El pacto de Adriana

Extraordinario documental de crudeza testimonial, que te sumergirá hábilmente en una historia anclada en una nauseabunda oscuridad, donde la nostalgia y la emotividad se entrecruzan con la rabia, la tristeza y la mentira. A partir de una trama centrada en la relación de la directora del film con su querida tía Adriana, un referente de su infancia que se transforma abruptamente en la protagonista de una dramática fractura, al ser sindicada como responsable directa de crímenes cometidos al interior de la DINA de Pinochet. De ahí en adelante lo que imperará será más bien la duda, una que transmuta imparablemente desde voces que te dicen miles de cosas, donde los lazos familiares se disocian de la conciencia personal y colectiva. Incluso por momentos te hará pensar que estas inverso en un thriller, al entender que subyacen manipulaciones constantes que pretenden tergiversar la realidad, una que se construye desde la recomposición meticulosa de piezas, donde algunos se transforman en personajes que actúan brillantemente, al pasar desde una condición de fragilidad a una de violencia descontrolada, dejando con ello entrever sus verdaderos rostros, unos que por más que se quieran ocultar tarde o temprano emergerán.

Personalmente, se me hizo un poco difícil definir este documental, en particular desde lo sensitivo que produjo en mí, considerando la mezcla persistente entre el relato histórico y crudo de vejámenes llevados a cabo, versus los diálogos cargos de emotividad de una familia aparentemente normal.

Ayer vi esta muy interesante película chilena en la Cinemateca Distrital de Bogotá. Tiene una estructura férrea de las que te mentiene enganchado los 96 minutos que dura. (Eso a veces hace que sienta demasiado ese peso). Pero tiene algo que me parece muy bueno. La documentalista no puede concluir más que con una certeza que es una duda. Eso, en la NoFicción, que tiene esa relación tan intensa con la realidad, no es fácil. Lisette Orozco firma un pacto, no se si de familia, de silencio, pero seguro firma un pacto con la realidad y nos deja con la pregunta de que harías tu si te dijeran que hay un asesino y torturador en tu família.

El Pacto de Adriana (2017)
Lissette Orozco

Cuando una inquietud se le mete en la cabeza a una cineasta, no hay vuelta atrás, si es que te decides a documentarlo. Pero que difícil misión es registrar la realidad cuando hay vínculos afectivos involucrados. La verdad y la mentira entremezclada con la familia, aquel núcleo social inexpugnable, difícilmente se ponen de acuerdo. Ser objetivo en esta mazmorra emocional se convierte en un conflicto intenso y el rompecabezas se vuelve imposible.

La directora y guionista Lissette Orozco nos permite entrar en este viaje personal, en la que conviven dos caminos. La ayuda fraternal y la busqueda de la verdad. La linea divisoria entre ambas se torna difusa y eso es lo interesante de este documental Chileno.