Ice Age: El gran cataclismo

Señores, ya es hora de una nueva glaciación, es necesario que a los creadores, directores y todo lo involucrado en #IceAgeCollisionCourse o #laeradehieloChoquedeMundos sean congelados inmediatamente, para que no sigan destruyendo el legado de la genialidad de su primera entrega, ya van 4 continuaciones que aumentan en mediocridad y decepción.

En esta entrega, salvo algunos puntos entretenidos de los geniales personajes, no hay nada, pero nada que rescatar, la historia es tan descabellada, que pierde toda la magia que había generado la primera de esta serie. Llega un momento en que deseas que ese meteorito llegue más rápido, destruya todo y se acabe la tortura de película. Hasta mi amada ardilla scrat y su bellota se vuelven insoportables en esta quinta película….. ya es hora de que queden congelados eternamente y olvidar por completo las ultimas 4 producciones…. Así de simple.

Cinco películas y multitud de cortometrajes han conseguido acabar hundiendo una de las sagas animadas más efectivas de la última década. ‘Ice Age: El gran cataclismo’ es una moralina descafeinada de dibujos bien hechos que no aportan absolutamente nada nuevo, más bien al contrario, lo has visto infinidad de veces y mejor presentado.

Su logrado apartado gráfico en apariencia es el mismo que el de los anteriores títulos, el argumento parece estar escrito en apenas cinco minutos y su planteamiento carece de magia alguna. Como no podía ser de otra manera la única nota positiva viene servida por Scrat, la divertida ardilla víctima de unos “macabros” guionistas, pero es evidente que las contadas apariciones del personaje no son suficientes para cargar con el peso de un fallido conjunto.

‘Ice Age: El gran cataclismo’ carece de todo lo que presumía la cinta original y que ha ido perdiendo de manera progresiva con cada nueva entrega, la originalidad, la frescura de sus personajes, las sobredosis de humor y su especial encanto han dado paso a la monotonía, los clichés y la superficial ñoñería convirtiendo un referente del género en un producto destinado únicamente a los más pequeños a los que divertirá pero difícilmente sorprenderá.

Lo mejor: los divertidos gags de la ardilla Scrat.

Lo peor: Su falta de originalidad y su exceso de simpleza.

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¿Por qué muchas veces alargan de manera innecesaria una saga? La respuesta es fácil: por dinero. Incluso aunque la historia ya no dé más de sí, hay que estirar el chicle para que el público pase por taquilla. Pero eso no justifica que bajen tanto el nivel como lo han hecho con esta franquicia.
Esta quinta parte es, sin la más mínima duda, la más floja de todas. Pero lo peor no es eso, sino que se ha quedado en una medianía que prácticamente roza con lo que podríamos considerar directamente malo.
Volvemos a ver a los habituales simpáticos personajes ya conocidos, con algunos secundarios nuevos que aportan bastante poco, como la estúpida llama esa. Las zarigüeyas y la abuela me resultan muy cargantes.
Básicamente, el problema de que sea floja es que el argumento no está demasiado trabajado. Se nota que, como ya cuentan con el éxito asegurado, no se hayan querido esforzar en cuidar detalles.
Realmente la película al principio es tan divertida como las otras. Pero según va avanzando, nos damos cuenta perfectamente que no es más que una sucesión de chistes sin que importe nada que apenas tenga aventura, buenas escenas de animación, o cualquier otra cosa más. Lo único que tiene es humor, y termina cansando porque tampoco es tan genial como para mantener la carcajada toda su duración.
Además, tiene demasiados guiños que estoy seguro que casi ningún niño puede entender. Las referencias a “Matrix”, “El planeta de los simios”, “Los diez mandamientos” o “Armageddon” pueden hacernos algo de gracia a los adultos, pero a los pequeños le sonará todo a chino. Lo más moderno que referencian es el “Cosmos” de Neil DeGrasse, que tampoco creo que lo conozcan demasiado.
Uno de los momentos más divertidos es cuando Buck hace un número musical con “Fígaro”. Me ha gustado, y eso que normalmente me repelen las canciones en este tipo de cine.
El que nunca falla es Scrat y su famosa bellota. Sus apariciones siguen siendo lo mejor, sobre todo con la gravedad de la nave espacial. Pero hay que criticar la promoción del film, porque uno de los tráilers era, directamente, casi toda la secuencia inicial. Esto no se debe hacer porque luego ves la película y ya no te sorprende nada.
En fin, es graciosa y divertida, pero muchísimo menos que las otras cuatro. Esperemos que lo dejen aquí y no sigan bajando el nivel más todavía.

Una película irreverente presto que a pesar de sus continuos gags desde el principio de la película para hacernos creer que vamos a pasar un buen rato en cuanto refiere a divertirnos, no da la sensación de poseer la misma calidad que la primera entrega de "La Era del Hielo". Demuestra una perspectiva de que fue hecha por otras personas diferentes a los creadores de la historia original.
Es un refrito que insulta a la película base, bien dice la frase "Segundas partes nunca fueron buenas".

Al principio, sobre todo en su primera entrega, hace 15 años, Ice Age tenía cierta gracia. Evidentemente es una saga menor, que no llega a la sombra de nada salido de Pixar ni Dreamworks, pero sus personajes tenían carisma y la trama era medianamente interesante. Con cada entrega, Ice Age ha ido perdiendo calidad y originalidad, y parte de su alma, hasta hoy.
Hoy, con ésta entrega, ha tocado fondo. Ya no hay alma, ni diversión. Sólo unos cuantos ejecutivos rezando porque los niños sean tan pequeños, tan inconscientes, que se traguen cualquier cosa, aunque sea tan absolutamente deleznable como ésto.
Ya no hay una trama mínimamente creíble, ni desarrollo de personajes, ni un mínimo de calidad e ingenio en los chistes. Ahora, en esta saga todo es acumulación, avasallar y no dejar pensar al espectador con un montón de personajes estridentes, estrambóticos y que no dejan de acumularse, especialmente cargantes casi en su totalidad.
Desde luego, se aprecia claramente el esquema típico norteamericano de valores familiares (ya son CUATRO los mamuts, ya Diego tiene a su pareja, Sid también, incluso la abuela anda por ahí soltando algun chiste rancio ocasional), aplicados al mundo animal. Siempre igual, siempre lo mismo. La familia y su unión, lo más importante de la sociedad. Que no se nos olvide. Es lo que les conviene a estas grandes empresas, si no....¿quien en su sano juicio iría a ver ésto al cine?
Y para rematar, el típico baile, millones de veces visto en millones de películas de animación, de todos los animales al final, al ritmo de pop prefabricado sin alma, un final digno de una película carente de ella.