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Torremolinos 73

Comedia. Drama España, años 70. Alfredo López está casado con Carmen, peluquera y esposa fiel. Cuando empieza a irle mal su trabajo de vendedor de enciclopedias a domicilio, se les presenta la oportunidad de ganar dinero haciendo películas eróticas en super 8, que se exportarán a los países escandinavos bajo la forma de una falsa enciclopedia sobre la reproducción en el mundo. Inspirada en hechos reales. (FILMAFFINITY)
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Críticas 26
Críticas ordenadas por utilidad
12 de noviembre de 2006
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un prometedor planteamiento (basado según se dice en hechos reales) y algunas ideas divertidas (las alusiones a Ingmar Bergman o al cine español de los 70), esta película no sería la misma sin lo que es su absoluta alma: Javier Cámara y Candela Peña, inmensos y rebosantes de naturalidad y credibilidad.

El conjunto es agradable, pero el problema es que a mitad de camino todo se dirige a lo intrascendente y demasiado previsible, los personajes secundarios no aportan apenas nada, no se rematan bien los gags y queda en parte sin explotar un argumento que en otras manos podía haber sido un filón. A lo mejor, como hace el personaje de Cámara viendo cine de Bergman para aprender el oficio, Pablo Berger debió también revisar más antes de su debut, por ejemplo a Billy Wilder.
Ennis
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5 de julio de 2007
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui al cine a ver esta película con título de españolada “Torremolinos 73”, casi esperando un remix de las películas de Pajares, Esteso, Ozores o a lo más, la vuelta del landismo de manos de Javier Cámara, pero hubo un grata sorpresa.

Detrás de este título tan acertado para hacer taquilla, pero que tanto despista a los que huimos de las españoladas, se esconde una historia basada en hechos reales, con la que su director Pablo Berger hace su especial homenaje al cine, con referencia a Bergman, a las españoladas de las que hablábamos antes, incluso al porno. Pero no sólo consigue eso, demuestra que hay muchas formas de hacer comedia, se puede conseguir hacer reír a una sala entera sin tener que caer en la ordinariez.

Una producción discreta, pero que se salva gracias a un guión fresco, inteligente y ameno, así como varios sketch de lo más divertido. Todo esto se magnifica si depositas la confianza en dos actores como la copa de un pino, Javier Cámara, un actor que se mueve como pez en el agua por la comedia y Candela Peña, una de las actrices con más talento y que le saca más jugo a sus personajes. Peña y Cámara son una combinación perfecta para conseguir arrancar carcajadas y también lágrimas si se lo proponen.

Una dignísima ópera prima, que demostró como con trabajos discretos se podía hacer buena taquilla, sólo y exclusivamente porque lo que has hecho es un buen trabajo.
VICONCE
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27 de noviembre de 2009
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertidísimo debut de Pablo Berger y, hasta la fecha, único largo de este poco prolífico director bilbaíno. Como su propio título indica, Torremolinos 73 está situada en la España cutre y atrasada de principios de los 70, y en ella se da cuenta del desternillante rodaje de una película pornográfica por parte de un joven matrimonio interpretado por los casi siempre cumplidores Javier Cámara y Candela Peña. Pese a lo que su aparentemente insustancial argumento pueda dar a entender, la ópera prima de Berger no es la típica chabacana a la que nos tiene acostumbrados nuestro cine patrio. Detrás de esta graciosa comedia encontraremos una amable crítica al tardofranquismo paternalista, una sensible historia de amor y un sentido homenaje a la cinefilia que incluye elementos tan dispares como Igmar Bergman, el formato super8 y El último Tango en París. Además, Berger, al afirmar que la película está basada en hechos reales, sabe jugar con los confusos límites que a veces separan la realidad de la ficción. Recomendable debut, pues.
FERNANDO BERMEJO
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26 de enero de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera mitad de los años setenta. Alfredo (Javier Cámara) y Carmen (Candela Peña) son el paradigma de matrimonio joven que vive el “boom” del desarrollismo español no exento de una presión moral aún auspiciada por un gobierno franquista agónico y decadente. Él trabaja para Ediciones Montoya como vendedor de Enciclopedias a Domicilio y es consciente de lo de lo dura que es la labor de aguantar cono le cierran la puerta a los morros. Ella trabaja a medio jornada como peluquera y está ansiosa de tener un hijo con después de varios años deseosa de tener un hijo con él que no llega.

Cuando las ventas bajan y Don Carlos (Juan Diego) jefe de Alfredo, está obligado a emprender una estructuración, a la pareja no le queda más remedio que seguir con el plan B alternativo propuesto por: realizar películas caseras para la televisión con el fin de ser exportadas a los países escandinavos. Un frenesí de situaciones rocambolescas van a tambalear esa anodina vida aburrida de pareja que cada uno por su cuenta va aprender más de lo que deberían saber. Ella quiere consolidar su relación con Javier y si tiene que desnudarse frente a las cámaras, ningún problema, y Javier solo quiere hacer lo mejor que se le da: hacer cine.

Inspirada en el caso real del desarrollo y creación de una desconocida película clasificada “S” titulada “Aventuras y Desventuras de una Viuda muy cachonda”, film que se estrenó con gran éxito en Dinamarca. Berger, obsesionado con el tema a partir de un artículo, contó con producción danesa para hacer realidad su proyecto contando con la intervención secundaria del ahora tremendamente popular Mads Mikkelsen (Después de la Boda; Casino Royale, La Caza).
Natxo Borràs
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28 de julio de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confiaba poco en ella, y me equivoqué... Aunque su trama resulta increíble, la realización refleja fielmente, el principio de los años setenta: pautas de comportamiento, ambientación, incluso su fotografía que nos traslada casi cincuenta años atrás.

Javier Cámara se muestra contenido, excelente en sus contradicciones; Candela Peña temerosa, tímida, muy en la línea de ciertas actitudes, adoptadas por algunas mujeres durante aquellos años. Cameo de Máximo Valverde, interpretándose a si mismo.

Tiene ternura, los personajes resultan cercanos, incluso en algún momento cálidos... A medida que avanza, las escenas mas "arriesgadas" se acompañan de música muy conocida de la época, lo cual le resta trascendencia, manteniendo de esa manera, el tono de comedia.

Un acierto en la dirección y tratamiento de la historia.
LEUGIM
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