Confucio

Película regular. Trata la vida de Confucio más como una película de guerras y más guerras, de batallas y más batallas, de muertes y más muertes, en lugar de centrarse en lo que caracterizó a Confucio durante su época y para el resto de la historia: su comportamiento moral y ético.

Al menos, para quién no conozca a este filósofo chino del siglo VI-V a.C., cuyas enseñanzas orales las recogieron sus discípulos en un libro titulado "Analectas", este filme le puede ayudar un poco como introducción a algunas de sus enseñanzas; por ejemplo:

+ Ver la injusticia y no ofrecer ayuda es igual a no tener valor.

+ Si un hombre no puede cambiar el mundo por lo menos debe intentar cambiarse a sí mismo.

+ Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás.

+ Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.

+ Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.


Lo mejor de la película es esta escena: El rey del Estado al que pertenece Confucio y en el cual ejerce como una alta autoridad o consejero del mismo, en un momento dado le dice al filósofo: "En mi reino la gente es próspera, sin embargo hay signos de desorden social en todas partes." A lo cual Confucio le responde: "Entonces se trata de falta de moral sobre bien social que les rodea, y las personas necesitan ser educadas." (¡lástima que no tomen nota de estas sabias palabras, la gentuza que en la España del siglo XXI se dedica a trasnochar por las noches dando voces y violando el sagrado derecho al descanso y al sueño de sus conciudadanos, e igualmente las autoridades que nos gobiernan a nivel de ayuntamientos, comunidades autónomas y Estado, porque no hacen nada por evitarlo sino todo lo contrario fomentan más y más jolgorios nocturnos de madrugadas para que a estos inmorales nunca les falte derroche, inhumanidad, bellaquería y abuso contra el prójimo). ¡Así nos va!

La película “Avatar” no pudo ser estrenada en China debido a que las todopoderosas autoridades del gigante asiático consideraban que podía incitar a la revolución y eso podría poner en peligro el régimen establecido. En su lugar, las autoridades chinas aconsejaban e incluso obligaban a sus ciudadanos a ir a ver al gran genio chino Confucio.

Ha pasado el tiempo y esta película ha llegado a España, es una superproducción china y se proponía como muestra de la fortaleza de este país. En todos los aspectos hay que temer a China, en cine por ahora no.

Las ideas de Confucio eran muy interesantes y muy profundas, la película no lo es. No merece la pena, es una película aburrida y no hay más que hombres en túnica con barbas largas. Y es triste porque las opiniones de Confucio son muy interesantes pero la película no las refleja nada bien.

Pero al menos la conclusión de esta crítica va a ser positiva y es que aunque no me ha gustado nada la película fui a verla al cine tal y como tenía previsto.

<<Se le puede quitar a un general su ejército pero jamás a un hombre su voluntad>>
Confucio

Por cierto, creo que puede inducir más a la revolución, por lo mala que es, esta película que la de Avatar.

Desde que me enteré que se estaba filmado esta película he estado nervioso, comiéndome las uñas, mal durmiendo por las noches, pensando cuánta sabiduría incluiría y si me colapsaría de tantos preceptos confuncianos. Porque Confuncio se dedicó justo a eso, a recoger y salvaguardar los clásicos chinos. Creí que la película sería como una clase de filosofía oriental

PERO....... Nada de nada, rian de rian. Única y exclusivamente los años en el exilio de Confuncio. Una clase de historia. Vamos, que si no la hubiera visto seguiría sabiendo lo mismo de la filosofía. Bueno, si aceptamos la referencia al humanismo y la benevolencia, sí puedo afirmar que he aprendido "algo pequeñito, uououou, algo chiquitito, uouououuo"

Lástima, una gran oportunidad perdida para que en occidente saboreáramos y nos deleitáramos con la fuente de sabiduría que salvó Confuncio.

La verdad es que un retrato tan maravilloso de una era muy olvidada de la historia China, aquella de los reinos combatientes, así como la espectacular interpretación y dirección artística no merece desde mi perspectiva tanta inconsideración como he podido ver en las críticas. Quizás no sea una lección completa de filosofía confuciana, pero deja entrever la posición de uno de los mayores sabios de la historia oriental en uno de sus momentos turbulentos. Es el retrato de un hombre de rígidos principios éticos que soñaba con la paz en una era en que los seres humanos solo soñaban con el poder y la guerra. Es este elemento severamente transgresor del filósofo lo que pretende dejar ver esta película, esa transgresión que más tarde se convertiría en la forma de vida predominante en China. La banda sonora cautiva, aunque hecho de menos cierta dedicación a las formas musicales más propias de la época y de la cultura para un retrato más realista. Pero en términos generales, la película se merece una buena nota y por supuesto merece ser recomendada. Creo francamente que algunas críticas rozan el delirio, porque parecen resistirse a ver más allá de una superproducción meramente entretenida.

Película de factura china, bien realizada y excelentemente ambientada en la China del año 500 (antes de la era común). Da una primera impresión de la figura del sabio Confucio, pero queda pobre ante la enormidad de las enseñanzas de este maestro.
Pese a su duración ( algo más de dos horas) se hace entretenida y muy vistosa en las escenas de masas.Si usted ve esta pelicula, no se olvide de ahondar en la figura y enseñanzas de Confucio, válidas para toda época y todo pais.