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Bajo la piel de lobo

Drama Martinón es un trampero solitario, el último habitante de un remoto pueblo en las montañas. Su único contacto con otros seres humanos se produce en primavera, cuando desciende al valle para comerciar con las pieles de los animales que atrapa. Sin embargo, con la llegada de una mujer a su vida, empezará a experimentar nuevos sentimientos. Este singular encuentro le obligará a elegir entre descubrir su vulnerabilidad o abandonarse a su lado más salvaje. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 19
Críticas ordenadas por utilidad
19 de agosto de 2018
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un trama lenta, propia de los pueblos deshabitados en la montaña, "Bajo la piel de lobo", nos presenta una mirada de contrastes interesante y un punto de reflexión. El ritmo lento del film, que puede llegar a inquietar al espectador, parece un reflejo del mundo interior de un protagonista, rudo, huraño y brutal, que vive aislado en soledad de la montaña, y que tiene la caza como medio de vida. Por otra parte, en un contexto histórico en el que la vida de las mujeres está supeditada a las decisiones de los padres, y posteriormente a las de los esposos, los aldeanos se presentan como más "civilizados". "Bajo la piel de lobo", trata mostrarnos que las apariencias engañan y que la honestidad, en ocasiones, requiere de una segunda mirada.
A nivel interpretativo, Mario Casas borda la rudeza de un personaje inexpresivo, que se comunica con gruñidos, y que poco conoce de la ternura, la amabilidad y el buen trato, sin que el film nos permitan ahondar en los orígenes de ello. Irene Escolar, como protagonista femenina, trata de acercarnos al plano emocional y a la dureza de aceptar, con resignación, vivir un guión no elegido. Lo mejor del film, el entorno natural en el que se encuadra, la fotografía y los primeros planos.
Tautou
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13 de septiembre de 2018
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corría el mes de marzo, el sol parecía estar sonriéndole a los árboles, a las plantas y a la raza humana en su conjunto. La temperatura exterior era la definición misma de la primavera, de la vida, de las promesas, y nada hacía indicar a los presentes en la sala de juntas que pasar una mañana entera reunidos en el edificio más alto de Madrid, en chaqueta, corbata y zapatos, tuviese el más mínimo de los sentidos. Pero no podía pasar de aquella mañana.
—Señores, si no salimos de esta reunión con un proyecto, ahora sí que sí, se acabó.
—Don Expósito, si me lo permite…
—¿Peláez, otra vez? ¿Cuántas veces voy a tener que repetirle que la gente no quiere ver una película sobre perros que tienen la habilidad de convertirse en parques de atracciones y que, en lugar de sembrar el caos, utilizan su poder para defender al mundo?
—Pero es que he hablado con el representante de Mario Casas y me ha dicho que le gusta la idea. Me ha pedido que le envíe el guión.
—Ni Casas, ni Casos, so desgraciado. Pero, vamos a ver, ¿es que usted se ha creído que la gente va a ir corriendo al cine sólo porque en la película aparezca Mario… —Don Expósito calló súbitamente y guardó silencio mientras sus ojos, ahora paralizados, miraban con detenimiento una mota de polvo de la cristalera del rascacielos.
—¿Don Expósito? ¿Le envío el guión?
No, pero dile que se vea El Renacido y que empiece a dejarse barba.
Anthonyce
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2 de octubre de 2018
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo no sé si he visto otra película que el resto, para mí ha sido un buen metraje, los silencios eran precisos, para nada lenta, y Mario Casas me ha sorprendido, ya que de normal me gusta su forma de actuar pero si estuviera callado mejor, así que en este caso le va perfecto, porque gesticula y gruñe muy bien aquí y no necesita más.
Después he leído por ahí que era un personaje odioso,
¿por qué? Es bruto si, está asilvestrado, también, pero hay que entender que vive sólo en la montaña, el trato en la cama no es el más correcto, pero tiene muchos detalles que aún a dia de hoy les falta a muchas personas...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sofia Ruiz
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21 de septiembre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que sí, que la fotografía, que el paisaje, pero qué aburrimiento de trama.
Todo el peso recae en Casas, que apenas habla. Y ya conocemos el viejo truco de hacer a los personajes casi mudos, porque hablando es como se juzga una buena o mala actuación. Hay que decir que el Casas casi mudo está mejor que en la mayoría de sus películas.
Pero que sosería de película, qué aburrida, qué cansina esa música pseudotrágica.
Me. Imagino que siempre habrá alguien del círculo del director que lo ponga aquí por las nubes. Pero estopasó, con razón, sin pena pero tampoco gloria.
yoparam
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10 de marzo de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento, es que no puedo, y juro que lo he intentado. Pero me cuesta horrores no imaginar qué hubiese sido de cada película adulta en la que consigue colarse Mario Casas si la protagonizase cualquier otro actor. Lo que hay entre Irene Escolar y Mario Casas no solo es falta de química -que también- sino una desorbitada desigualdad de talento y oficio. A ella ni siquiera le hace falta abrir la boca para transmitir con un solo gesto miedo, soledad, orgullo reprimido y aprensión hacia un hombre con el que la han obligado a convivir. A él le basta con abrir la boca para echar por tierra lo que, durante el primer cuarto de hora de metraje, sin diálogos, sienta las bases del mayor atractivo de la cinta: la inagotable belleza natural del suroeste de Asturias y algunos parajes de Huesca.
Dar el pego como un trampero solitario que vive en las montañas no consiste solamente en engordar, dejarte barba, comer con las manos, emitir gruñidos y describir a las mujeres como si fuesen animales a los que hay que domesticar. Detrás de la transformación física y el permanente enfurruñamiento de Casas no hay un alma, ni pura ni corrompida. Simplemente fachada. Ni tampoco puede decirse que, para sostener un relato de esta índole, baste únicamente con la fuerza de los paisajes filmados. A no ser que estés rodando un documental de naturaleza, o seas Jean Jacques Annaud. No se da ninguna de esas dos condiciones.
antonio lopez herraiz
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