Torrente 2: Misión en Marbella

El óscar se lo dieron a aquel australiano por hacer de romano en la película de gladiadores. ¡Y a mí qué! Eso lo hace cualquiera.

La película es una comedia de acción, técnicamente muy buena, y con una columna vertebral de gags desternillantes desde principio a fin.

Evidentemente, el humor es en ocasiones grueso y eso no es del agrado de todo el mundo, como el personaje de Torrente en sí.

Destaca el papel de Gabino Diego, que parece un auténtico gilipollas.

Es una película para verla dos o más veces.

Una de las comedias tontas que más me han hecho reir, sino la que más. Vista ya varias veces, no pierde su encanto. Guión sencillo, reparto urbano y film que deja contentos a todo el mundo, muy especialmente, al que la ve.

A ratos agradable y a ratos algo floja, esta peli que para mí supera con creces a la primera parte, es divertida, tiene acción y aunque no sea la mejor en cuanto a cine español es una gran película divertida. Santiago mal actor pero muy buen doblador y director(lo de doblador en otros casos claro).

Me divertí con Torrente 1. Pero esta me dio la impresión de que no se lo curraron mucho.


Por ejemplo, José Luís Moreno y sus secuaces... patéticos, los de la primera película, eran mas serios.

Por otro lado demasiado cameo, cameo cameo cameo.

Solo Torrente 3 es peor que esta. Esta bien hacer pelis de risa, pero tomándoselo en serio.
Cine español.

La primera de las consecuencias del lamentable éxito de "Torrente el brazo tonto de la ley" fue esta impresentable continuación localizada en la ya muy decadente Marbella. Podía haberse conseguido un producto divertido y aprovechar los bellos escenarios elegidos si no fuera por lo borde que es el guión y lo rabiosamente vulgar que resulta el humor que la recubre. Hay además colaboraciones de gente inaguantable en el reparto y es que en una película "profesional" no se deberían incluir a determinados personajes. A una cinematografía como la española que lleva muchos años sin recuperarse de la falta de ideas y de una insufrible decadencia lo único que le faltaba es un personaje como Santiago Segura para asegurarnos de que dicha decadencia no terminará nunca. Y así continuan las secuelas.