Kung Fury

El cine de parodia no empieza ni acaba en las "scary movies". Esta película, financiada desde Internet mediante una campaña de Crowdfunding, está protagonizada por un policía, "uno cojonudamente bueno" según afirma él mismo, al que picó una cobra y atravesó un rayo, convirtiéndose en un superhéroe experto en artes marciales. Tal cual. Colaboración especial de David Hasselhoff.

Lo más irónico es que esta colección de despropósitos y clichés, superpuestos sin descanso durante la media hora que dura, fueran tomados en serio por parte de la juventud de su tiempo. Si superase la hora de metraje, seguramente este producto ya no funcionaría, pero como se han contenido en ese aspecto, apetece ver una y otra vez Kung Fury: concatenación nostálgica de absurdos pasados por la batidora.

Nazismo excéntrico, robots gigantes, máquinas recreativas, vikingas y ametralladoras -en la misma escena, joder- , descapotables voladores, dinosaurios, policías con el cigarro pegado a la boca. Es un homenaje al cine de los 80, tan repetitivo que resulta original, concentrado como para convertirse en una experiencia perfecta del sin sentido, y quizás la comedia del año. Algo así como el chupito de tequila cargadísimo que te pone contento un jueves.

Villanos casposos resurgiendo hasta el hartazgo -y a través del tiempo-, miradas intimidatorias en primer plano, héroes de leyenda. Thor con tríceps. Conscientes de su inverosimilitud, se ríen de ella, y eso es lo mejor de esta orgía fílmica, su falta de complejos: "¿un laser-raptor? ¡pensé que se habían extinguido hace miles de años!". El nivel de absurdo de sus peleas de videojuego roza, y luego supera, lo memorable. Hay escenas en Kung Fury, hay coñas de una comicidad tan lamentable, que no se borrarán de tu mente en años.

En fin, la película ha sido un éxito; y cuenta con un gran doblaje a castellano que ya querrían para sí muchas grandes producciones. Está disponible en YouTube por sus mismos creadores, y se espera segunda parte. Colegas, cervezas, palomitas: las risas, al compartirse, se multiplican. Ya sabéis: juntaos, dadle al click. Recomendación personal.

Lo mejor: Lo bueno, si breve... Que no baje de revoluciones, y sorprenda hasta el final. Los hackeos épicos: "puedo hackear el tiempo".

Lo peor: Se hace, quizás, algo claustrofóbica. Alargada a una duración normal, cansaría mucho.

Recomendada si: Te gusta el cine de serie B (o Z); aunque no te engañes: esta película, en su estilo descarado, está curradísima.

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Ojalá salga de esto un gran proyecto cinematográfico. Tiene mucho que analizar pero sobre todo me quedo con la parte cultural y la cantidad de elementos que reivindica como los videojuegos, las artes marciales o la mitología.

En ocasiones, es necesario ver productos que no quieran alargar y estirar el chicle para que el resultado se haga lo más llevadero posible, y en parte eso es lo que le sucede a este cortometraje, que la media hora de duración se pasa volando. Tiene muy buenos gags este homenaje a los ochenta que incluye títulos tan conocidos como: "Regreso al futuro" o "Kung Fu". Que Hitler sea uno de los criminales más buscados, se convierte en una idea original que sin duda resulta muy hilarante. Vaya por delante que la estética aunque está bastante conseguida, con un colorido espectacular, presenta un punto excesivo y quizás con los movimientos de cámara he llegado a marearme un poquito. No pasa nada si este pequeño error es compensado con carcajadas a tutiplén en una aventura en la que todo tiene un encuadre magnífico. Dinosaurios que desplazan a las personas (sin duda la aparición de una especie extinguida es digna de estudio), unas máquinas que los destrozan todo, unos policías tronchantes y bien actuados, y una serie inagotable de ingredientes me llevan a valorar el producto y a recomendarlo encarecidamente, más si cabe cuando se hace un homenaje a la nostalgia de manera tan efectiva como la que aquí nos ocupa. Nada de americanadas sino más bien una suecada interesante, lo que hace Sandberg es sacarse un producto pasajero digno de 7 estrellas, que más allá de un buen homenaje a los 80 es un homenaje a la risa.

Lo mejor: el mayúsculo entretenimiento audiovisual que ha logrado urdir un tal David Sandberg partiendo de un mecenaje popular, en territorio estadounidense, que se ha convertido en todo un fenómeno de masas; los efectos especiales, dignos de una multimillonaria producción, maravillan sin remedio (a excepción de algún que otro efecto retrospectivo un tanto mediocre que, aún así, aporta encanto a la pieza); el largo y justificado listado de halagos vertidos sobre la obra, algo a lo que sin duda ha contribuido la participación del mítico David Hasselhoff prestando su talentosa voz al único tema oficial de la misma (un precioso vinilo contiene otros pero este es, sin duda, el principal).

Lo peor: la infinita irracionalidad de la trama, a la que no se la puede encontrar un ápice de sentido y, de hecho, tampoco se ansía lo contrario; la innecesaria sátira dirigida hacia el típicamente recurrido Adolph Hitler, merecidos odios y rencores a parte, termina por vulgarizar un poco el cortometraje; el escaso carisma, inversamente proporcional a sus dotes direccionales, del propio autor ejerciendo de valeroso justiciero, originado a raíz de muy misteriosas circunstancias.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl

Desde siempre me ha gustado el humor absurdo, y puede que tenga un poco de Capitán América, porque me encantan las referencias. Esta película, que puedes disfrutar de forma legal y gratuita, tiene todo lo que podías pedirle: Hitler y nazis como villanos, dinosaurios, viajes en el tiempo, vikingos, además del origen del meme: Hackerman y sobre todo Kung-fu. No sé cómo no me he topado antes con esta película, si es uno de los grandes hitos del séptimo arte. Es de esas películas únicas, que te permiten desconectar de toda lógica, y hacerte disfrutar como un niño, que tienen que alinearse los planetas para poder volver a disfrutar algo así.
En definitiva, una película que logra coger todos los elementos de la década de los 80, que los hicieron únicos, concentrarlos en solamente media hora. Llena de momentos absurdos y comedia logrando alcanzar la cumbre del epiquismo.

P.D. Si os gusta este estilo, un videojuego con un carácter parecido es Far Cry 3: Blood Dragon