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Nueve canciones

Drama. Musical. Romance Lisa es una estudiante estadounidense que está pasando un año en Londres. Matt la conoce en un concierto de Black Rebel Motorcycle en Brixton Academy y se enamora de ella. Su relación amorosa estará jalonada por las canciones de los grupos a cuyos conciertos asisten: Black Rebel Motorcycle Club, The Von Bondies, Elbow, Primal Scream, The Dandy Warhols, Super Furry Animals, Franz Ferdinand y Michael Nyman. (FILMAFFINITY)
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Críticas 76
Críticas ordenadas por utilidad
30 de agosto de 2015
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Decir que esta película está basada o inspirada en la novela Plataforma de Michel Houellebecq es mentir de manera bellaca. Recomiendo leer la novela si se tiene buen estómago, que la verdad es que lo remueve.

Y es que ni siquiera se puede llamar a esto película, ya que el argumento es imaginario, y uno lo descubre mejor leyendo esta página que viendo la película. Se supone que se deberia ver (según dicen algunos críticcos) la evolución de la relación entre los personajes, pero no es así. Lo que se ve es una sucesión de canciones de grupos pop que dicen que hacen rock, y que no tienen (a mi juicio) mucho interés. Y se van intercalando escenas de sexo más o menos explícito. Y una voz en off que va contando lo que no se ve en la pantalla para que el espectador no se pierda del todo.

La verdad que con una música mejor y mostrando la evolución de la relación hubiera quedado una película resultona. Utilizar el sexo de manera explícita me parece una evolución lógica del cine, y en este caso la historia lo permitía.

En lo positivo sólo destaco Michael Nyman, que sale al final de la película, y la valentía de Margo Stilley, una modelo americana que se deja retratar aquí con una fotografia poco beneficiosa. Sale más bien feucha, la pobre, y si se ven fotos de su trabajo como modelo, parece un pivón que te mueres.
Ronnie Drew
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12 de junio de 2017
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Winterbottom elabora un ensayo de película, más que un cine de ensayo, que se hace largo e interminable, pese a su corta duración como largometraje y pese a enlazar las escenas de sexo e intimidad de una pareja con actuaciones de grupos de rock, seguramente porque esa alternancia resulta arbitraria, y porque la hilazón narrativa entre las escenas de rock y de música es casi inexistente. Se habla de pornografía y erotismo para entender estas escenas de sexo explícito, pero este sexo, ya sea solitario o en pareja, está rodado con una extrema frialdad, lo que le resta interés, convirtiendo estas escenas en algo incómodo y casi insoportable para el espectador. La actuación de la pareja protagonista resulta igual de fría, y no conseguimos empatizar con ellos. La conexión entre sexo, rock y drogas no sólo está muy manida sino que además está mal planteada. En suma, me parece un film malogrado, que no convence, por mucho que quiera provocar o experimentar.
Pedro Triguero_Lizana
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15 de octubre de 2018
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"9 Song", es de esas películas que indudablemente dividirá la opinión de cada persona que la vea, pero eso si nadie se quedara indiferente, y es que tenemos a quienes la alaban y la toman como una hermosa oda al arte, al amor y a la sexualidad, están los que solo la ven como un producto pretencioso, banal y hasta pornográfico, y los que como yo, estamos en un punto neutral, en el que la vemos simple y sencillamente como lo es en realidad, cine de autor.

Y es que si te vas a poner a ver una cinta de autor, ya debes estar bien predispuesto a que te puedes encontrar cosas o muy buenas o simplemente una experimentación de parte del director, y creo que eso ultimo es exactamente lo que es "9 songs", por lo tanto creo que no hay experimentos buenos o malos, solo son eso, experimentos y como tal deben ser tratados.

En general creo que esta es una película que deberías ver solo si tienes ganas de ver un cine de autor con una fuerte carga de escenas de sexualidad, que si bien para mi no caen en lo vulgar ni mucho menos en lo pornográfico, tampoco se me hace cine de arte, ni me transmite mucho, ah y por cierto las 9 canciones están bien, pero como te digo que tampoco son grandes piezas de arte, hay algunas mejores que otras pero en general creo están bien, y claro como era de esperarse las canciones líricamente son conductores entre escenas y momentos por los que van pasando los protagonistas.
RHRoland
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21 de febrero de 2022
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"Las películas son más armoniosas que la vida. En ellas no hay atascos ni tiempos muertos". Lo decía el personaje de François Truffaut en “La noche americana”, y aunque la frase suene a poesía para cinéfilos, a disertación de la Nouvelle Vague, lo cierto es que es una verdad como un templo. A este lado de la pantalla, la vida es un transcurrir aburrido, cansino, ocupados como estamos en ganarnos el pan, tramitar los asuntos, desplazarnos de un sitio a otro por las carreteras y las autovías. La vida se nos va en dormir, en preparar café, en vestirnos y desvestirnos. En hacer la comida y en fregar los platos. En encontrar el mando a distancia. En cambiar una bombilla. En esperar a que las heces salgan de su laberinto. En recoger a los niños, esperar el autobús, guardar la cola en la carnicería. La vida de los espectadores no avanza ligera como los trenes en la noche. Eso también lo decía François Truffaut, pero ya no recuerdo dónde.

Michael Winterbotton -que es un cineasta libérrimo que filma más o menos lo que le da la gana- decidió aplicar la máxima de Truffaut para contar la historia de amor entre Lisa y Matt: dos jóvenes que se conocieron en la noche de copas, ciñeron sus cuerpos al ritmo de la música rock, y luego, ya refugiados en la intimidad del apartamento, se entregaron al sexo con la alegría de los humanos guapos que se reconocen como tales. Nueve canciones y nueve polvos: a eso se reduce “Nine Songs”. Nueve canciones que son más o menos la misma, pero nueve polvos que son muy diferentes, juguetones, casi como el catálogo sexual de la juventud moderna que se desea.

“Nine Songs” es cine depurado, deshuesado, reducido a su quintaesencia de momentos decisivos. No tiene los atascos ni los tiempos muertos que Truffaut le achacaba a la vida. Solo está la música que enciende el fuego, y el sexo que apaga la hoguera. 66 minutos que casi son un 69, pero nada más. Todo lo que no sea follar y sonreír, escuchar música y acariciarse, es accesorio y prescindible. Todo eso, lo ajeno, la vida, es la molestia que los mantiene separados en las horas absurdas.
Augusto Faroni
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25 de junio de 2005
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablo de ella porque es una de las que más me aleja de mis "almas gemelas" junto a matrix, aunque esta última es por lo contrario, la detesto profundamente. En cambio nine songs me parece un experimento magnífico: contar una historia, el desarrollo de una relación, mostrando sólo las relaciones sexuales entre los protagonistas y los conciertos a los que acuden. Entiendo que quien busque una historia desarrollada de un modo convencional deteste este tipo de experimentos, pero yo los agradezco. Cada vez admiro más a Winterbottom.
Gaty
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