La crisis

Bajo el formato de comedia de peripecias y tropiezos, protagonizada por la típica pareja completamente antagónica que se ven forzados a compartir aventuras (en este caso a la francesa) y que está presente en miles de películas, se esconde una crítica magistral a la hipocresía del progresismo burgués y de lo fácil que resulta emitir juicios y censurar opiniones cuando se está alejado del problema. Sin embargo, quienes verdaderamente soportan las miserias que aquéllos no padecen, nos dan finalmente lecciones de convivencia. La recomiendo.

Queda dicho que Serreau se encarga de poner el dedo en la llaga de una sociedad burguesa medio conformista/medio peripatética. Elige un tono frenético y verborrágico que se mantiene durante tres cuartos de cinta, para luego dejar paso a ritmos más contemplativos e intimistas. Vale mencionar que el intimismo es lo que falta al principio, puesto que la crisis se apodera de todo, tanto de la incomunicación entre las partes involucradas como entre los sujetos y sus propias necesidades internas.

No obstante, el guión no está todo lo logrado que debería estar: por momentos se regodea en el chiste o la hilaridad, y por momentos otorga demasiado protagonismo a secundarios que no aportan nada nuevo a lo ya expresado. Vale mencionar la secuencia con la madre del prota: una de las mejores escenas de la peli, una verdadera confesión de nihilismo y colapso personal que he visto en mucho tiempo.

Peli con altibajos, pero para recomendar por su intención final, La crisis reparte sus glorias y sus pequeñas patinadas hasta lograr erguirse como peli, como mínimo, de interesante enfoque.

Me partí de risa con esta película, pero además me gusta lo crítica que es con todo el mundo. La gente que sale aquí es incríblemente hipócrita, y la mayoría ni lo saben, como nos pasa a casi todos... le pega un repaso a los ecologistas coñazo, a los tolerantes xenófobos, a los xenófobos convencidos, a los artistas entregadísimos a su arte, a los hijos que creen que sus padres siempre tienen que estar para ellos pero nunca están para sus padres, a lo egocéntriccos que somos todos, y a la gente "convencida" en general. Me gusta como hace al protagonista darse cuenta de lo tonto que es.

Una vergüenza, eso sí, que el personaje español que sale tenga un acento de latinoamérica (no sé de dónde, pero de España, no) que tira patrás. ¡Señores franceses, que Francia está llena de españoles, y para decir dos frases sin ningun drama en una peli vale cualquiera de ellos!

Película totalmente recomendable. Engancha en el minuto uno y ya no la dejas hasta el final.
En versión original y conociendo la problemática social y política de Francia (años 90) gana mucho más.sería fácil y atractivo hacer un remake a la española. Ahora sería totalmente actual. Para mi es un 10. en algún momento de flojera emocional me la he repuesto y me ha arreglado el día. Gracias Coline Serreau.