Réquiem por un sueño

Excelente película. Quizás la mejor película Estadounidense que he visto o por lo menos la que más he disfrutado (esto último de seguro).

Las interpretaciones en la película es otro tema que no se puede dejar pasar, son realmente buenas, quizás no sean las mejores, pero al menos no desencantan, es más, esas interpretaciones encajan a la perfección y son parte de la obra de arte que es esta película. Aunque obviamente sobresale Ellen Burstyn y Jennifer Connely (en segundo lugar), con lo que ha sido el papel de sus vidas.

Requiem for a Dream impresiona mucho y eso es algo que se que nadie me podrá negar. Con escenas brillantes y un estilo muy original, esta historia de estas cuatro personas unidas por la adicción, porque no es nada más profundo que esto.

Es quizás el estilo y esa tan fenomenal banda sonora (que por cierto nunca se me ha quitado de la cabeza, cosa que aplaudo al gran maestro que la compuso), que hace que te vuelvas tan adicto a la película, como sus personajes a las drogas. Esto sea quizás lo que hace que esta película te toque tan duro y te deje su mensaje bien claro: "Dilo NO a las drogas".

Porque repito, no es nada más profundo que tan solo eso, razón por la cual no obtiene mi 10.

Sinceramente se come toda la película. Esa madre y su degradación es de aplauso continuo.
La banda sonora es excelente y encaja perfectamente en las escenas que vas viendo, dejando de lado que sea la misma canción.

El otro punto fuerte es el montaje. Asfixiante, eléctrico y mareante lo cual ayuda a seguir la historia con los planos imposibles que realiza el director.
Es cierto que puede ser desagradable pero la gente que conoce de verdad el mundo de la droga, sea personalmente o por un allegado, sabe que lo agradable no aparece.

Todo lo que pueda decir ya se ha dicho pero tiene dos puntos negativos que la deja en un más que digno notable.
-Jared Leto, tú te agachas y yo... De verdad que poca gracia tiene el mozo, que sin sangre, que patada le daba con mi 45 hasta convertirlo en un 39...
-La trama de "los jóvenes" no tiene nada de especial, incluso tiene momentos ridículos. Sin ser SPOILER, si te duele un pie hay que ser inútil para golpearlo continuamente.

Gran película dramática y dura, hecha a conciencia con una realización y montaje impresionantes por parte de su director. Aronofsky nos deja implantado una manera de hacer cine muy peculiar gracias a esos golpes de cámara que la hace grande junto a cada una de las historias de los personajes que aparecen en ella.
Totalmente recomendable

Acomódate en el sofá, desconecta el teléfono y prepárate para sumergirte durante casi 2 horas en un descenso a los infiernos que te va absorbiendo y asfixiando hasta dejarte sin aire en los últimos 20 minutos.

Con una técnica apabullante, Aronofsky nos introduce en una historia rompedora en la que consigue que nos impacte tanto el que cuenta como la manera de contarlo ¡Y que manera! Pocas veces se ha sacado tanto partido al original uso de la cámara, que utiliza una interminable lista de métodos para colaborar en la narración. Mención especial a la utilización del plano detalle para hacer hincapié en las obsesiones de los protagonistas, que pasado ya a la historia del séptimo arte. Todo ello aderezado por la genial banda sonora de Clint Mansell y una fotografía genial que deja grabados en la retina fotogramas para el recuerdo.
Esta claro que el director usa trucos para inducirnos una sensación de angustia y desazón creciente pero ¿Es eso malo? ¿Acaso importa saber que un mago nos esta engañando para poder disfrutar del truco? Si el truco que me estan mostrando es tan bueno como este, bienvenido sea.

Este delirante viaje queda repartido en dos hilos narrativos, el protagonizado por Jared Leto y Jeniffer Connelly, que es el que menos innova, y el protagonizado por Ellen Burstyn, con un colosal papel merecedor de Oscar. Es en esta historia donde recae el mayor peso dramático de la cinta (mención especial para una escena a mitad de la cinta en la que encontramos la confesión de las motivaciones del personaje) y que mayor análisis subyace (1)
Los dos nos cuentan las múltiples caretas y caras de un sueño americano (más correcto sería decir occidental) que en conjunto dan una visión realista y devastadora de lo peor de las adicciones y tentaciones, los deseos más bajos y a la vez los más humanos.

La película te arrastra con los personajes al abismo, y te deja literalmente pegado a la pantalla en los últimos 15 minutos, en los que las imágenes se suceden de forma cada vez más frenética y la perfecta música te deja el corazón hecho trizas. Sin esa sucesión de imágenes (genial cómo se reflejan las rutinas de las adicciones) y esa banda sonora tan perturbadora sería imposible entender esta película, en la que la forma tiene tanto o más peso que el fondo.

La interpretación de todos es notable, pero lo de Ellen Burstyn es algo sobrenatural. La escena del monólogo es una barbaridad, todavía no entiendo cómo se atrevieron a no premiar semejante actuación.

Réquiem por un sueño es un estupendo documento que debería ser de visionado obligatorio en los institutos.