The Office (Serie de TV)

Recuerdo que empecé a verla cuando la ponían después de Buenafuente en la Sexta. Nunca he sabido por que empecé y continúo viéndola. Los personajes te dan pena o asco y Michael es el peor (o mejor) de ellos. Pero la serie tiene algo que hace que cuando empiezas ya no quieras parar de verla. Vamos, que le coges cariño a esa panda de cabroncetes de oficina y te sientes como si estuvieras vagueando con ellos. Quizás sea por ese uso de la cámara que da un giro a la forma en que el espectador ve la serie, haciéndote pasar vergüenza como si fueras un trabajador más.
Pero ya la noto cansada y que se mantiene por pura comercialidad. La 5ª temp me encantó, de mis preferidas, pero la 6ª ya me pareció simplemente continuar por continuar. Comencé a ver la 7ª según salía pero he decidido que como mejor se aprovecha es viéndola del tirón. Espero que le den un poco de vidilla o al menos muera con honor...

Es de largo una de las comedias más aplaudidas de los últimos tiempos.

No obstante, su estructura es una fórmula que puede no encajar con muchos de los espectadores. Las sit-com normales son cómicas porque ves a cuatro o cinco personas, sentadas en un bar o en un sofá charlando sobre cosas estúpidas y te ries.

Ésta serie guarda mucho más que eso y sólo la cámara documental nos lo puede enseñar. La complicidad que guardan los personajes con la cámara es una de las claves de su éxito. Los guiños a cámara, los silencios incómodos, las miradas de desesperación, etc.

Sin duda los guiones son buenísimos, pero para mi gusto lo mejor es lo que no se ve, si no lo que hay que "encontrar" en la serie. Montones de detalles capaces de sacarte una sonrisa o incluso una carcajada pero que si no estás atento el resultado te llega a medias.

No recuerdo haber visto una serie en la que me haya reído tanto como con The Office. Ayuda mucho verla en versión original y saber inglés, pues los juegos que hacen con el idioma son dignos de estudio.

Para mí eso es lo más destacable, pero no significa que todo se quede ahí. Porque The Office provoca como pocas, sobre todo gracias al protagonista, por el que pasas de sentir una vergüenza ajena que roza el odio hasta la más noble simpatía y compasión. Y se podría extender a más personajes, con los que te ríes y casi lloras en cuestión de segundos.

No diré que te engancha desde el minuto uno porque cuesta digerir el formato, el primer capítulo y saber por qué se comportan así los personajes de esta disparatada oficina de Pennsylvania, pero llega el capítulo 2 y no quieres saber más en todo el resto de la semana.

Para entonces...comienzas a darte cuenta de que la comedia que se utiliza en la serie es una maravilla. Te hace sentir vergüenza ajena, incredulidad, bochorno, empatía, y todo un cocktail de emociones. La carcajada no es continua, pero cuando te la saca no dudes que sera de las pocas veces que te rías tanto y tan bien con una serie.
Los silencios, bien escogidos, y Michael van de la mano. Ese aspecto del humor de repetir en bucle la broma ('that's what she said') o alargar una situación absurda tan bien tratado es fantástico. La planificación de cada capítulo, de cada temporada y la gran capacidad para definir a los personajes es genial.

Y además ha tenido la capacidad de expandirse como un buen producto transmedia ofreciendo retales y contenido extra en a YouTube.
A reírse!!!

No tengo nada más que decir, la verdad, porque es que es así, si no cuentas a rick y morty es la mejor comedia del siglo, indiscutible.
Tal vez si la empiezas a ver no te parecerá así, pero te aseguro que si sigues viendo, te encantará.
Me dio mucha pena su decadencia pero al fin y al cabo tuvo una decadencia bastante llevadera y supieron acabarla bien, no como con los Simpson, que los nuevos capítulos me resultan insufribles y Disney no quiere terminarla.
Me alegro de la segunda vida que ha tenido esta serie en las plataformas de streaming, porque sino, nunca la habría descubierto.