el asesino”, para que llegue el final de la película y desaparezca por COMPLETO sin resolver nada. Retienen a todos en la casa un día más sin poder salir para hacer el clásico interrogatorio individual, pasa el tiempo establecido y la gente se va DE ROSITAS sin saber quién es el asesino.

Pero no os preocupéis, que nosotros como espectadores sí que acabamos sabiendo quién es y por qué, gracias a uno de los personajes que se entera DE CASUALIDAD y ata cabos. Pero de verdad, insisto, me importa tan poco por qué ese personaje ha muerto y quién es el asesino o ASESINOS (porque esa es otra, se quieren marcar un gol imitando a la gran historia de Asesinato en el Orient Express) que mi alegría fue por fin ver los créditos. Le doy un 3 por los actores, que aunque tengan que desempeñar un papel bastante poco codicioso y sin ningún tipo de pretensión, lo hacen bien, y por la atmósfera que se transmite en toda la película por parte de los criados, nada más.