Un año más

Hay películas que agradeces haberlas visto, no por que te hayan entretenido durante hora y media, sino por que te ofrecen retales de realidad en forma de poesía, por muy dura que sea. Y esta película es un ejemplo de lo que escribo. El film no es nada pretencioso, es sencillo y humano, excelente en su narración, pausado, armonioso, vas entrando en la vida del protagonista como las olas del mar llegan a la orilla de cualquier playa en un día plácido de verano. Y cuando acabas de verla, tu mirada, tu manera de ver el mundo de la discapacidad, ha cambiado. No dejen de verla, fijense en los pequeños detalles,¡que hay muchos y muy buenos!, disfruten de esta película, lo agradecerán.

“Un año más” es muy original, nunca antes había visto un tratamiento de una persona adulta con síndrome de down de esta forma en el cine. Una manera de inmortalizar la resistencia de Paco, normalizar la situación de las personas con discapacidad y reivindicar que lo que nos hace diferentes son nuestras habilidades. Julio Suárez ha realizado un magnífico documento, dejando claro el mensaje, pero tan sensiblemente filmado que te entra por los poros.

El centro de toda la película es Paco, todo un personaje y artista. Sus cuadros sorprenden, pero cuando ves en el documental como traza las líneas, cabeza, cuerpo y cabello, de una figura, te quedas admirando como lo hace, de forma pausada, lenta, por que su trisomia cromosómica no le permite ir más rápido, pero lo agradeces por el momento tan bello de esa creación.

En un inicio pensé que había escenas largas por falta de metraje, pero no, cuando vas entrando en la historia de Paco Bernal, protagonista del filme, entiendes que necesitas ese espacio de tiempo para ir colocando las cosas en su sitio e ir cambiando, o normalizando, tu mirada hacia la discapacidad intelectual.

Los prejuicios son defectos acumulados por el ser humano cuando no tiene la valentía de incorporar a su inteligencia lo que es diferente, sea lo que sea. La vida de Paco Bernal, un pintor con éxito contrastado, es la historia diferente, de una resistencia a seguir viviendo, a amar y ser amado. Esta emocionante película, sobre una celebración que no es como todas las demás y que tiene un significado mucho más profundo, es un relato soberbio sobre la belleza de la normalidad, sin más pretensión que la de mostrarnos la vida del protagonista resumida en un solo día, gracias a una magistral dirección.

Quiero destacar el papel de Rosa Bernal, una mujer que vive por su hermano, potenciando las cualidades pictóricas de Paco, sin ningún tipo de paternalismo. El amor es la fuerza más poderosa de este mundo y Rosa lo demuestra en el documental. Es por ello que el cartel de la película esté dedicado a ella, sacado de ese maravilloso plano de la cinta de Rosa mirando al mar, como buscando la ruta más fácil para navegar contracorriente.

Un año más es una historia bella y sencilla que, sin discursos ni lecciones al espectador, te ofrece cómo romper barreras para acabar con los tópicos y tabúes de nuestra sociedad que tenemos interiorizado respecto a la discapacidad intelectual.

No dejen de verlo, muy bien filmado y diferente a cualquier otro documental. Y se lo aseguro, al final de la película, lamentarán que se acabe.

La naturalidad de la película y su protagonista es lo que nos hace pensar que el mundo es diverso y lleno de oportunidades para cualquiera.