Café de los maestros

Al multipremiado Gustavo Santaolalla desde su pasión por la música se le ocurrió reunir a viejas glorias del tango (de hecho varios fallecieron antes de su estreno) y hacer un documental siguiéndolos y efectuando una grabación discográfica, un formato similar al exitoso “Buena Vista Social Club”.
El tango es patrimonio de la humanidad, el Rio de la Plata es su cuna y lo que hace el director es juntarlos y decirles hagan con la mayor libertad del mundo, lo que mejor saben hacer, disfruten, vuelvan a sentirse jóvenes, jueguen maestros, nosotros los disfrutamos.
La idea es simple, lo complicado es encontrar músicos de calidad y en esta película sobran, por mencionar a los más conocidos vemos a Mariano Mores, Leopoldo Federico, Horacio Salgan, pero también hay cantores como Alberto Podesta o Virginia Luque, así como algunos que solo son conocidos por los fanáticos, ejemplo de ello es Lágrima Ríos, están todos los “grandes” dicho en el sentido más amplio del término, tal vez la única ausencia sea la de Nelly Omar.
La única critica, el filme tiene gusto a poco, todo el material reunido da para hacer una miniserie, trata de abarcar un mundo en 90 minutos.
No hace falta saber mucho de tango para disfrutar de este filme, hace falta tener el corazón y los oídos bien abiertos, porque una vez que uno ha visto “Café de los Maestros” mirara al tango con otros ojos y si la película logra eso habrá cumplido sobradamente su objetivo.
Gracias por el tango.
Gracias Santaolalla por ser argentino.