Nathan's Kingdom

Drama independiente que trata con sumo respeto, cariño e imaginación el siempre espinoso asunto de las enfermedades mentales. Nathan, aquejado de autismo, y su hermana Laura emprenden un viaje para encontrar el reino imaginario que Nathan tiene en su cabeza. Lo que al principio empieza como una forma de huir de los problemas se revela como algo con un cariz de veracidad mayor del que esperaban.

Tratada con suma sensibilidad, cuenta con un estupendo trabajo de sus jóvenes actores, en especial de la guapa Madison Ford, cuyos espectaculares ojazos te atrapan y no te sueltan. Refleja tanto el mundo interior de, en este caso, un autista, como las devastadoras consecuencias que tiene para su hermana vivir con una persona que requiere atención 24 horas al día. Y esto último hace sin tapujos pero también con respeto. A veces los que conviven con la enfermedad sin padecerla son los grandes olvidados, pero también merecen su cuota de atención.

Las escenas en el desierto son un valor añadido, de una gran belleza. Justo la que busca Nathan en su vida, hasta descubrir cómo llegar a su reino. La banda sonora es otro punto fuerte, acompaña adecuadamente tanto en los momentos más emotivos como en los de simple transición. En resumen, una pequeña gran película, metafórica a la par que realista, que tocará muchas fibras sensibles sin por ello ser sensiblera.