Triple Cross - La verdadera historia de Eddie Chapman

Triple Cross es, a mi parecer una de las mejores películas de espías que he visto. Un ladrón que pasa a ser espía del eje es el inicio de esta película llena de intrigas y traiciones. Segun avanza la película, los movimientos del protagonista son mas extraños y no sabes lo que se propone. EL argumento me parece magnífico, así como las interpretaciones de Christopher Plummer, Yul Brynner y Romy Schneider, muy recomendable.

051/13(08/02/10) Muy buen film de espionaje británico, basado en hechos reales con alguna que otra licencia, se centran en el ladrón Eddi Chapman (Christopher Plummer), apresado y encarcelado en el isla de Jersey, situada en el Canal de la Mancha (No en el Norte de Inglaterra, como dice la sinopsis, como bien recuerda Mordor), con la Segunda Guerra Mundial los nazis toman la isla (como curiosidad fue el único suelo inglés que tomaron los alemanes durante este periodo) y entonces Chapman ve un mundo de posibilidades, su poder ce convicción hace el resto y los alemanes lo reclutan como espía. La cinta es una reflexión sobre la ambigüedad moral de las personas, que en medio de las crisis el mejor bando es uno mismo, donde el beber pasa a un segundo plano para imperar la ley de la selva, donde sobrevivir es lo principal, donde curiosamente los personajes con más principos son los oficiales alemanes. La historia resulta muy amena con la salvedad que quizás le hubiera venido bien un metraje algo más corto para condensar la narración y no de la impresión por momentos que se remarca varias veces la idea de lo ya contado, sin que esto quiera decir que aburra, simplemente que la síntesis hace que el ritmo sea aún ágil. Los actores rayan a gran altura siendo descritos con pocos trazos pero muy aprovechados, Plummer posee el carisma requerido, te lo crees, Bryner transmite la hidalguía y el porte del personaje, de los que ensombrecen al resto con su sola presencia, magnífico está Gert Fröbbe en el papel de policía sarcástico y recto en sus deberes, no me olvido de la bellísima Romy que da a su rol una personalidad excelente. Recomendable a los que gusten de buenas cintas de espionaje. Fuerza y honor!!!

Muy probablemente la mejor película que hizo el director de los primeros James Bond. Basada en un personaje real aunque su historia parezca de ciencia ficción, Eddie Chapman, que durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como agente doble y durante toda su vida al servicio de sí mismo.

Terence Young genera un personaje fascinante, bien interpretado por Plummer, que nos atrae desde el inicio tanto como lo hizo en su momento el 007 Connery. Audaz, inteligente, socarrón, mujeriego... y lo rodea de actores tan contundentes y eficaces como Yul Brynner, en el papel de aristócrata alemán oficial de la Wermatch, o Romy Schneider, como sensual y atractiva espía proveniente de la nobleza sueca. Incluso no lo hace mal Claudine Auger como miembro de La Resistencia, mejorando su trabajo también junto a Young en Operación Trueno como Dominó, la "compañera" de Bond.

Buenos diálogos, con inteligentes notas de humor negro y sexista propias del director. Mejor tratamiento de la intriga de lo que nos tenía acostumbrados y nuevos gatches que pueden utilizar los agentes secretos, aunque con tecnología de los años 40. Incluso resulta graciosa, si bien poco creible, la ametralladora con cañón doblado y retrovisor para disparar desde las esquinas. En suma una buena y muy entretenida película, mejor acabada y montada de lo que podemos esperar del vividor Terence Young.

Cuando uno lee la frase, basado en hechos reales, sabe que lo que está a punto de ver (o lo que ha visto, según los casos) tiene un poso extra de ser algo verídico, con la carga emocional que lleva el saber que lo que nos están contando ocurrió más o menos así. Sin embargo, Terence Young, un mágnífico director de género que se hizo famoso gracias a sus filmes con el Agente 007, no consigue en ningún momento meternos de lleno en la historia. Todo huele a mentira. Nada es creíble. Los decorados parecen de carton piedra, la iluminación es más propia de un musical que de una película bélica, los nazis son tan blandos que parecen sancados de una comedia infantil, incluso el protagonista podría haber participado en un anuncio de perfumes. Y es una pena, porque el elenco de actores era bueno sobre el papel, (incluído el incontestable Yul Brynner en un papel secundario). La historia es atractiva y sin duda el director parece indicado para poder llevar el trabajo a buen puerto. Pero no consigue darle ritmo, no consigue atrapar al espectador con un pizca de suspense, con un poco de sentimiento. Desde el minuto 1 se sabe que va a pasar y, efectivamente, hay pocas sorpresas. No tengo ninguna duda de que lo que cuenta Triple Cross ocurrió de verdad, pero dudo mucho que ocurriera como nos lo ha contado en esta película.

¡Qué pena! Unos actores famosos desperdiciados por un guión ingenuo y una dirección tópica y ramplona.

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