Skate Kitchen

Empiezo a hartarme de los coming of age de manual. Quizás porque ya he dejado esa etapa atrás, quizás porque es un tema sobadísimo, quizás porque ya se ha explorado más y mejor en otras obras. Quizás porque siempre vuelven una y otra vez a los mismos lugares comunes de siempre. También me está hartando tanta película “de colectivos” que ni pincha ni corta, que se moja tan poco y que, por poco que la analices, no deja de ser un cúmulo de tópicos contados sin gracia. Porque aquí lo que vemos no es otra cosa que pinceladas superficiales de unas skaters, donde todo el conflicto acaba reduciéndose al mismo rollo de si X personaje se lía con Y y resulta que Y había estado saliendo con mi amiga Z. Tenemos a la típica madre controladora, a las amigas alocadas y exageradas de toda la vida, a la misma chica que se ahoga y que necesita ver mundo para darse cuenta que lo que tenía antes no era tan malo.

Uy qué chulo: una de ellas tiene un padre que no le importa que su hija esté con otras diez amigas fumando porros en casa y que le compra los tampones y las compresas. Vaya, qué alternativo: un personaje se tiñe el pelo de rojo, algunas se lían entre ellas y tienen un amigo gay en la pandilla. Y esto es lo que se considera hoy día “subversivo”, “película de personajes”, “debut rico en atmósfera”, o “momentos que capturan a la perfección el regocijo y el temor de un verano en la ciudad a una edad en la que te crees invencible”. Yo solo veo cuatro detalles puestos aquí y allá para parecer algo más de lo que es. Veo un relato simplón, superficial y demasiado lánguido.

Quizás sea la primera que veas y creas que es la quintaesencia del cine indie. Te aseguro que dentro de diez años, cuando veas otra por el estilo, pensarás igual que yo.

Llega a Movistar Plus Skate Kitchen, la película de adolescentes skaters que personalmente me parece una de las joyas indies del año.

La película esta dirigida por Crystal Moselle, una directora de documentales que aporta a la película un tono extremadamente realista. Y es que la mayoría de personajes que salen en la película son reales. Ellas son Skate Kitchen, una página de Instagram de un grupo de chicas skaters que ha pasado a la ficción respetando las personalidades de cada una.

Esto es un “coming of age” de toda la vida. Película de dramas adolescentes donde las amistades, las drogas y el sexo tienen el protagonismo. Pero también es una película que habla del skate. Pocas películas (aparte de “Los amos de Dogtown”) he visto que hablen tan honestamente de este deporte o, mejor dicho, de este estilo de vida.
La película no solo nos muestra que significa hacerse mayor y superar la adolescencia, sino que habla también sobre que significa ser una chica en el mundo del skateboard.

Creo que cualquiera que vea la película va a enamorarse de sus protagonistas, de ese grupo de chicas variopinto en el que cada una tiene una fuerte personalidad y estilo. Además, patinan muy pero que muy bien. En el reparto también tenemos a Jaden Smith, que parece que va tomándose esto de actuar de otra forma y nos presenta un personaje bastante solido.

La película esta rodada de un modo muy intimista, con mucho primer primerísimo plano para las escenas más emocionales pero con el ritmo justo para que no te aburras. En las escenas de skateboard esta grabado como si fuera un vídeo callejero o bien un documental hasta tal punto que no sabes donde termina la ficción.

Un coming of age que habla sobre sexo, drogas, amistad y relaciones

Esto es un coming of age de toda la vida. Es una película de dramas adolescentes donde las amistades, las drogas y el sexo tienen el protagonismo. Vaya, lo que pasa en cualquier grupo de adolescentes de siempre pero con skate como nexo de unión entre ellos. Pero también es una película que habla del deporte del monopatín. Pocas películas aparte de Los amos de Dogtown he visto que hablen tan honestamente de este deporte o, mejor dicho, de este estilo de vida.

Chicas en un mundo de Chicos

La película no solo nos muestra que significa hacerse mayor y superar la adolescencia, sino que habla también sobre que significa ser una chica en el mundo del skateboarding. No solo habla sobre eso pero esta muy bien metido en la historia y a la vez nos hace reflexionar sobre lo inútiles que son muchas personas. ¿Qué mas hubiera querido yo que patinar con más chicas cuando era más joven? Si hubiera patinado con ellas seguro que aún estaría patinando.

La fina línea entre la realidad y la ficción

Gracias a Crystal Moselle tenemos una película rodada con primeros primerísimos planos para las escenas más dramáticas y cámara en mano para las secuencias de skateboarding, que le da un toque documental muy realista. Algo parecido a la docuficción que hemos visto este año en The Rider. En algunos momentos es difícil diferenciar entre realidad o ficción. Esta claro que el guion esta ahí pero esto es una película de personajes.

Sus protagonistas le aportan gran realismo a la cinta. Un grupo de chicas skaters de verdad, salidas de Instagram, que tienen el skateboard como estilo de vida. Además esto es una película de personajes. Cada una aporta una personalidad distinta al grupo que lo hace altamente atractivo a la vista y ayuda mucho al guión. En el lado de los chicos tenemos a Jaden Smith, que parece que va tomándose esto de actuar de otra forma y nos presenta un personaje interesante.

Conclusión

Personalmente, junto con The Rider, me parece una de las películas indies del año. Tenemos la suerte de poderla ver en Movistar Plus. Vale la pena porque la película dura solamente una hora y media. Estoy seguro que cualquier aficionado al Skateboard va a ver la película porque vale la pena solo para ver de un modo distinto como es vivir patinando en la ciudad de Nueva York.

Escrito por Daniel Burón
https://cinemagavia.es/skate-kitchen-critica-pelicula/

La verdad quede admirado de este filme independiente, siempre tocar el tema de la adolescencia en el cine es delicado por todo lo que con lleva esa edad, pero Crystal Moselle una directora amateur todavía supo como hacerlo, tratar temas como drogas, exploraciones sexuales, rechazos y confusiones típicos de la edad sin irse al extremo como lo hizo Larry Clark con Kids, y aparte con una buena moraleja enfocada en que la amistad sobrepasa cualquier circunstancia social.

Voy a destacar el guión centrado en la adolescencia femenina que a veces son las que mas cambios representan, no quiero ir a spoiler, pero una escena en el que al rededor de siete adolescentes encerradas en un cuarto hablan de sus experiencias con la menstruación y el uso de tapones, me pareció tan excepcional y en mi criterio la llegue a relacionar con la escena inicial de Reservoir Dogs como una paradoja a esa conversación tan machista refiriéndose a prostitutas y sexo entre los protagonistas, me pareció tan clave esa escena por eso la comparto, los protagonistas son skateboard y realizan trucos de primera no son novatos eso y tantas cosas que destacar en esta joya que me lleve de Crystal Moselle, no me queda mas que aplaudir.

Una película indie muy interesante que muestra la tribu social de las chicas skaters de la ciudad de Nueva York, con personajes tan distintos, con mentalidades muy diferentes y de distintas etnias pero que a la vez son muy parecidas entre ellas y la amistad que las une se percibe en el aire. Algunos sucesos de la película pienso que están algo forzados y se entiende porque los adolescentes son así, creyentes de que nadie puede entenderles y el volverse algo rebelde en un verano lo ven como una buena salida. La atmósfera desde luego es que es genial y el mundo del skater es diferente. El paisaje de la ciudad de Nueva York la verdad es que es precioso. PD: Realmente conocí y vi la película porque mi cantante favorita (Clairo), aparece en la soundtrack del film, pero ha acabado gustándome la película. Además añadir que las actrices no son profesionales pero hacen un buen papel porque se notan que su mundo es el representado en la película.