Cabalga con el diablo

Entiendo este film como una película antibelicista pero en la que se comprende a la vez la causa por la que los jóvenes se han lanzado a la guerra. Odia la guerra pero comprende a los que van a ella. Y no coloca la causa de la guerra como una certeza absoluta ( a lo que nos ha acostumbrado casi toda la filmografía bélica ) sino como algo determinado por las circunstancias que se antojan poco claras y, a veces, lejanas. Y con claras contradicciones. Por otro lado los protagonistas, simples jóvenes no adscritos a ningún ejército, ponen el punto de vista en lo menos relatado hasta ahora en este género: los luchadores de guerrilla. Las escenas de encuentros militares están rodadas con suma maestría y precisión histórica.

Las películas de Ang Lee están siempre (y por eso para mí es GRAN CINE) en el filo de los sentimientos encontrados. También están en el filo de dos momentos históricos. Y, frecuentemente, en el filo entre la primera juventud y la madurez.

En este caso unos jóvenes se lanzan a defender el modo de vida en el que han nacido y, por el camino, se les vienen encima sensaciones contradictorias. Además de la dureza de la guerra, de la desorganización, de las muertes, van viendo cómo aquello por lo que luchan no está claro y se limitan a sobrevivir como personas intentando cumplir a su modo con lo que la vida les va deparando.

Esa sensación de realismo, de incertidumbres, de necesidad de actuar pero sin certezas es una de las grandes cualidades que le veo a este director. Es la vida real, sin blancos ni negros, sino toda esa gama de grises (que incluye algunos rosas, sin duda) que la vida nos depara a todos.

Sabe cómo se siente un joven de 19 años y así lo plasma. Sabe que la guerra de Secesión no fue solo el choque de dos ejércitos claramente ideologizados y organizados, y lo muestra. Y presenta el fin de un modo de vida de los estados del Sur, que tendrán que irse adaptando poco a poco, hasta día de hoy.

En cuanto a otros aspectos, destaco la magnífica ambientación, sobre todo el vestuario, que habla por sí solo de la extracción social de los que lo visten. Y destaco la idea un poco "coral" de compañerismo entre los jóvenes muchachos, así como que el protagonista se va haciendo protagonista a lo largo de la película, cuando al principio es uno más, el relato va poniendo el foco sobre él.

Mujeres hay pocas, como suele ser en las películas bélicas y western, respondiendo probablemente a una realidad. En este caso no es una mujer idealizada (aunque su belleza llena la pantalla en ciertos momentos) sino una persona que vive y sufre.

Si acaso le achaco a esta película la falta de registros de expresión en el rostro tanto de Tobey Maguire como de Jewel Kilcher, que a veces muestran una impasividad no acorde con lo que ocurre, aunque creo que puede justificarse debido a su educación rigurosa, que les hace mantener una dignidad y una especie de "ataraxia". No es que no "sientan", es que están educados para no demostrar esos sentimientos en su expresión. Este registro lo domina como director Ang Lee desde la época de Sentido y Sensibilidad.

Por último hay pequeños guiños casi cómicos, muy sutiles, que responden a la gran inteligencia con que el director sabe ver la realidad. Y destacar las magníficas actuaciones de varios de los actores, de los que Ang Lee ha tenido el gran acierto de rodearse. Por curiosidad, tenemos a Simon Baker en un papel tan distinto al que estamos acostumbrados a ver, demostrando versatilidad y maestría interpretativa. Su papel, de niño rico a soldado guerrillero, está lleno de matices y creo que lo borda, como varios también de sus compañeros de reparto.

Terminaré diciendo que no entiendo una gran película como el fruto del ego de un director sino de la inteligencia de quien ha sabido de quién rodearse, desde fotógrafos a asesores históricos, desde actores a costureros. La sutileza de la mirada y la batuta de esta sinfonía es de Ang Lee, pero es resultado de un enorme trabajo que hay que valorar en todo su conjunto.

Ang Lee, director de cine taiwanés pero más yankee que un vaquero de Texas, parece conocer a la perfección las costumbres americanas. A rodado con soltura ésta cinta sobre la Guerra Civil Americana, en la que nos muestra un grupo de soldados irregulares que luchan por el Sur, curioso, ya que de el mismo grupo forma parte un hombre negro, recordemos que el Sur querían a los negros como esclavos, y éste no solo no es esclavo, sino que es uno más del grupo.

La película está muy bien, no trata sobre la guerra en sí, es decir, lo que son batallas apenas sale nada, trata sobre temas que tienen que ver con la guerra misma, como por ejemplo por qué unos eligen un bando u otro, ya que no solamente se elige un bando por la "causa" del mismo, sino casi siempre porque no tienen más remedio, dado el territorio donde vives o mismo por no enfrentarte a gente a la que quieres. Le falta a la película eso sí, profundidad en los personajes, cosa rara, pues esa parece ser una característica de Lee. Y sobretodo parece que le faltan escenas, hay historias sin acabar y parece que se saltan cosas. Pero vamos que está bastante bien.

Seguramente no pasará a la historia del western como un clásico. Ni tan siquiera se convertirá en una buena película, pero se trata de un film que entretiene y que se deja ver. Sin demasiadas pretensiones (tampoco las busca), da la particular versión de aquella guerra civil vista desde el lado de un ¿rebelde?, que se ve obligado a pelear en una lucha que al principio le traía sin cuidado. Por poner algún pero, digamos que a Tobey Maguire le falta algo de carácter en su papel, como al resto de compañeros de reparto, sus roles no están bien estructurados pero en definitiva la película te mantiene en el sillón hasta el final y eso ya es mucho si tenemos en cuenta algunos bodrios que incluso cuentan con más presupuesto y actores más consagrados. Por último, la banda sonora genial y la fotografía digna de apreciarla.

Quizá la película más floja del periplo americano de Ang Lee, Cabalga con el diablo es una producción fallida. La historia, mejor contada y con más ritmo, podría haber sido apasionante, pero tal cual la plantea Lee (o será cosa de que los dos protagonistas, Skeet Ulrich y Tobey Maguire, no son demasiado carismáticos; menos mal que Jewel y el plantel de secundarios conocidísimos dan la talla) se queda en un aburrido y pasable intento. Es otra historia de guerra más, pero no llega al corazón en ningún momento, pues está narrada de forma tan fría que deja indiferente. Lee filma las escenas de guerra con brío y maneja perfectamente el diálogo y las relaciones humanas, pero el guión de James Schamus, al contrario del que el mismo guionista escribió para la mítica Brokeback Mountain de Lee, no transmite pasión alguna por la historia que está contando, y además el ritmo es demasiado pesado. Ni el acertado apunte sobre los prejuicios y la sospecha logra tomar trascendencia entre tanta frialdad y lentitud.
No se lo tendremos muy en cuenta a Lee porque es un cineasta excepcional, pero Cabalga con el diablo no salió como debería haber salido.

Lo mejor: La realización de Lee y los paisajes naturales de la cinta.
Lo peor: Es aburrida y nunca logra interesar verdaderamente.

Dentro de la filmografía de este gran director que es Ang Lee, nos encontramos con una cinta que a priori parecería una obra maestra por el tema que trata y por su enfoque, pero el resultado, desgraciadamente, es todo lo contrario.

El filme se ambienta en plena Guerra de Secesión norteamericana y la historia se centra en el bando perdedor, los sudistas, en un grupo que se dedica a luchar en escaramuzas. En él se enrolan dos jóvenes (Tobey Maguire y Skeet Ulrich) que consideran la guerra casi como un juego, pero pronto se darán cuenta de que no es lo que ellos pensaban.

La película va mostrando la evolución de los personajes del grupo, concretamente los dos principales, y a la vez presenta a otros que se relacionan con el grupo de maneras distintas; desde unos sudistas renegados y violentos (con un joven y malvado Jonathan Rhys-Meyers) que recelan de uno de los chicos por tener ascendencia alemana (los alemanes simpatizaban con la Unión y por tanto no eran bien mirados por los sudistas), hasta una viuda (Jewel) que les provee de comida mientras pasan el invierno a la intemperie. La relación con esta última será más especial e íntima, y condicionará el destino de uno de los guerrilleros.

Como es habitual en este tipo de dramas, y en especial si son de Ang Lee, la fotografía de exteriores es magnífica, y los aspectos técnicos muy cuidados. También nos regala dosis de su talento en las escenas de batallas, muy bien ejecutadas. Pero, a pesar de tener tantos elementos a su favor, Lee no consigue despertar excesivo interés en el espectador. El planteamiento del filme resulta falto de ritmo, un tanto denso y carece de la chispa que la historia debe tener para resultar atractiva. Además, si a esto le sumamos su excesiva duración, hace que “Cabalga con el diablo” no llegue a ser la gran película que esconde en su interior y se mantenga oculta cerca de la superficie, sin poder emerger debido al lastre de su tempo narrativo.

Las actuaciones no desentonan por lo general, aunque Tobey Maguire sigue teniendo esa cara de pánfilo para cualquier momento del día y para cualquier película, da igual que interprete a Peter Parker que a un pistolero sudista. Nada que destacar, salvo la interesante vena dramática que demuestra Jewel, todo un acierto.

Ang Lee firma, pues, una de sus películas más flojas, pero no por ello mala, al menos no mala del todo.