Equilibrium

Nos situamos en un futuro en el que, después de una tercera guerra mundial. Para evitar más guerras, los sentimientos humanos han sido eliminados gracias a una droga: el "prozium" o el opio de las masas. Este nuevo mundo: Libria, esta regido por un gobernante religioso, el Padre, y vigilada por una unidad de superagentes: la clerecía grammaton. Su misión es localizar y eliminar a los infractores sensoriales, gente que no se droga y puede sentir.

Film que recuerda bastante a las obras "1984", de George Orwell, y "Un Mundo Feliz", de Aldous Huxley. Un mundo idílico, sarcásticamente hablando, donde el gran hermano domina a una sociedad desprovista de sentimientos.

Bajo una perspectiva sociológica interesante, este film nos lleva a una realidad al estilo Matrix: la sociedad es esclava de sus propias creaciones. Las grandes dosis de acción con espadas y, sobre todo, con las armas de fuego son otra similitud con la obra de los hermanos Wachowsky (escenas muy similares entre Neo y el clérigo John Preston). Todo para al final contar lo mismo: los hombres han de poder elegir y ser libres, aun q pesar de exponerse al caos que ellos mismos pueden provocar.

Es una lastima que películas como esta que, aunque no del todo originales si que resultan interesante, no lleguen a España, mientras que si lo hacen esas odiosas y estúpidas películas americanas sobre lo que todo el mundo sueña con hacer, pero que en la realidad nadie hace.

En primer lugar me gustaría dar las gracias a Filmaffinity por descubrirme esta singular película (veo que no he sido el único).
Equilibrium NO es Matrix a pesar la acción desenfrenada , tampoco es Farenheit 451 a pesar de que también tiene algunas similitudes con la obra maestra de Truffaut. Ni falta que le hace, Equilibrium es otra recreación de un futuro postapocalíptico con una visión tan oscura como los trajes que lucen la mayoría de los personajes. En este marco se desrrolla la historia, mezcla de filosofía, acción y artes marciales, con un estilo de lucha, el Gun Kata, francamente original y novedoso.
Es una lástima que esta peli no haya sido distribuida en España, si tienes ocasión de verla, hazlo, disfrutarás de una buena propuesta tristemente borrada del mapa por el "Huracán Matrix".

Dentro de la innumerable lista de películas que intentaban imitar de alguna forma a la ya inmortal "Matrix", destaca por encima de todas ellas esta excepcional fábula de ciencia-ficción que no pudimos ver estrenada en España pero que, gracias a la todopoderosa Internet, supimos de ella.

El mensaje totalitario que respira la cinta bebe de fuentes tan variadas como la famosa obra de George Orwell, "1984", o "Fahrenheit 451", de Truffaut. En "Equilibrium" se nos muestra un mundo devastado por las guerras mundiales en el que la Humanidad ha aprendido de sus errores y se autocontrola así misma a base de inhibir todo sentimiento humano, origen de todas las contiendas. Para ello, se sirve de una droga llamada "prozium" que debe ser inyectada obligatoriamente para evitar tener emociones. Los que no la toman, son perseguidos por el régimen en forma de unidades, las Tetragrammaton, compuestas por los "clérigos", verdaderos expertos en armas de fuego y artes marciales y, por supuesto, carentes de cualquier afección humana. Persiguen toda forma de arte, literatura o cualquier semilla que genere una emoción, quemando libros o cuadros. Pero uno de esos clérigos, John Preston (Christian Bale), descubrirá que quizás las emociones humanas no sean tan perjudiciales después de todo...

El filme de Wimmer es un compendio de ideas utópicas que han ido alimentando la ciencia-ficción, y es a la vez un homenaje a ellas. Con ello podría parecer que la película no plantea nada original, que todo está ya visto, pero lo único que copia calcado son las escenas de acción, efectivas y espectaculares, estilo "Matrix". El resto es pura especulación, un acercamiento a los miedos del ser humano que intenta por todos los medios evitar su autodestrucción eliminando, precisamente, la esencia de lo que quiere salvar. Es una fábula con un mensaje esperanzador y una reivindicación de la supremacía del arte contra cualquier tipo de gobierno aunque sea una dictadura escondida en la sombra (como el "Padre" en la película). Los clérigos representan la inhumanidad, oscuros en sus trajes cyberpunk, pero no por ello dejan de ser humanos. La represión está en las alturas y, como le puede pasar a cualquier padre, sus hijos pueden cuestionar sus decisiones.

El nivel interpretativo está muy bien cubierto con un excelente Christian Bale, cuya versatilidad tanto en las escenas de acción como en escenas más dramáticas hacen pensar que podría haber sido un mejor "Neo" que Keanu Reeves.

Lástima que no hubiera llegado a las pantallas españolas, pues un título así merece ser considerado y respetado.

¿Qué criterio se utiliza para considerar a una peli apta de ser estrenada en cines en España? Voy más allá. ¿Qué criterio se utiliza para, al menos, editarla en DVD? De las películas estrenadas este año, provenientes del otro lado de charco, ¿cuántas han sido dignas de pagar más de 7€? ¿Y cuántas serían dignas de ser, no digo alquiladas, sino descargadas de internet? Muy pocas. Me pondría a enumerar, pero quiero acabar la crítica hoy. Ni siquiera el reclamo de un actor de moda como protagonista, Christian Bale, ha sido suficiente. ¿Dónde quiero llegar con todo esto? Pues me gustaría encontrar una explicación coherente de por qué "Equilibrium" (2002) jamás llegó a España, ni siquiera en DVD. De hecho, a día de hoy, ni siquiera está doblada al español (sí lo está en audio latino). Por suerte, sí la podemos encontrar subtitulada por la red.

Pero vayamos al grano. ¿Qué es "Equilibrium"? Imaginemos un futuro no muy lejano. Una 3ª Guerra Mundial. La raza humana jamás soportará una 4ª. Hay que tomar medidas drásticas. Para los nuevos líderes, lo peor del ser humano reside en su interior. En sus sentimientos. También reside lo mejor, pero, ¿a quién le importa? Suprimimos el odio. El rencor. Los celos. Etcétera. Y ya no habrá guerras. No habrá asesinatos. No habrá robos. Tampoco habrá amor. Se suprimirá el arte. La música. La literatura. Cualquier medio con el cual el individuo pueda manifestarse. ¿Merece la pena pagar ese precio? Para algunos sí. Pero habrá gente que no esté dispuesta a pagarlo, por lo que unos soldados específicamente entrenados, llamados "Clérigos", con Christian Bale a la cabeza, tendrán que erradicar cualquier resquicio de sentimiento humano que se encuentren por delante. Pero mientras quede alguien con la capacidad de sentir, la humanidad no estará perdida...

Cuando, de casualidad, encontré esta película, me puse a investigar sobre ella. Repudiada por la crítica en EEUU, adorada por el público. Aquí en España, algunos la tienen por obra maestra, film de culto, etc. Influye esa aureola mística de no haber sido estrenada, está claro. Otros la tienen por una frikada futurista de patadas y tiros. Pues si lo mezclamos, nos queda un peliculón. En teoría, la acción debería ser la nota predominante, pero en este caso, no es así. Con un trasfondo terrible, la historia va ganando fuerza a medida que avanza, con un ritmo endiablado te va absorbiendo, ayudado por un guión bastante sólido (con sus lagunillas, pero comprensibles, ya que no mostrar ni un sentimiento...es imposible), que bebe de películas como "Fahrenheit 451" o "Gattaca", y por una actuación impresionante de un Christian Bale en estado de gracia, que comienza con cara de palo (propia de alguien sin sentimientos), y va evolucionando paulatinamente, haciendo totalmente creíble todo lo que le sucede. El resto del reparto también está muy bien, con Angus MacFadyen, Taye Diggs, Sean Bean y, destacando sobre el resto, Emily Watson.

(Sigo en el spoiler, pero sin spoilear)

Una preguntita inocente: ¿a que no sabéis cual es la droga más consumida en el mundo, y con diferencia? Pues no, no es la cocaína. Tampoco es el hachís, la heroína, las anfetaminas o el éxtasis.
Es el Prozac.

Oh, sí, ya lo sé: ésta es legal, y en lugar de pasártela un colgado en el aparcamiento de una disco, te la receta un matarife con un título en psiquiatría empeñado en convencerte con vacua palabrería de que tiene pajolera idea de aquello sobre lo que pontifica; tú alma. Pero no por ello deja de ser una droga; un paraíso artificial que a cambio de “liberarte” de la angustia y de esa “infelicidad” que nos define como hombres, te convierte en un zombie incapaz de sentir y completamente estéril. Porque resulta, ésta es la cuestión, que sin la infelicidad, la angustia o la ira no puede haber verdadera alegría, ni ternura o belleza, y que sólo es posible “suprimir” la parte “mala” convirtiéndonos – a base de envenenar nuestros cerebros- en vegetales. Pero, claro está, hay muchos interesados en mantenernos así: esteriles y apáticos; obedientes y sumisos. En que nos limitemos a trabajar y consumir, que para eso estamos…

Pues bien, lo que hace esta película con absoluta brillantez, y bajo la escusa de un mundo futurista, postapocaliptico y orwelliano hasta el tuétano, es mostrarnos una imagen caricaturizada pero perfectamente reconocible de nuestra propia sociedad; un reflejo de lo que bien podría materializarse en unas décadas. Todo ello, ni que decir tiene, cargado de referencias al presente tan venenosas y lúcidas como el “Prozium”, que, bajo pena de muerte, deben inyectase periódicamente todos los ciudadanos de “Libria” para evitar el crimen de "sentir” , o la “curiosa” obsesión, que tanto recuerda a la política hipócrita de según qué estados, por mantener “la paz” a toda costa y que se traduce, ironicamente, en los más brutal represión del “terrorismo”. A esto hay que añadir una ambientación magnifica, sobria, ominosa y claustrofóbica, y algunas escenas tan memorables y espeluznantes como la de Christian Bale llorando, dominado por la emoción, al descubrir por vez primera la Novena de Beethoven.

Ésta es la parte buena.

Porque tanta valentía e inteligencia, tanta buena idea, se acaban yendo a la mierda en una última media hora desastrosa, en la que una película hasta entonces profunda y sobria pasa a convertirse en una soberana gilipollez que trata de imitar lo peor de Matrix con los más patéticos resultados; una ensalada de tiros y hostias que no se tomaría en serio ni un niño de seis años y en la que "el bueno", con un par, a base de Kung-fu de baratillo y d-efectos digitales, salva él solito al mundo.

En resumen, una película “desequilibrada”, tristemente desaprovechada, en la que una base argumental monumental y una ambientación notables acaban perdiéndose en el efectismo más barato y ruborizante.
Se la recomiendo a todo el mundo, a condición de que apague el DVD en el minuto 70.