La candidata perfecta

Tal y cómo se va configurando el escenario, diríase que el mes de marzo va a ser el mes de las reivindicaciones sociales en el plano cinematográfico. No en vano, el 8 de marzo es el día de la igualdad de género, por lo que cabría esperar que este hecho se viese reflejado en la cartelera. En el caso del estreno de esta semana, me resulta inevitable pensar que esta línea de pensamiento haya sido determinante en su fecha de llegada a salas. Pero no me malinterpretéis, hablamos de una película que estaba llamada a ser estrenada más pronto que tarde. Es una de esas rezagadas del circuito festivalero cuyo desembarco aún estaba pendiente. Y además, una película que se vio en el primer día del Festival de Venecia, justo antes de que apareciese por allí. Un filme que vuelve a dar la voz a una nación donde muchos cambios son aún necesarios. Golem estrena este viernes La candidata perfecta, la tercera película de Haifaa Al-Mansour, primera directora de Arabia Saudí. Realizadora de una película que no me convenció como Mary Shelley, pero que merece seguir confiando en lo que tenga que decir tras la cámara. Ni la trama ni el recibimiento mediático invitaban al optimismo exacerbado, pero es siempre un placer cubrir los estrenos de Golem. Poca presencia de cine saudita hay en esta web, por lo que suponía la ocasión perfecta para remediarlo. Y aunque nos hallamos ante una película muy adecuada para unos fines específicos, es a su vez un largometraje dúctil. Una película armada con profesionalidad e importante en su mensaje, pero pobre en sus posibilidades expresivas.

Una mirada reveladora de el trato que se le da a las mujeres en Arabia Saudi, a pesar de haber conseguido cierta influencia en la sociedad. La directora Haifaa Al-Mansour (La bicicleta verde, Mary Shelley) nos enseña el día a día que soporta nuestra heroína aguantando toda clase de desplantes por parte de los hombres que acuden a la consulta o no tener la libertad de viajar sin el consentimiento de su tutor masculino.

Nuestra protagonista es una joven medico de un pequeño pueblo de Arabia Saudi, llamada Maryam (Mila Al Zahrani). La carretera hacia el único hospital de la ciudad donde trabaja no está pavimentada, lo que significa que su camino de entrada se convierte continuamente en un pozo de lodo o arena, sus continuas solicitudes al ayuntamiento para que lo arreglen caen en saco roto, por lo que decide presentarse a las elecciones...

Con la ayuda de sus hermanas Selma ( Dae Al Hilali) y Sara (Nora Al Awadh), Maryam se lanza su carrera política.

Las tradiciones antiguas machistas chocan con el mundo moderno y como avanza la sociedad musulmana en ciertas cosas y en otras no, así vemos contradicciones como que la doctora lleve para trabajar un niqab negro que le cubre todo, exceptuando sus ojos, pero a la vez conduce su coche nuevo a su trabajo como una medico importante de una clínica de emergencias. O que a pesar de su edad no pueda viajar a un congreso de medicina en Dubai porque ha caducado el permiso de su padre.

Pero aunque haya mucha critica social, la directora sabe darle muy bien ese tono de comedia melodramática, consiguiendo que historia se disfrute bastante.
Destino Arrakis.com

Afortunadamente las cosas están cambiando en Arabia Saudí, a pasos muy pequeños, pero están cambiando. La mujer está consiguiendo pequeñas parcelas de libertad. En estos momentos ya pueden conducir un coche, viajar al extranjero sin el permiso de un guardián legal y lo más importante rodar una película con libertad. Con está película la directora Haifaa Al-Mansour ha conseguido traspasar muchas barreras y que su trabajo sea un aliciente para que las nuevas generaciones no se detengan y consigan romper los tabúes que las retienen.

Su opera prima “La Bicicleta verde” tuvo que rodarla en el interior de una camioneta para no estar en contacto con los hombres del equipo. Afortunadamente en está ocasión no ha tenido ese problema y ha podido sentir en primera persona la libertad de trabajar a su manera. También ha dirigido varios películas fuera de su país, quizás la más conocida sea “Mary Shelley”. “La candidata perfecta” formo parte de la sección oficial del Festival de Cine de Venecia del 2019.

La película nos cuenta la historia de Maryam, una joven médica que trabaja en el centro de Salud de una pequeña ciudad de Arabía Saudí. Tiene una alta calificación y mucha experiencia, pero pese a ello, tiene que ganarse el respeto diariamente, tanto de sus compañeros, como de los pacientes. La joven está muy indignada con el ayuntamiento porque nunca asfaltan el camino que lleva al hospital, por eso decide presentar su candidatura a las elecciones municipales, para intentar salir como alcaldesa.

No puede contar con el apoyo de su padre, un conocido músico que está de gira tocando en los primeros conciertos públicos permitidos por el gobierno en décadas. Maryam entonces decidirá reclutar a sus dos hermanas para recaudar fondos y planificar su campaña electoral. A partir de ese momento su inesperada candidatura a la alcaldía sorprenderá tanto a su familia, como a una comunidad nada acostumbrada a la idea de que una mujer dirija el consistorio.

La cinta vuelve a ser otra vez una voz de denuncia contra una sociedad demasiado patriarcal, la directora consigue mostrar al resto del mundo la situación de su país. En ningún momento se excede en el sentimentalismo y se centra en la gran interpretación de la joven protagonista. El mensaje principal que quiere transmitir es que aunque se hayan cometido ya muchas cosas buenas, todavía queda mucho camino por recorrer. Como punto negativo, tengo que decir que algún tramo de la película se me hizo repetitivo, aús así recomiendo su visionado.

Lo mejor: La interpretación de Mila Al Zahrani
Lo peor: Le cuesta avanzar en algunos tramos.


Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

Muy de agradecer esta entrega directa de Haifaa Al-Mansour sobre la situación de la mujer en lugares como Arabia Saudita y aledaños. Lo que algunos califican como relato elemental y simple, insinuando inferioridad artística, yo lo denominaría borbotón de verdades incuestionables que exigen inmediata reparación y que huyen de vacuas retóricas, rebuscadas disertaciones y excusas que persiguen la corrección política; amparándose tras ridículos escudos tradicionalista y culturales. La educación, sumisión y respeto que se exige de las clases inferiores, y la mayor parte de las mujeres árabes lo son, no es más que una cadena de diferentes metales que hay que romper con la cristalina rotundidad de la razón: "¡ Hasta aquí hemos llegado, "señoros", se acabó la esclavitud. Váyanse a la mierda !" . Este es el lenguaje que todos entendemos y que hará mucho más por el empoderamiento femenino que los siglos de paciencia e invisibilidad.

Me ha gustado esta película, desde luego no es excelente, tampoco solemne en sus planteamientos sociales, ni ácida, ni furiosa, ni demasiado beligerante. Su directora, Haifaa Al-Mansour reclama una revolución urgente pero tranquila, sobre todo con relación al papel de la mujer Arabia Saudita.

En la cinta, una mujer médica en ejercicio de nombre Maryam (Mila Al Zahrani) se ve obligada a volverse de un Aeropuerto, porque su tutor masculino (su padre), no había dejado firmados los convenientes papeles dándole permiso para viajar. Iba a asistir a un Congreso médico. La situación resulta bochornosa para una mujer adulta y motivada por esta circunstancia, enojada, decide inscribirse como candidata a la alcaldía de su pueblo e inicia una campaña contra las normas machistas que imperan en el país.

Pero el relato es una especie de historia tan sencilla como efectiva, encantadora y libre de esquinas aviesas, con poder, convicción. Pero su directora se cura en salud ofreciendo una visión atenuada del régimen saudita.

A Haifaa Al-Mansour le ha salido una película de expresivas y bonitas formas, en clave de fábula, tanto por el mensaje claro que transmite, como por la ponderada simplicidad de su propuesta.

El guion de la propia Al-Mansour junto a Brad Niemann, hace gala de una puesta en escena convencional y un perfil de los personajes alejado de lo complejo y dibujando con trazos claros de los problemas de la mujer saudita. Para ello utiliza elementos simples y sutiles que le dan al argumento ligereza y efectismo.

Puede provocar en el espectador occidental cierto sonrojo ver algunas escenas y episodios del film, como la callada y paciente respuesta de la doctora ante la burda expresión machista y misógina de sus colegas en la clínica e incluso de los pacientes varones.

Pero el film equilibra esta tribulación ambiental, con un entorno familiar agradable, liberal, culto y respirable junto a sus hermanas. Un padre músico y tolerante y carácter afable, una madre que fue cantante y unas hermanas simpáticas y liberales, en lo que cabe.

Con esta sencilla pero a la vez entrañable trama y encuadre, Al-Mansur consigue que entre un soplo de aire fresquillo y un hálito de esperanza para la mujer en su país.

El film en mi opinión cumple, es entretenido, afectuoso, incluso enternecedor y quizá mejor comprensible si el espectador se pone en el lugar de su directora, mujer en un país intransigente y feroz con las salidas de tono mínimas de las mujeres. También en España se usó el humor y las maneras para sortear las censuras (Berlanga, Bardem, Saura, etc., siempre guardando las diferencias, claro).

El reparto está muy bien con Mila Al Zahrani como protagonista principal junto a Nora Al Awadh y Dae Al Hilali (las hermanas), Khalid Abdulraheem (muy bien como el padre), Shafi Alharthy, Tareq Al Khaldi y Khadeela Mua’th.

Una visión franca del mundo saudita que sin duda resultará curiosa al público español y occidental. Una perspectiva en cierto modo irónica sobre una sociedad aburrida y fastidiada por la cuestión del género y la mujer invisible.