Haz click aquí para copiar la URL

Passion fish (Peces de pasión)

Drama May-Alice Culhane (Mary McDonnell) es un actriz de televisión que se queda paralítica en un accidente de coche. Decide regresar a Louisiana, donde se crió, pero su mal humor empeora cada vez más y se convierte en una insoportable paciente para todas las enfermeras que acuden a cuidarla. Un día aparece Chantelle (Alfre Woodard), una enfermera que también tiene sus propios problemas... (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
22 de noviembre de 2006
23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el arranque donde John Sayles a través de la puesta en escena busca el aislamiento de la protagonista utilizando el fuera de campo y la voz en off para no mostrar al resto de personajes, se nos muestra a la enorme Mary McDonnell mirándose a sí misma en un televisor. El culebrón se ha tornado en cruda realidad.

“Passion fish” tiene los elementos de un telefilme de sobremesa que busca la lágrima fácil, de un culebrón que se mira en un espejo roto. Pero se ha trasmutado en un bello canto a la superación de la tragedia y a la soledad autodestructiva, donde no sobra ni un solo segundo de sus más de horas de metraje. Donde la combinación de drama, comedida y emociones no caen en ningún momento, contra todo pronóstico, en la sensiblería barata habitual.

Mi película favorita de John Sayles y una de las cumbres de los noventa con dos merecidísimas nominaciones a los Oscars que no fueron casualidad.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de octubre de 2011
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por finnnnnn! Por fin pillo una película que me dice algo, que me conmueve, que me toca ese puntito que una nunca pierde la esperanza de que le toque el cine. Eso que hace que los cinéfilos estemos enamorados de este arte a menudo tan decepcionante. Últimamente yo misma había perdido la fe en mi capacidad de sentir cosas delante de una pantalla. Sin embargo ayer esta sencilla historia de superación y amistad me llegó al alma y me hizo recobrar mi vieja pasión por el cine.

Curiosamente casi nadie parece haber visto esta película, tiene sólo dos críticas. Buena puntuación pero dos críticas mondas y lirondas. Mientras bodrios como "Inception" acumulan espectadores a mansalva y cienes y cienes de opiniones, esta pequeña maravilla, esta muestra de saber hacer cinematográfico sólo ha merecido un par de reseñas antes de la mía. Triste pero cierto.

Sólo puedo cantar alabanzas mil del magnífico guión, la estupenda realización y por supuesto la contenida pero sublime interpretación de las dos protagonistas. Pueden una ex-actriz parapléjica y una enfermera ex-drogadicta construir una historia de amistad a partir de la más absoluta desolación y ser capaces de erizarnos hasta el último pelo? Sí, pueden.

Y con esta crítica me reconcilio con John Sayles, un director con el que tenía yo cierto ajuste de cuentas a causa de otra peli suya a la que ya en su momento puse a parir por aquí. "Limbo" se llamaba la cosa.

Por cierto, se me olvidaba hacer mención a la maravillosa fotografía y a los fabulosos paisajes sureños que podréis disfrutar si la véis. Un verdadero regalo para la vista. Os la recomiendo con fervor.
Talía666
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de julio de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente, junto con Lone Star, será ésta la mejor de las películas de John Sayles. No sólo tiene en su haber un magnífico guión, no sólo es una relación de amistad tan contenida como memorable; no sólo te deja llevar en dos horas de cine en estado puro. No sólo roza la obra maestra; no sólo sus dos protagonistas están perfectas. Es todo esto más cine tan entretenido como veraz; una de las más memorables, mejores e imperecederas películas sobre la amistad de los últimos años. Su director con ésta, como con otras de sus más que notables películas, merece una revisión constante.
enyel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
viernes, 26 de enero de 2024
Passion fish



Hay películas que, en su conclusión, te transmiten la sensación de que ha transcurrido un largo lapso de tiempo, casi una vida, desde que comenzó, pero no porque la acción relatada haya tenido lugar durante un extenso periodo de tiempo, sino porque se ha dado una amplia y honda transformación en los personajes. Miras atrás y ves otro escenario, casi otro rostro. Eso me transmiten las serenas imágenes finales de Passion fish (1992), de John Sayles, esa serenidad que da respirar profundamente, y sentir ya el pacífico sentido de las cosas, porque te sientes conciliada. Como le sucede a May Alice (Mary McDonnell), alguien que nos es presentado cuando ha perdido la capacidad de andar, a causa de un atropello, y que, a lo largo del desarrollo narrativo, aprende a andar de nuevo en su interior, en su mirada, en su forma de habitar la vida. Las imágenes iniciales, fragmentos de sus manos y de sus ojos (como se sentirá fragmentada, quebrada, en su cuerpo y su mirada); despierta, para darse cuenta de que está impedida. No recordaba el accidente. Tendrá que aprender a recordarse, a recuperar el aliento. El relato es el proceso de su progresivo despertar. También el de la sedimentación y afianzamiento de una bella amistad, la que se gesta entre ella y la enfermera que la asiste, y ayuda, y propulsa, Chantelle (Alfre Woodward), después de varios infructuosos intentos con diversas enfermeras a las que May Alice no soporta o no le soportan a ella, ya que en su postración vital May Alice se ha convertido en una diva amargada, alguien que se encorva en el nihilismo y se apoya en el entumecimiento del alcohol o de la programación televisiva, como si se abandonara a sí misma, como si renunciara a la vida.

Si la narración, en su hermosa y sutilmente catártica conclusión (sobre las aguas; ambas se encuentran sobre un bote y sellan su amistad, como residencia, esto es, su futura convivencia como permanencia), refleja esa sensación de mirar hacia atrás, hacia el inicio de la narración, como si se mirara a una larga distancia en el tiempo (aunque hayan transcurrido un par de meses), resulta admirable el modo, también sutil, en el que, en paralelo a esa recuperación, de ascensión, por parte de May Anne, de mirada que comienza a dejar de mirarse autocompasiva el ombligo y en cambio mira hacia afuera, alrededor (reflejada en su naciente afición a la fotografía: comienza a mirar el exterior, el alrededor, con curiosidad y asombro), se insinúa cómo Chantelle, aquella que ha sabido ser el incentivo adecuado para liberar a May Ann de su postración vital, acaba de superar lo que hemos visto superar a May Ann. Ella también sufrió un postración vital, y un entumecimiento a través de otras drogas, la cocaína. Chantelle ha recuperado el paso, sabe de qué materia están hechas las sombras del extravío, de la autoindulgencia, de la justificación, de la frustración y la decepción, de la amargura y la intemperancia que busca una espita en una vida desenfocada. Y sabe qué teclas tocar para que May Anne reaccione, pero también para no dejarse avasallar por la tiranía de su amargura (que se enrosca con el victimismo). Es muy bella la secuencia, que ejerce de confirmación de cómo está recuperando su confianza (de cómo se está recuperando a sí misma), en la que hace el amor con Sugar (Vondie Curtis Hall), una secuencia de cuerpos y sonidos, los sonidos de una intimidad que es conexión y conciliación. Chantelle se siente presente, ya no extraviada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cinedesolaris
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de octubre de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente el mejor papel de Mary McDonnell

Nunca es tarde si la dicha es buena.
Escribo esta crítica en 2019 no de memoria ni por un revisionado, sino porque acabo de verla por primera vez tras descubrirla por casualidad.
Las películas sobre discapacitados suelen tener dos cosas buenas: estupendas actuaciones y hacernos pensar sobre la vida. En este caso se cumplen las dos.
Mary McDonnell (“Bailando con lobos”) borda su personaje de nueva paralítica a la fuerza, en plena adaptación de su situación, viviendo sola en una gran casa. Como le pasaría a casi todas las personas en su lugar, está amargada y enfadada con el mundo. La actriz hace un gran trabajo que transmite empatía.
El film es un drama puro y duro con poco espacio para el humor, centrado en la relación con su enfermera, que a su vez tiene también sus propios problemas personales. Rabia y dolor frente a santa paciencia y buena actitud por parte de Chantelle.
Lo cierto es que casi no tiene línea argumental, siendo más bien una sucesión de vivencias de los personajes, pero eso no quita que sea una película interesante y amena a pesar de su larga duración.
De hecho transcurre todo con bastante tranquilidad, sin prisas, como la vida de la protagonista que está estancada y casi lo único a lo que puede aspirar es a aceptar estoicamente su nueva vida.
Está cargada de valores en muchas de sus secuencias. Nos habla de superación, de pérdida, de amistad, de amor imposible y de valorar las cosas importantes frente a la frivolidad con la que vive la mayoría de la gente.
Una película recomendable que, vista ahora, sospecho que pudo inspirar al éxito francés “Intocable”, de muchos años después.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
i42poloj
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow