El cuerpo

"El Cuerpo" tiene uno de los guiones más interesantes y hitchcockianos que he podido ver recientemente en pantalla grande. Un argumento muy detallado, conciso y perfectamente estudiado, con un brillante desenlace que logra desencajar a todo espectador en su butaca.

Este perfecto guión ha sido llevado a la pantalla con relativa soltura por su propio escritor, Oriol Pailo, debutando en la dirección y saliendo airoso con un resultado notable, a pesar de pequeños deslices ritmicos. Y es que durante el visionado, en determinadas escenas (como la del encierro en la morgue) pensé que quizás en manos de otro director más veterano, el resultado posiblemente hubiese alcanzado cotas mayores de angustia y suspense. Pero de ninguna forma quiero criticar el gran trabajo de Paulo, y sobre todo de su músico Sergio Moure, que consigue ambientar y realzar la tensión con una partitura de lo más sugerente.

Lo que sí que me supuso una cruz durante todo el visionado de la película fue la interpretación de Hugo Silva. Intenté que me enganchara, e hice todo lo posible por justificarla y creermela... pero... buffff... es que su química con Belén Rueda (brillante siempre haga lo que haga) es totalmente NULA. Su expresividad en cada golpe de efecto del argumento es hermética. Su interpretación no transmite un ápice de sentimiento. ¿Sería eso lo que el director buscaba? No se... Sus miradas, sus poses, su aire de "estoy aquí pasando el rato", me hizo pensar que otro actor más versado en el género, como por ejemplo Daniel Grao, habría dotado al personaje de millones de matices más y habría aumentado en muchos enteros el duelo interpretativo con José Coronado (que como Belén Rueda deslumbra en pantalla). Con Daniel Grao, (por seguir con el ejemplo) en el papel de Silva, estaríamos hablando de una película sobresaliente...

Por lo demás, "El Cuerpo" es una película muy disfrutable, bastente entretenida y en la que, como todo buen thriller que se precie, lo que de verdad cuenta es el final...

Película entretenida en todo momento, con muy buen ritmo, excelente ambientación y magnificas interpretaciones. Recuerda mucho al estilo de Hitchcock. La trama está muy bien montada y consigue mantener el suspense. En mi caso el único motivo por el que no se lleva más nota es por liar demasiado la madeja, pero mi intención era ver un buen thriller y en ese sentido hay que reconocer que lo consigue.

La trama consiste en que el cuerpo de una importante empresaria, forrada hasta las cejas, ha desaparecido. La película se desarrolla durante la noche de la desaparición del cuerpo. El inspector de policía encargado del caso interroga al marido, y a través de la investigación y de varios flash backs se va tejiendo una historia con muchos giros de tuerca.

Nota: un 7,6

* Lo mejor: en ningún momento decae el interés.
* Lo peor. Si te pones a pensar mucho una vez que has terminado de verla, puedes encontrar bastantes flecos. Pero el cine es cine, y hay que dejarlo ser así. Si te pones a analizar a fondo te cargas muchas pelis, así que es mejor dejarte llevar y disfrutar.

Ideal para verla una noche de tormenta comiendo palomitas.

Creo que es una película que hubiera lucido mejor alejándola del cliché holliwoodiense. Los actores parecen tontos. A Hugo Silva no se le entiende cuando habla, Belén Rueda está artificial y sobreactuada. La iluminación oscura es excesiva, la banda sonora inexistente, el guión atropellado y excesivamente cinematográfico... Incluso diría que el final la salva de caer aún más abajo.

Mucho tiempo me ha costado volver a darle una oportunidad a una película de nuestro cine, después de que "Celda 211" me conquistara, ninguna otra me ha atraído una mísera parte y, cuando ya estaba a punto de ponerle la cruz para siempre al cine español aparece este film.

Un film magnífico, diferente, inquietante, pero sobre todo, un film que parece arrojar por enésima vez, un halo de salvación y esperanza para nuestro cine, sólo esperemos que suponga el despegue definitivo.

Un José Coronado, una vez más, soberbio, acompañado de un reparto perfecto encabezado por Silva y Rueda hacen que desde el minuto uno no pierdas detalle y seas capaz de sumergirte en la trama. La mayor parte del film transcurre en la morgue (muy fácil crear ambientación en un escenario así) aunque, a pesar de ello, consiguen atraparte desde el principio. En ciertas ocasiones, caen en el error de los topicazos propios de este género, y algunos, demasiado descarados, pero todo ello es compensado con un ritmo y puesta en escena buenísimos. Algunos dirán que las pistas y coincidencias que van apareciendo durante la estancia en la morgue, están metidas con calzador, yo prefiero verlo con ojos inocentes y dejarme invadir por toda la tensión e intriga que provocan en el espectador.

Y que mejor cierre para esta película que un final a la altura, produciéndose un giro de 360º en la trama, haciendo que sólo puedas echarte las manos a la cabeza una vez finalizada.
No voy a negar que tiene ciertas lagunas y agujeros de guión, sí, pero vamos señores, es una película que ha sido capaz de superar con creces la nota media de nuestro cine, se merece una oportunidad, no va a defraudar, garantizado.

Es una cinta irregular que presenta trucos de guión que poco ofrecen salvo el facilón juego de manipulación del espectador que tiene que creerse demasiadas incoherencias para que cuadre la historia. Un Coronado irritante y casi ridículo, trabajando unos interrogatorios burlescos, simples y poco productivos, generando una película comercial aceptable que no salva los muebles. La factura técnica es buena, pero también hoy en día es lo mínimo que se puede pedir.