Atrapada en el infierno

El cine de terror extremo tiene 2 variantes, una de ellas obedece a un terreno cercano o lo grotesco, a lo insoportable, la otra rebaja su tono, sin salirse de sus parámetros de barbarie, pero buscando un resultado menos agresivo para el espectador.

"The Seasoning House" pertenece a la segunda opción, su director, Paul Hyatt, se sabe en un argumento que sobrepasa el límite de lo desagradable, más aún, porque es conocido que el problema de la trata de blancas es absolutamente real, muchos aplaudirán que elija un camino más sutil, yo personalmente no me pronuncio al respecto, entiendo que cualquier enfoque es válido, en la variedad está el gusto, como apuesta similar, ya tenemos "A Serbian Film", bastante más atroz y dañina.

Hay que mencionar lo cercano que resulta el film a "El sótano del miedo", dirigida por Wes Craven en 1991, la idea de moverse a través de las paredes, por las entrañas de la casa, como uno refugio al encierro que supone un único y terrible escenario, donde resulta imposible escapar, es deudora de la estimable e injustamente olvidada cinta del director de "Pesadilla en Elm Street", si en aquella el protagonista directo era el maltrato infantil, aquí son las mujeres las damnificadas.

De su desarollo, bastante mejor el arranque, presenta la idea con precisión, con largos planos secuencia a cámara lenta muy bien montados, cuando la acción toma el control de la historia, mantiene bien el pulso, pero decae tristemente en su tramo final, donde pierde empuje, reduce su clímax opresivo y concluye de forma desacertada y poco gratificante, al menos para lo que se espera en una apuesta de estas características.

Pese a todo no es un film del todo despreciable, contiene suficientes elementos de interés para los amantes del terror excesivo, entre los que me cuento, no está a la altura de las mejores, pero sirve al menos para engrosar una lista que, por el momento, es bastante limitada.

El director desangra poco a poco a su primogénito. Lo que comienza siendo un prometedor espectáculo, enganchando desde la primera escena, va perdiendo el dramatismo que tan fácil alcanza desde su inicio. Hyett no consigue levantar el vuelo a tiempo en los momentos decisivos a mitad del filme, te saca a cuchilladas del éxtasis con algún que otro giro demasiado forzado, perdiendo tensión de manera alarmante y dejándonos con la miel en los labios comienza a desmoronarse bajo su propio peso y las expectativas que genera en el primer tramo. Lo mejor; Rosie Day.

Hay drogas, sexo, prostitución, armas, sangre, humo y mugre. No le des la espalda a nadie que pueda llevar un arma. No confíes en nadie.

The Seasoning House no es una gran película, pero no pretende serlo. La obra de Paul Hyett nos presenta la trama en el día a día de una casa de putas que se cae a pedazos, en medio de un conflicto en el que no hay héroes. Nos olvidamos de las americanadas de disparos en la cabeza sin sangre y muertes lentas con un discurso ronco y torpe: aquí no se andan con medias tintas.

La cinta rebosa doble moral, engaño y sadismo en un ambiente en el que las prostitutas son, más que nunca, un instrumento de ocio antes que personas. Hay algo de "Hostel" y "28 días después" donde la humedad, la madera que cruje y las grandes casas abandonadas ocupadas por militares cumplen un papel excepcional. El director Paul Hyett ha entrado en el cine de terror con un mazazo sobre la mesa, poniendo a los recursos más sádicos y cínicos del lenguaje más violento del cine de terror al servicio de un mensaje social, sin escatimar en disparos, persecuciones imposibles y enfrentamientos del más puro cine de acción, pero en esta ocasión no aparece Jason Statham, sino una pequeña niña sordomuda con mucho que decir.

He de decir que la película peca en ocasiones de giros dramáticos algo previsibles y poco innovadores, pero eso no le quita fuerza a la historia ni al reflejo de una situación social en la que unos son más que otros, como siempre ha sido y siempre será.

Película en la que describe con todo lujo de escabrosos detalles la situación de unas chicas raptadas durante la guerra de los Balcanes y sometidas a una prostitución forzosa. La primera parte es muy interesante, en la manera en que se introduce la situación, a la protagonista y al resto de personajes, y la segunda, aunque también está bien, quizá sea un poco exagerada. La actuación de Rosie Day sin embargo es espectacular.

Película malrollera en la que se reflejan, y no es la única, los estragos morales causados por la guerra de los Balcanes. Perdonamos que sea británica, porque los propios balcánicos ya son bastante salvajes a la hora de describirse a sí mismos. Un caserón es utilizado por mafiosos locales como prostíbulo para amantes del sexo violento, principalmente combatientes o ex combatientes tarados de la guerra de la ex Yugoslavia. Las chicas no están ahí por propia voluntad, of course, y todo es sórdido hasta el extremo, listo para hacer sufrir al espectador con una experiencia dura y con pocas concesiones. En fin, mucho mejor en su primera mitad, para quien le guste visualizar sufrimiento y depravación, pero que enfila la cuesta abajo a partir de ahí, transformada la cinta en un survival un tanto absurdo y poco imaginativo. Y el tramo final recuerda al de "Eden Lake", con lo que las ideas quedó claro que se agotaron a mitad de metraje. Aún así transmite angustia, que es lo que pretende, y su protagonista Rosie Day, en su papel de sordomuda lo hace bastante bien.