Chacal

Voy a ser algo breve, pues lo que me interesa es fácilmente resumible. Espero que se me entienda...

Yo, la verdad, no soy policía, ni investigador privado, ni tengo conocimientos demostrables en ningún terreno que tenga que ver con la recolección de pistas y elaboración de hipotesis que me lleven tras un posible sospechoso, anónimo o no, culpable o no. Sí soy, sin embargo, espectador y con la suficiente masa crítica como para juzgar lo que ante mis ojos toma forma. Tengo derecho, por tanto, a exigirle a un thriller o película de intriga el que sus pistas, que vienen a ser los anclajes que sostienen el devenir de la trama, sean consistentes, y se presenten con la suficiente claridad y transparencia como para no olerme nada raro ni preguntarme si tal o cual cosa vino de aquí o de allá, si llevó a ésa o a aquella otra y por qué. Quiero decir con esto que para que una intriga funcione en la pantalla, al menos para mí, debería ocurrir con la suficiente naturalidad para que, en su transcurso, las cosas encajen y la labor de los perseguidores para con los perseguidos se aprecie nítida, hilada por intuiciones o datos objetivos, tanto da, pero cuya referencia o punto de salida le sea dada al propio espectador.

Por tanto, hasta que revise la cinta, hasta que mi coeficiente intelectual aumente o hasta que me dedique profesionalmente a labores detectivescas, cuanto puedo decir es que Chacal es una película de ritmo bastante bueno, con una primera hora excelente y actuaciones muy convincentes, pero lastrada por un final de mierda (eso no lo niega nadie) y por un proceso policial que, en mi caso, no ha quedado demasiado claro. Falta de claridad expositiva, como digo.

Eso o que las pistas siempre están ahí para el que quiera verlas.
Se les olvidó tener en cuenta que aquí actúan para otros, no para ellos mismos.

Tenía esta crítica pendiente después de haber visto, hace ya algunos meses, este clásico de Fred Zinnemann. Recuerdo que la primera vez que la vi me impactó tanto que en seguida me leí la novela correspondiente de Frederick Forsyth, publicada en 1971, "El día del Chacal", que también raya a gran altura, a la que es bastante fiel la película. Sea como fuere tenemos un thriller excelente, en el que todo discurre con una precisión milimétrica y en el que destaca un villano antológico, un asesino a sueldo de tanta frialdad como inteligencia, de identidad enigmática, al que convenimos en llamarme Chacal (Edward Fox). Si uno repasa su trayectoria, es imposible encontrar un solo error en su personaje. A pesar de contar como enemigo a un meticuloso inspector de policía y a los servicios de seguridad de varios países, tal vez el destino o simplemente la suerte sean los únicos que pueden hacer fracasar su misión. ¿Pero qué se le encarga a Chacal? Pues asesinar a todo un presidente de la república francesa, el general Charles de Gaulle.

Sobre este punto aclaro que la trama es ficticia pero no del todo inventada. Estamos a principios de los sesenta y la Guerra de Argelia llegaba a su fin, con la previsible derrota francesa. El hombre aupado al poder para evitarla en 1958, se había rendido y había concedido la independencia a Argelia en 1962. En venganza, la cada vez más debilitada OAS, un grupo terrorista partidario de la Argelia Francesa, planea su ejecución, que encarga precisamente a Chacal. Todo este episodio es muy doloroso y aunque entiendo la desesperación de los colonos, se encontraban en un callejón sin salida en la que la violencia a esa escala no podía aportar ninguna salida. Además, por 1962 Francia había perdido ya prácticamente todo su antaño brillante imperio colonial, desde las nieves del Quebec a las junglas de Annam, desde el desierto de Túnez a las selvas del Gabón y Senegal, desde la milenaria Siria a los pantanos de Luisiana, entre otros muchos territorios. Luego, ¿qué sentido tenía dar esta última batalla? Pues no transigir nunca con el mal.

Adaptación del best seller de Forsyth sobre un fantaseado intento de asesinato de las OAS a Charles de Gaulle. La organización terrorista al estar muy controlada policialmente contrata a un asesino extranjero a sueldo para realizar tan delicada misión, que adopta como nombre clave el de Chacal.
"Chacal" es lo que se denomina una película eficaz que combina el espectáculo y entretenimiento sin piruetas ni pirotecnias efectistas, con el detallismo preparativista del asesino contrapuesto a la investigación policial, lográndose un aceptable estado de tensión. Buen reparto y prestigioso director, para una adecuada película.

El ya veterano en aquellas fechas Fred Zinnemann se ocupó de la adaptación de una novela de Frederick Forsyth llamado 'El día del chacal'. De la novela no puedo decir nada puesto que no la he leído (ni siquiera he leído nada de su autor), por lo que decir si es una adaptación fiel a la novela o no sería faltar a la verdad. En todo caso sí se podría trazar una comparación con el remake de 1997 protagonizado por Richard Gere y Bruce Willis.

Si se ve primero la versión más moderna y luego la original se comprobará que el filme de Michael Caton-Jones básicamente es una compresión de la trama de esta con algunas diferencias aquí y allá, pero lo esencial está intacto. Por eso esta 'Chacal' no coge de sorpresa al reconocer buena parte de su contraparte contemporáneo.

En lo que se diferencia mayormente es en el tratamiento de la historia. En 'The Jackal' no había tiempo que perder, mientras que aquí el guion se toma su tiempo en mostrar las cartas sobre la mesa; de hecho, tanto Derek Jacobi como Michael Lonsdale que son los 'cazadores', que son los otros dos protagonistas además de Edward Fox, no aparecen hasta casi la hora de metraje, mientras que en la moderna (lo que viene siendo Sidney Poitier, Diane Venora y compañía) aparecen desde el principio.

Se puede decir que ambos materiales salen airosos. La obra de Zinnemann es más pausada, más detallista y menos brutal y entra mejor por los ojos al contar las coasas con su debido tiempo, mientras que la de Caton-Jones va al grano y cuenta con un ritmo de narración más acelerado. Cada una tiene sus pros y sus contras.

Personalmente, me quedo antes con esta sin un margen demasiado grande, más elegante en su dirección artística, fotografía y un relato sin prisa, pero sin pausa. En lo que sí sale ganando 'The Jackal' es en sus interpretaciones. Sin parecerme mala ninguna de la cinta de Zinnemann, en el remake se les saca más jugo al reparto, sobre todo a Bruce Willis.

Para todo lo demás, Mastercard.

Mirando películas de antaño como estas solo me viene a la cabeza la triste idea de como el cine ha ido "prostituyendo sus principios" es decir, ahora se nos muestran muchas películas, muchos filmes de asesinos a sueldo, espías, agentes etc.. todo eso viniendo ensalzado y empañado por una cantidad de efectos especiales y muestras tecnológicas que saturan e insultan al personaje y también a quien ve es filme, dando a entender que sin eso medios, jamás podría llegara lograr su cometido , de no tener una super computadora o una super arma, cosa que se muestra contradicha en esta obra con a astucia de Charles Calthrop que bien aunque no podemos decir con plena seguridad que logro su cometido, nos da horas de diversión y entretenimiento esperando ver como podría deshacerse de, de Gaulle, y en fin , para rematar, recomendadisimo este filme,en el "spoiler" dejare algunos pequeños detalles que no me gustaron