Génesis, en la mente del asesino (Serie de TV)

... no solo habría durado dos temporadas. Esta serie que tiene como protagonistas a una brigada de homicidios de la policía nacional, que trabaja en una comisaría de Madrid. Con personajes bien tratados y desarrollados y capítulos que no dejaran indiferente a los espectadores. Es posible que al ver que es española se piense casi de forma automática en una trama principal, donde las relaciones romántico-sexuales de los protagonistas son lo principal aderezados por los asesinatos. En esta ocasión encontramos todo lo contrario, el centro de la serie son los casos, y aunque la vida de sus personajes también forme parte, no será el núcleo del capítulo. Por desgracia es española, y por eso será mirada con lupa y criticada hasta que sangre, haciendo hincapié en fallos que no se toman en cuenta en sus hermanas americanas, que llevan tantos años emitiéndose que ya no saben ni como van a presentar a las víctimas para seguir manteniendo la audiencia. Ojalá se hicieran más series como esta y ojalá se apreciara más el cine de nuestro país.

Serie española con sabor a gran serie americana. Dos temporadas diferentes, con el nexo de unión del comisario en ambas, un tipo oscuro y extraño que guarda sus secretos.

Buenos actores con grandes interpretaciones, como Verónica Sánchez y Quim Gutiérrez, además del jefe Pep Munné.

Primera temporada más tétrica y oscura, con asesinos con claras psicopatías al estilo "Mentes criminales", y una segunda temporada dedicada más al aspecto policial.

Muy buena. Mi puntuación, un 9.

El título viene a cuento de que esta serie, a pesar de durar dos temporadas, se caracterizó por un perpétuo martirio para sus protagonistas. Y no es que les de más importancia a los personajes que a la serie (muy americana en el buen sentido) y su conseguida estética oscura, pero al final me acababa apiadando de ellos, pobrets.

La serie, como otras muchas de su mismo corte, se caracterizaba por llevar el argumento por dos flancos: el caso principal y los problemas personales de los policías (a veces relacionados con dicho caso y a veces no). Estas dos tramas pueden acabar bien, mal, de forma agridulce o una bien y otra mal. Pues en esta serie lo normal era que ambas terminaran mal. Todos los episodios que vi tenían el desenlace triste como el pan de cada día.

Los casos puntuales terminaban casi todos con el asesino triunfando de una forma o de otra (si escapaba porque se escapaba y si lo cogían porque le importaba un pimiento que lo cogieran y si moría porque moría rápido y no se enteraba; pocos malos se vieron a los que se pillara y les fastidiara) y los buenos, les pasase lo que les pasase, siempre acababan malparados física o emocionalmente al principio, durante y al final del episodio. Con esta premisa, resultaba harto complicado terminar el día con optimismo.

Aunque eso sí, si había algún momento de buena onda a lo largo de la temporada, los pérfidos guionistas ponían un final de temporada que de un solo golpe desmenuzaba sin piedad lo poco de bueno que hubiera habido (spoilers).

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