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God on Trial (TV)

Drama En la tradición judía habitual de discutir sobre Dios, un grupo de prisioneros judíos en Auschwitz decide poner a Dios en tela de juicio, dada su terrible situación. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
17 de enero de 2010
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venía desde hacía tiempo persiguiendo a Frank Cottrell Boyce desde que personalmente me gustó con sus guiones de "Código 46", perfectamente revisitable hoy en día con las paranoias que se están montando en los aeropuertos, y la excelente, por ingenua a veces, de "Millones". Pero para hacer un guión como éste hay que tenerlos muy cuadrados. Eso de que en una situación extrema como fueron los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial y que algunos son capaces de decir poco menos que eran balnearios y que del genocidio, "ná de ná", que eso son falacias, juntar a un grupo de futuros judíos a punto de ser apiolados y montarle un sumarísimo al Supremo Hacedor, tiene toda su mala bilis o bien, de intentar poner las cosas en su sitio religiosamente hablando. Que poco llega a importar ser del judaísmo, cristianismo, mahometismo y todo lo que acabe en "ismo" durante los 90 minutos del metraje que nunca llegan a hacerse eternos. Sus diálogos muy bien construidos y documentados, una ambientación espartana y un genial hacer de los actores en sus caracterizaciones dramáticas pueden llegar a recordar a más de uno preguntas que a veces nos hemos hecho y hemos dejado sin respuesta, sea un tsunami, sea un terremoto en Haití, sea el Holocausto o cómo le va a Palestina, donde estos judíos con sus jueces devuelven la pelota en sus comentarios a lo que luego fue después de 1945.
Estoy seguro que cualquier agnóstico, ateo, teólogo sin muchas pretensiones y amantes de ver los rostros en un quejido, como el maestro Dreyer, disfrutarán a lo grande y la tendrán, con las reflexiones que conlleva, más de un día en la cabeza.
Y eso que es para la televisión. Para la inglesa, claro. Aquí haces algo de eso y primero te empapela Munilla y luego el Rouco te excomulga per secula seculorum. Amén. (Otra muy buena, pero esa para otro día)
bdurruti58
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31 de mayo de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un tema profundo con múltiples salidas, y todos estos escapes llenos de luz de razón.
buenas actuaciones,guion para nada aburridor, voces y acentos interesantes y un escenario de crueles colchones.
faltó un poco de dinamismo visual para esas interesantes historias bíblicas pero en general buenísima.
juan miguel
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27 de septiembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
191/04(08/09/18) Notable y sugestiva obra de televisión británica (producido y estrenado por la BBC, producción respaldada por PBS, proyectó la obra como parte de su antología de Masterpiece), dirigida por Andy De Emmony y escrita por Frank Cottrell Boyce (“Millones” o “Un largo viaje”), una cinta con profundo calado filosófico y humanista debate sobre si Dios es Bueno o Malo, ello con argumentos teológicos de calado existencial, teniendo como marco nada menos que un barracón de judíos en el campo de exterminio de Auschwitz durante la WWII, un poco antes de que los nazis pasen a recoger gente para la cámara de gas, lo que otorga aún más tensión al drama. La pregunta que se cierne sobre el debate-juicio es si Dios ha roto su pacto con el pueblo judío al permitir que los nazis los exterminen en la SHOAH. Se basa en un evento descrito por el premio Nobel de la Paz (1986) Elie Wiesel (Sobrevivió a los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald, siendo liberado por las fuerzas aliadas el 11 de abril de 1945) en su libro The Trial of God, aunque Boyce describe este cuento como "apócrifo". Según Boyce, el productor Mark Redhead "había intentado convertir la historia en una película durante casi 20 años cuando me llamó en 2005 para escribir el guión". Sin embargo, Wiesel con 80 años, hizo de la historia el tema de una obra de 1977, El juicio de Dios, aunque no la estableció durante el Holocausto; su obra transcurre durante el pogromo ruso en 1649. Wiesel confirmó que la historia era cierta y que él fue testigo personal de ella. Boyce, sin embargo, argumenta que la historia original es apócrifa. Muchos han asumido que la historia fue una forma para que aquellos con fe intenten darle sentido al Holocausto. Curiosamente no se trata de discernir si Dios existe o no, aquí el ateísmo o agnosticismo no está presente, dan por sentado los judíos que Dios siempre ha estado, solo que ahora (según el contexto) está del lado nazi. La cinta se convierte en un fresco inteligente sobre la Fe, sobre los Sacrificios, sobre la Individualidad, sobre la pena Conjunta, sobre si el pecado es de cada uno, o de la comunidad, preguntas que toda persona de fuertes creencias religiosas e ha hecho alguna vez. Hay quien considera sacrilegio discutir la bondad o maldad Divina, pero como se dice en la película, Abraham negoció con Dios, peor sobre todo el nombre de Israel significa “el que lucha con Dios".

Cuando comienza la película, un grupo de turistas visita Auschwitz en la actualidad. El campamento parece quizás un poco prístino ahora, pero los fantasmas de los cientos de miles que sufrieron y murieron aquí no están muy lejos. Volviendo a la guerra, vemos un grupo de prisioneros pasando por un proceso de selección. Aquellos que se consideran "aptos" de alguna manera se les permitirá seguir viviendo. Los prisioneros no saben si ser seleccionados para un grupo u otro significa que vivirán o morirán. De vuelta al barracón, Moche (Dominic Cooper), propone convocar a un tribunal rabínico para determinar si Dios es culpable de descuidar a su pueblo elegido. La sola idea de la corte es una blasfemia para Kuhn (Jack Shepherd), mientras que su hijo Mordechai (Rupert Graves) es voluntario para ser el fiscal principal en el juicio. Entre los prisioneros hay rabinos y eruditos, hombres de ciencia y hombres de negocios, clase obrera y campesinos, todo ellos con su personal visión del tema. Tres hombres presiden como jueces: Baumgarten, profesor de derecho penal (Stellan Skarsgard); Schmidt, un rabino (Stephen Dillane); y el hijo de Kuhn, Mordechai (Rupert Graves), que desempeña el papel de fiscal. Falta en esta corte rabínica algo fundamental como la Torá, será Rabi Akiba, tipo que se la sabe de memoria.

Este es un relato no apto a todos los paladares, con una estructura claramente teatral (casi todo el metraje es un solo escenario, el del barracón de presos) se deposita toda la fuerza en las actuaciones y sus intensas alocuciones, mediante las cuales se confrontan diferentes puntos de vista sobre la Historia de los judíos a lo largo de la historia, mezclando (valga la redundancia) historia con el Antiguo Testamento, enfrentando todo lo bueno y malo que ha sufrido este pueblo, poniendo la Fe y su Dogma contra el paredón, sobre cada sufrimiento que ha sufrido está justificado en pos de mejorar la colectividad, o está en la individualidad que sufre su ira el que es culpable.

Es drama judicial disfuncional, aposentado en pensamientos profundos, apoyando en actuaciones sobrias y a la vez de enorme potencial emocional, sin caer en sensiblerías, pero conmoviendo sin manierismos, en un in crescendo dramático cargado de sensaciones contrapuestas. Se inicia en el presente con un convoy turístico en bus que desembarca en el campo de exterminio Auschwitz, hacen el tour por las instalaciones, y en esas llega otro autobús, pero de este bajan prisioneros judíos, hemos retrocedido a la WWII, asistimos a la selección que hace el médico del lugar, izquierda y derecha es la diferencia entre vida y muerte. Esta visita de los turistas tendrá su importancia circular al final.

Comienza la acusación a Dios, Moche: "Estás ciego? Asesinato! Colaboración! "El Todopoderoso está acusado del asesinato de su propia gente. Él ha roto el pacto. Él había prometido conducir a los enemigos de Israel antes que ella. Él había prometido que el trono de David perduraría para siempre; Entonces Dios rompió el trato". Pero su padre le responde: "Han pasado cosas malas antes de leer su historia", dice Kuhn. "Somos judíos. Sufrimos". Él recuerda Egipto, Babilonia, la destrucción de Jerusalén, Masada, España, Rusia. " Y ahora aquí!"

Se habla de un Dios cruel, de un Dios descuidado, de un Dios nihilista: Da un físico galo (Jacques) una vertiente Cósmica según la cual Dios debe ocuparse del Universo y nosotros somos una mota de polvo en el desierto híper-galáctico, y lo expresa:…(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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