Cadena perpetua

La que actualmente se considera “mejor película de la historia” es un canto a la esperanza.
Nos ponemos en la situación más angustiosa. Ser acusados y condenados por un crimen que no cometimos. Y de ahí enfrentarnos a toda una vida entre cuatro paredes dentro de un clima hostil. Pero…¿hostil realmente?
La película muy acertadamente nos sitúa a mediados del siglo pasado, ya que de hacerlo en la actualidad mucho de lo que se ve en el filme sería prácticamente imposible de creer.
Es de esas películas que están tan bien narradas que las dos horas y media que dura se pasan volando. Sin embargo hay muchas situaciones poco creíbles y propias de la fantasía que hacen que pongamos en duda que lo que tiene lugar en la película se diera en realidad.
Todo esto lo comentaremos en Spoiler.
Los actores están bien en su papel, quizás echamos de menos más profundidad en el pasado criminal de los presos que parecen santurrones y es imposible verlos como gente no deseable para la sociedad. Sin embargo los guardias (la mayoría) que tienen que lidiar con ellos y mantener el orden, así como el alcaide, son retratados como seres malvados carentes de sensibilidad.
Este ejercicio (parecido al de “La Milla verde” aunque en esta última todos son un pan de Dios, guardias y presos) engaña al espectador que lo lleva a sensibilizar más con los que en la vida real despreciaríamos. Puede ser real o no, pero desde luego no es justo que nos quieran mostrar tanta bondad y compañerismo entre gente que han sido capaces de acabar con la vida de gente inocente. O al menos no me parece creíble.
Al fin y al cabo es una película pero en mi caso hubiera preferido algo más de realismo. No sentí que era una cárcel, más bien parecía un hogar de retiro.
Tim Robbins es claramente inocente desde el principio y nos muestra un Andy Dufresne interesante ya que detrás de su cara de hielo y poca expresividad se esconde una mente brillante.
Morgan Freeman (viene al pelo este apellido en esta peli) fue galardonado con un óscar y creo que es demasiado bonachón como para parecer un asesino. Además una vez más el racismo de Estados Unidos de los años 40 parece que no existiera en la película. Otro punto que le resta credibilidad.
El resto de actores están correctos pero como digo algo estereotipados y poco naturales.
Buena banda sonora que no tienen ninguna melodía para el recuerdo pero que nos mete bien en ambiente.
Más allá de todo la película goza de buenos momentos y de un claro mensaje a la esperanza que por supuesto agrada y es recomendable su visionado al menos una vez en la vida.

¿ Quien dijo Ciudadano Kane? ¿ Quien dijo Casablanca?. Ya pueden ir callando la boca, porque amigos, esta es la mejor película de la historia.
Yo no puedo entender cómo en 1994 una película ( Forrest Gump), también muy buena pero bastane inferior a ésta, ganara varios Oscar, entre ellos a la mejor película.
Además ese año también estaba Pulp Fiction, otra que está por encima de Forrest Gump.
El caso es que Cadena Perpetua lo tiene todo.
Un gran guión, basado en la novela homónima de Stephen King ( la mejor novela de él, sin lugar a dudas), una dirección implacable como la de Daranbont, una fotografía espectacular que va acompañada de una banda sonora impresionante, el montaje es excelente y las actuaciones son TODAS magníficas, destacando especialmente la del siempre genial Morgan Freeman.
Amigos míos, si de verdad quieren ver buen cine, no duden en ver esta película, les encantará, me encantó a mí y seguirá siendo, al menos por muchos años mi película favorita.

Su grandeza reside en que hace sentir; eso es lo que la convierte en una obra maestra del cine moderno. Sin artificios, ni mentiras, ni enredos innecesarios, Cadena Perpetua es brutalmente honesta, como la vida misma. Tiene escenas que son pedazos de Cine en mayúsculas, ya sabes, del que te agarra de las solapas y te susurra al oído: despierta.
Esta película habla sobre la esperanza y el amor a la vida, sobre cómo sobrevivir al infierno con tesón, sobre mantener vivos los sueños aunque lleves dos meses sin ver la luz del sol, sobre la amistad.
Abre bien los ojos cuando la veas porque puede que te enseñe lo que realmente importa

Nunca hubo y nunca habrá una amistad tan grande como la de Andy Dufreine y Red en Cadena Perpétua. La película nos explica muchas cosas, todas interesantes y contadas de forma magistral. Pero todo ello se convierte en poca cosa al lado de la relación de la pareja protagonista, que llega a su esplendor final en ese abrazo a la orilla del mar que quedará en nuestras retinas toda la vida.

De joven, alguna vez, un gran poeta me dijo que jamás perdiera la esperanza. Que aún, en las condiciones más adversas, siempre la tuviera presente. Nunca olvidé aquella sentencia, ¡nunca!

Procuré siempre seguir aquellos sueños y aquellos ideales que me marcaron en esa gran etapa. Guardé en mi memoria los mejores momentos, y porque no, aquellos que me derrumbaron una y otra vez.

En mi ser, aún están todos aquellos sueños de antaño. Grandiosos recuerdos que en mi vida olvidaré. Nunca dejaré de pensar, e imaginar en todos esos instantes pasados. Porque en ellos soy feliz.

También porque todo el camino que recorrí del filme revivió una etapa esencial de mí. Lo sentí. Me obligo a volver soñar. A volver a creer. Para renacer aquella vez.

Quizás porque aquel gran poeta fue algo más que mi mejor amigo. Quizás porque aquel gran poeta fue algo más que un verdadero maestro. Con él aprendí el concepto de la amistad. Y más. Me enseñó a imaginar. A soñar. A luchar. A nunca flaquear.

Y es que si ves este filme entenderás porque escribo esta prosa entre lágrimas, nostalgia y felicidad.

Y es que si ves este filme entenderás que él me enseñó que los sueños de antaño, también son presente y porvenir.