Otra vez juntos

La emociones, los sentimientos, las inquietudes y los deseos se van mostrando como de soslayo sobre la pantalla y dejan la huella necesaria para que la película cobre vida propia y escriba con pulcritud sucintos apuntes de psicología cotidiana.
Y los lances de humor jalonan el metraje ensayando esbozos de risa que a veces no pueden reprimirse.
La acción es directa dinámica, cristalina, posee una frescura contagiosa, una naturalidad que encandila y unos actores que convierten el plató en una experiencia gozosa.
C. Boyer e I. Dunne saben conjugar la comicidad con el romance de forma que la historia fluye como un ejercicio de complicidad sin ningún esfuerzo.
Y, por si algo faltaba, la inefable presencia de C. Coburn proporciona un inestimable toque de sensibilidad nada cursi.

Agradable y suave comedia de humor blanco y puritano con material argumental de derribo –increible que tras el guión se encontrara Herbert Biberman- que se sustenta en la presencia de Irene Dunne y Charles Boyer como protagonistas, en lo que constituía su tercera colaboración juntos (tras “Love Affair” y “When tomorrow comes”, ambas de 1939; el título, de hecho, juega con la vuelta de la pareja a las pantallas).

La película es indiscutiblemente simpática aunque no llega, ni de lejos, al nivel de las dos anteriores colaboraciones, de carácter más romántico -ambas excelentes películas- y se hace soportable, aún con grandes reservas, por la evidentemente irónica interpretación de la fabulosa pareja protagonista que da a entender que se lo pasó pipa rodándola. En suma, algo desaprovechada.