Una vida a lo grande

La película más que entretenida. Además de humor tiene mucho de drama y nos manda un mensaje brutal, demoledor y quizá muy reaccionario; con una mala uva tremenda que hay que saber leer entre líneas.
Los "salvadores del planeta" son literalmente "enanos". Enanos que no se dan cuenta que junto a ellos y su egoísmo buenista, hay gente que sufre y lo pasa mal. Es más fácil pensar en cosas abstractas como el cambio climático y el eco-apocalipsis que en la gente que nos rodea.
Resulta que la mejor persona del asunto es una inmigrante y coja, que además asiste (¡tócate las narices viniendo de Hollywood!) a una iglesia evangélica pentecostal o carismática de lo más cutre: Esa al menos sí hace cosas concretas por los demás, que cambian las vidas de manera práctica aunque sean simples granos de arena frente a los proyectos de los "bien pensantes".
Los diseñadores del plan mundial para salvar a la humanidad se presentan como una especie de secta hippie, y terminan donde deben (no "espoileo") bien lejos del mundo real. Ahí ya me partí la caja...
En fin; si sabes leer entre líneas, verás que el mensaje tiene mucha cola.

La película inicia bien. Tiene una premisa interesante. Te dices a ti mismo, "El mundo se está acabando por la polución y sobrepoblación... ¿La solución? Hacernos más pequeños." Evidentemente la producción de basura se vuelve menor, pero a las personas no les importa el mundo. En absoluto. Y este no es el problema. Vamos a la película:

Aunque se mantuvo un inicio bastante llamativo, no se sostiene. Se entrelazan historias que no están del todo concretas. Podría decir que le falta un soundtrack más llamativo o también haber ido más al fondo de la vida de los personajes.

Habría sido interesante que se indagase un poco más en la premisa. Vaya que es interesante el hecho de vivir en un mundo en miniatura para salvar el mundo, ¿a que no? Pero se volvió una película más... Romántica.

Oh, y no quiero olvidar darle una mención especial a la actriz Hong Chau. Muy buena actuación.

Opinaré acerca de los personajes y su evolución en la película en los spoilers:

Alexander Payne es el gran guionista y director de Entre Copas, Los Descendientes y Nebraska, por citar tan solo sus trabajos que más me gustaron y por otra parte lo hicieron conocido o le dieron la fama que hoy le permite trabajar con un gran presupuesto para la Paramount en esta nueva y floja nueva película suya cuyo título en castellano no traduce literalmente el fenómeno de empequeñecimiento del cual verdaderamente trata la película. Un film que con ritmo de comedia bien podría instalarse en la ciencia ficción.
El film dura 2 horas y 15 minutos, pero lo único rescatable e interesante son los primeros 30 minutos donde plantea el tema de la miniaturización. Después de eso, la nada. La idea es que los miniaturizados se vuelven ricos porque consumen solo una centésima parte de lo que les demanda una vida normal. Pero como mantienen sus recursos, la miniaturización es negocio puro. En lugar de trabajar pueden dedicarse al ocio. Sus vidas, entonces, se vuelve disipada y viven de fiesta en fiesta aunque en esa pequeña sociedad de la abundancia se mantienen las diferencias sociales. Es decir, algunos son más ricos que otros.
Si el film pretende ser una crítica contra el capitalismo más salvaje, me parece un tanto ridícula. La sociedad de la abundancia que aparece en el pequeño mundo ideado por Payne es un sinfín de fiestas, baile, sexo, drogas, y alcohol. Parece una sociedad ociosa en la que cabría preguntarse hasta qué punto puede llevarse una vida de puro gasto sin renovar recursos. Claro esta que esta pequeña sociedad convive con la sociedad normal, en las que las diferencias sociales y las necesidades básicas continúan con alarmantes signos de insatisfacción que de alguna manera bien podría estar siendo financiada por los recursos ociosos de la sociedad miniaturizada. Pero esto es una simple especulación propia, la película ni siquiera lo insinúa.
En el tercio final, Payne se sumerge en el misticismo religioso y sus personajes emprenden una especie de viaje hacia la tierra prometida y la búsqueda de su creador, el físico noruego. La película de ciencia ficción que comenzamos viendo es ahora un film pretendidamente místico. La película cae en una nada bastante preocupante tratándose de un escritor y director tan notable como Alexander Payne. Deseo que sea solo un traspié de alto presupuesto. Con mucho, pero mucho menos, había logrado películas notables.

Una película que trata un tema distinto.
Te mantiene en intriga hasta el final pero en lo personal es una película que no volvería a ver.
Impredecible y algo floja que hace por momentos que pienses si verla o no hasta el final.

Aconsejo verla pero sin esperar demasiado de ella.

Y es que cuando vi el tráiler en el cine, pensé, que idea más estupenda, a ver luego hacia donde la lleva. Como no, cuando la ves, pues se cae. Es raro que la haya explotado, en los días que vivimos hoy en los que la venta de cambio climático vende mucho, pensaba que iba a aprovechar para vender su idea, pero no, se decanta por ser más comercial y superficial.
El caso es que la estoy viendo y me empiezan a surgir muchas dudas y preguntas que os diré en la zona spoiler.

Los actores están bien, si están bien, aunque hacia el final, se estropea todo.

La fotografía está bastante bien. Es agradable de ver.

La dirección debería haber sido más espectacular. Sería lo suyo en esta película, aprovechar la ocasión para hacer planos bonitos. A medida que avanza se va cayendo y se va hacia comedia tonta.

Si la hubiese hecho en plan crítica seria, seguro que habría sido más interesante, estuvieses de acuerdo o no con sus postulados.