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El diablo a las cuatro

Aventuras Cuando un volcán, situado en una pequeña isla del Pacífico Sur, entra en erupción, un sacerdote (Tracy) y tres presidiarios arriesgarán la vida para salvar a los niños y al personal de un hospital infantil. (FILMAFFINITY)
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
15 de abril de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, no es una película de catástrofes. Es sin duda una historia de expiación; la expiación de un viejo sacerdote que ha perdido la fe, la expiación de tres hombres sin esperanza y sin nada que perder, la expiación de un pueblo que apartó de su lado a sus hijos más necesitados; y debería pagar por su olvido.

No, no era el volcán quien estallaría a las cuatro; era el diablo quien a las cuatro vendría a por sus almas. Y sólo unos pocos hombres y mujeres, por distintas motivaciones, le harían frente.

Un Spencer Tracy ya al final de su carrera vuelve a bordar una vez más su personaje, y Frank Sinatra interpreta la mejor actuación que le recuerdo en el cine. Los efectos especiales resultan correctos, aunque evidentemente se notan demasiado los decorados y las secuencias de exteriores rodadas en estudio (pero hay que tener en cuenta la época, entonces todo esto era muy costoso; y requería mucho esfuerzo y mucha imaginación), pero como ya he dicho éste no es el punto fuerte de la cinta sino que lo es su relato.

El director Mervyn LeRoy es un buen narrador de grandes metrajes como ya demostró en “Quo Vadis”, o en “El FBI contra el imperio del crimen”, que independientemente del valor que les otorguemos, hay que reconocer que están bien contadas; y no es fácil cuando se alargan tanto. Y a mi corto entender “El diablo a las cuatro” fue su mejor trabajo. Uno de esos magníficos, esplendidos, soberbios, y aún más adjetivos con los que no quisiera aburrirles que dio a la luz aquel Hollywood que ya jamás volverá; y al que… añoro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Plácido Eldel Motocarro
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27 de febrero de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podríamos dividir, así como hace cierta enciclopedia china en el relato "El idioma analítico de John Wilkins" del maravilloso José Luis Borges, las películas en dos categorías: aquellas que cada vez que la ves te gusta más, por ejemplo, "Indiana Jones y el Templo Maldito"; y las que te parecen peor, como por ejemplo, "El diablo a las cuatro". En su defensa diré que esto no indica en todos los casos que las primeras sean mejores que las segundas. En general sí, pero también depende de cómo estén elaboradas. En las que ganan con cada visionado, no importa saber lo que pasa. Diría que se busca la perfección en cada secuencia, éstas se hacen para que las disfrutes. Por eso gustan siempre. En las otras se subordina la trama a la sorpresa y a la intriga, y se busca emocionar con giros dramáticos que descolan al espectador. Lo malo es que si ya sabes lo que va a pasar pierden bastante.

No sé si esta es la explicación para la pequeña decepción que ha supuesto "El diablo a las cuatro" o es que no es tan buena como recordaba cuando la vi hace unos cuantos años. Sea como fuere hay por ahí algunos flecos que afean el producto final. 126 minutos son demasiados para lo que se está contando, incluso hay momentos en los que te se hace algo pesada. Le falta agilidad y le sobran secuencias, especialmente algún que otro personaje, cuya presencia en todo caso debería ser mínima. Por ejemplo, el cura joven que no sé bien que papel juega o "Carnicero" que se pasa de gracioso. También veo fuera de lugar la precipitada historia de amor, el forzadísimo final o un proselitismo católico demasiado evidente. Por lo demás, entretenida cinta de aventuras, con personajes bien definidos, tensión, sensibilidad y un halo religioso que trasciende al mero género de catástrofes.
Reaccionario
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24 de mayo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empecé a ver este "El diablo a las cuatro" sin tener idea de su argumento o género, y durante la primera hora (más o menos) no ocurre nada de lo que se explica en la sinopsis: ni volcán, ni rescate, ni nada... solo la adaptación a una isla tropical del nuevo sacerdote, quien se afana en conocer a su predecesor.

Esta parte, y la descripción del personaje de Tracy como el sacerdote derrotado que deja contra su voluntad su trabajo en un hospital que él mismo creó, constituye - de hecho - toda esa primera hora de metraje.

A partir de ahí comienza una entretenida película de aventuras que anticipa el género catastrofista que tanto triunfó en los 70. No falta ni su paso por un puente semi-derruido.

Resulta un producto muy interesante de ver, con una gran interpretación de Spencer Tracy y una correcta de Sinatra.

Aunque la película también tiene sus peros, sobre todo sobre su verosimilitud, que pasaré a detallar en la zona spoiler.

En fin, recomendable, sobre todo para recordar un cine que ya no se hace, con sus efectos especiales (bastante decentes), sus alusiones veladas a todo lo sexual (el piloto del hidroavión que conduce a los protagonistas a la isla donde todo sucede, no necesita coger habitación en el hotel porque "tiene alojamiento" en casa de una isleña...) y sus inevitables ¡arenas movedizas!.

Y algunas frases que debían considerarse de lo más cool y que tenían que decir los rudos hombres que protagonizaban estas aventuras, como cuando al copiloto del citado hidroavión le piden que vuelve al volcán de marras y él contesta:
- Mi mujer no sabría qué hacer con un cadáver en la cama
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
BelénLo
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29 de enero de 2024
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Un misionero alcohólico (Spencer Tracy) y tres presos (Frank Sinatra, Bernie Hamilton, Grégoire Aslan) trabajan para salvar una colonia de niños leprosos de una isla del Pacífico amenazada por un volcán en llamas. ¡En la alta tradición de aventuras de "Los cañones de Navarone"!. ¡En la gran tradición de alta aventura de "El puente sobre el río Kwai"!. ¡Saltaron al infierno para salvar parte del cielo!. ¡Fue el padre Perreau quien llegó, y el padre Doonan fue reemplazado!

La película se desarrolla a lo largo de 48 horas de tremendo suspense mientras la naturaleza sufre un implacable alboroto de lava, volcánica explosión y total destrucción. El significado y relevancia del título de esta película es que se dice que sus orígenes literarios derivan de un proverbio que dice: "Es difícil para un hombre ser valiente cuando sabe que se encontrará con el diablo a las cuatro en punto". Además, en la historia de la película, el equipo de aventureros rescatadores sale a salvar a los leprosos en la montaña después de que el volcán haya entrado en erupción y la isla haya sido evacuada. Deben regresar a las 4:00 horas del día siguiente, que es la fecha límite para la salida de la isla de la última goleta. El reparto de calidad apenas compensa la algunas veces irregular trama. En El diablo a las cuatro (1961), Spencer Tracy y Frank Sinatra tienen una batalla real por los honores de actuación en una isla del Pacífico amenazada por una erupción volcánica. Los personajes recuerdan a los de Graham Greene. Spencer Tracy es muy bueno interpretando uno de sus amables papeles habituales, como el sacerdote excéntrico y malhumorado que recluta a tres convictos reacios para que le ayuden a rescatar una colonia de leprosos para niños. Y Frank Sinatra está bastante bien como el prisionero con un corazón de oro que desea su redención a través del amor. Junto a los siempre geniales Tracy y Sinatra, aparecen una serie de simpáticos personajes secundarios que prestan su debido apoyo con sus agradables interpretaciones, tales como: Kerwin Mathews, Jean-Pierre Aumont, Grégoire Aslan, Alexander Scourby, Barbara Luna, Cathy Lewis, Bernie Hamilton y Marcel Dalio.

Muestra una cinematografía colorida del camarógrafo Joseph F. Biroc; la mayor parte de la película se realizó en Hawaii, pero la explosión volcánica se filmó en California. La isla que se ve en la explosión era en realidad una pila de barro paisajístico de 200 pies de largo y 45 pies de alto, llena de explosivos. El volcán de esta película se construyó desde cero en unas tierras de cultivo en las afueras de Fallbrook, California. Cada toma requirió empaquetar cientos de libras de explosivos y una "erupción" cuidadosamente orquestada para ser filmada por el camarógrafo sentado en los patines delanteros de un helicóptero. Una erupción estalló un poco antes y casi acaba con el helicóptero, quemando las cejas del camarógrafo y parte de su cabello. Debido a que las erupciones parecían tan buenas, este volcán sucedáneo proporcionó material de archivo para otras películas, comerciales, etc., durante décadas. Añadiendo una partitura musical emocionante e imaginativa del compositor George Duning. Esta película de catástrofe a gran escala fue dirigida profesionalmente por Mervyn Leroy y tuvo bastante éxito. Mervyn fue un artesano de Hollywood que anteriormente realizó la clásica película de mafiosos: ¨Little Caesar¨ con Edward G. Robinson y además, produjo y dirigió en parte, sin créditos, el clásico del estudio Wizard of Oz (1939). Era un típico cineasta de Hollywood que dirigió muchas películas fastuosas y generalmente exitosas, tales como: ¨Gold Diggers 1933¨, ¨I am a Fugitive from a Chain Gang¨ , ¨Waterloo Bridge¨ , ¨Anthony Adverse¨ , ¨Gypsy¨ , ¨Million Dollar Mermaid, Without Reservations¨ y ¨Little women (Mujercitas)¨ que ganó el Óscar: Oscar 1949 Dirección de Arte/Escenografía, ¨Treinta segundos sobre Tokio¨ y su gran éxito: ¨Quo Vadis¨. La película atraerá a los fans de Sinatra/Tracy y a los entusiastas del género de desastres. Diablo a las 4, calificación: 6,5/10. Bien vale la pena verla.
miguelan
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