El niño de la bicicleta

Entretenida que es lo mínimo que se le puede pedir al cine. Y tanto que es un ejercicio de concisión, pues tiene demasiadas elipsis, sobre todo al final, aunque sí que es cierto que con ello también elide dramatismo. El final, no obstante, es muy precipitado. Muy recomendable para que vean lo injustos que pueden ser los padres que dejan a sus hijos de la mano de Dios.

Una vez más, y a pesar de que en su final dejan un resquicio para un halo de luz al final de ese túnel que iluminan de cine seco y contundente, los hermanos Dardenne entregan otra película donde la realidad social europea deja poco espacio para la esperanza. Fríos (como siempre) en su planteamiento, con unos diálogos donde la duda campa a sus anchas con la sinrazón (ese padre que reniega de su hijo,¿porqué?), la película es otro de sus cuentos morales lleno de crueldad pero, eso sí, con la novedad de incluir aquí a un hada madrina que salva a su excelente protagonista del suelo por el que pisa. Sí, ese niño, junto con la hija del matrimonio en ruinas de "Nader y Simin, una separación" y la niña de la española "Eva", forman el mejor trío protagonista infantil de los últimos años. La película incluye el perdón como solución a la trágica vida de su protagonista. Poco a poco, los hermanos belgas se vuelven menos rebuscados y sí muy concisos a la hora de plantear su narración. Parece que se alejan de Bresson y se van pareciendo a ellos mismos.

Cine, es la primera que le viene a uno a la mente cuando de recordar se trata a El niño de la bicicleta, la última película de los hermanos Dardenne. Gran cine, gran película. Emocionante la historia del niño, de la bicicleta y de amores paterno-filiales. Emocionante la historia del niño que quiere: a un padre que no le quiere y al que necesita, que no sabe pero que también añora (y necesita) la figura de una madre, que busca levantarse de los cuatrocientos y un golpes que esta vida moderna continúa dando a los chavales en desgracia. Y todo ello con la mano maestra de quienes llevan mostrando unas cuantas veces ya las realidades de la época que nos ha tocado vivir. Estos modernos Bresson o Truffaut, incluso, nos han traído esta maravilla que no puede dejar de considerarse como una de las mejores cintas cinematográficas del año 2011.

El chavalín, que podría ser el hijo (o la misma reencarnación) de protagonistas anteriores de la filmografía de los Dardenne, cautiva, te congela el alma. La bicicleta es el único amigo que le queda al chico, porque el padre pasa del tema. Por favor, grandísimo personaje, lleno de una riqueza argumental… y eso que sale poco, lo justo para pincelar el drama de soledad del niño, el de la bicicleta.

Gran Cécile de France. El mejor cómplice del niño. El entorno, esa pequeña población francesa, un infierno. Nadie conoce o parece no conocer al chaval. Y en medio de todo ello las constantes creadoras costumbristas de los dos Dardenne. Somos nosotros unos afortunados al ser testigos una vez más de la abundancia de ideas y de talento de los belgas Dardenne. De lo más interesante del cine europeo actual junto a Laurent Cantet o Michael Haneke. Cine sin concesiones son las escenas de El niño de la bicicleta y sin concesiones también a las palomitas. Películas sin principio sin fin ad hoc, un final que en definitiva…

Y no por malo, que conste, sino por lo crudamente que nos muestra la realidad. Sin necesidad de grandes alharacas, sin sangre ni navajas, sin tiros, pero con esa violencia que rodea constantemente la vida humana. La violencia de la falta de cariño, que mata más que el napalm. Los hermanos Dardenne nos vuelven a sobrecoger con una de sus historias de niños abandonados, de jóvenes delincuentes y de humanos heroicos. Todo sin salir más allá de la vuelta de la esquina. A base de primeros planos que nos muestran obsesivamente la cara de los personajes, como si los autores no quisieran que nos olvidásemos de ellos un instante. Porque en este cine no importa lo épico, sino el vivir de cada día. Es de este cine que nos hace ver a nuestro vecino de manera distinta. ¿Qué hace a una persona sacrificarse por un niño que no conoce de nada? ¿Y que hace a un padre echar a su hijo de su vida como si fuese una colilla? Estos y otros misterios del alma humana son el tema de la película. Interesante la reflexión sobre la maldad y la violencia, presente en varios personajes por causas distintas, desde el delincuente al honrado comerciante. A veces "Le gamin au vélo" parece "El ladrón de bicicletas" en color.

Magnifica película de generosidad y bondad que reconcilia un poco (aunque sea ficción ) con el genero humano. Y en lo artístico la interpretación del niño protagonista es muy buena
Lo que no entiendo es que algunos usuarios con menos sensibilidad que un guijarro la valoren tan bajo porque según ellos los problemas del chaval " se arreglan con un par de tortas ".
El mayor derecho que tiene una persona es haber recibido en su infancia el cariño y la educación
que merece . Y la mayor injusticia no haberlo tenido,se ve que quienes critican la película no saben de orfanatos ni casas de acogida. Me alegro por ellos
VERLA, MERECE MUCHO LA PENA