Ha llegado el águila

Ha llegado el águila me ha parecido una película atípica, diferente a lo que se solía ver en la época, me explico.

Lo normal es que cuando te prestes a disfrutar de una peli bélica, se explote en pantalla hasta la saciedad los tiros, la sangre, las explosiones, el fuego...
Aquí no ocurre eso hasta la última parte del film. Más bien es una gran historia basada en una idea totalmente ficticia. Después de que los paracaidistas alemanes rescatasen a Musolinni, a Hitler se le ocurre la alocada idea de ir a las mismas narices de los ingleses y capturar a Winston Churchill. Osea, nos encontramos con una misión imposible y necesitamos a gente que no tenga nada que perder. Pues nos vamos a reclutar a un Coronel y a sus hombres los cuales están en prisión. ( ver spoiler 1 )
¿ No les suena esto ? PUES VEAN LOS DOCE DEL PATÍBULO y ya me contarán.

La historia tiene un poder narrativo impresionante, los personajes están muy bien presentados sin prisas, pero sin pausas. Unas interpretaciones de muchísima calidad. Michael Caine está fantástico en su papel de Coronel Stainer, serio, meticuloso, con la lealtad a sus hombres por bandera. Me sigo quedando con su papel en ZULU. Donald Sutherland ejerciendo como Liam Devlin, irlandés miembro del IRA, encantado de acabar con Churchill, se le convence enseguida para unirse al plan. Su personaje el más cómico e impredecible de la historia. ( ver spoiler 2 ). Y formando el trio protagonista aparece Robert Duvall como el Coronel Radl, el máximo responsable de no solo montar el plan, sino de encontrar a las personas idóneas para llevarlo a cabo. ( ver spoiler 3 ) Los demás actores secundarios están con un papel más breve y en mi opinión cumplidores. Hay dos que no llegan ni a eso. Treat Williams como Capitán Clark y Larry Hagman como el capitán Pitts, ( con razón se dedicó a hacer de J.R. )

Es muy interesante que la localización del pequeño pueblo sirviera en su totalidad para rodar la película, con esos exteriores preciosos cerca del mar y dando la sensación de paz total, ajeno a lo que se avecinaría en las siguientes horas. Si quieren ver algo parecido EL HOMBRE TRANQUILO, el pueblo no dista mucho de este.

En resumen, el poder de esta película no radica en su género bélico, porque no abusa en exceso de él. Su calidad se encuentra en ese magnífico guión, que nos adentra en una historia de lealtad, de caprichos e incluso de amor. Con un reparto que te asegura el éxito por adelantado.

Recomendada tanto a los amantes del género como a los que quieran disfrutar de buen cine durante 2 horas.

Ha llegado el Águila es una de las mejores películas bélicas creadas hasta la fecha por su osado argumento, por su imaginación y por una realización sin fisuras.

Un plan audaz.
Una puesta en escena práctica y efectiva.

La misión del coronel Steiner y su Unidad es una misión aislada, alto secreto, de mínima participación y mínima inversión para máximos beneficios. Una misión apartada de los escenarios de la guerra … Pero de consecuencias que se le antojan al siniestro Himmler muy favorecedoras para los intereses del Reich. ¿Y quién mejor que Donald Pleasence para dar vida a Heinrich Himmler? ¡Si es que son clavados!

Ha llegado el Águila incluye una excepcional banda sonora de Lalo Schifrin más acertada imposible, que impulsa la trepidante acción. Segundos de imágenes documentales en el inicio: Sturges quiere dejar claro que todo pudo existir. Que los Águilas llegaron.

La estética en la uniformidad, intensos diálogos, escenarios acertados y la aparición del coronel Steiner, paradigma del soldado derrotado pero dispuesto a cumplir su misión hasta el final, llenan la historia de romanticismo y melancolía.

Todos los actores están simplemente perfectos. Está claro que se encuentran cómodos en sus precisos papeles, con detalles variados que dan aún más amenidad a la espina dorsal de la misión.
-Me hice a estos cigarros estando en el frente ruso.
-Deme usted otro de sus petardos bolcheviques, Herr Oberst. Me gusta el plan.

Las decisiones difíciles son privilegios del rango: Un 10. A todos. Menos al capitán americano, claro.

El año 1970 marca el cénit del cine bélico, no sólo gana “Patton” en los Oscar o “M.A.S.H.” la Palma de Oro en Cannes, sino que se producen peliculones como “Los violentos de Kelly”, “Comando en el mar de China”, “Tora! Tora! Tora!”, “Los que saben morir”… hasta los soviéticos nos brindan la espectacular “Waterloo”. Pero como dice el refrán cuanto más arriba se está más pronto se iniciará la caída, y será a partir de ese momento cuando el cine bélico caiga en la indiferencia y la sospecha no recuperándose hasta finales de la década con un tipo de películas críticas como “Apocalypse Now”, “La cruz de hierro” o “El cazador”.

Durante toda esa travesía en el desierto de siete años apenas hay cantidad y menos calidad (salvaríamos la estupenda “La batalla de Midway”). La guerra de Vietnam era un tema que imposibilita el tratamiento bélico de forma imparcial y donde la intelectualidad condena el militarismo como nunca hasta entonces.

“Ha llegado el águila” sí que gozó de cierta pegada en su momento, aunque por dos motivos: el primero es que era la adaptación de un best-seller literario de Jack Higgins y el segundo es que más que una película bélica es un thriller político-militar sobre un hipotético magnicidio (como era “Chacal”), en este caso el de Winston Churchill en plena guerra.

Esta película significó la última dirigida por John Sturges, y aunque no está nada mal, se encuentra en la línea de su última filmografía, irregular y bastante prescindible, realmente desde “La gran evasión” no volvió a brillar con nota.

El reparto es como se suele decir de lujo, pero creo que mal seleccionados los papeles, de Michael Caine no me creo ni por activa ni por pasiva el personaje que representa. De todos ellos el más sembrado a mi juicio es el de Robert Duvall, que desgraciadamente no sale mucho.

Atractiva, original aunque de descabellado argumento, “Ha llegado el águila” es un mero entretenimiento que no debe tomarse muy en serio pero que puede arreglar plácidamente una tarde de lluvia.

Nota. 6,3.

Gran película, lamento no haberla visto hasta el día de hoy, una trama atrapante, actores de primera, y unas líneas a seguir muy buenas.
Con un Michael Caine que se luce, un Donald Sutherland con su (para variar) papel de "semi-loco" llevado a cabo de manera extraordinaria y un Robert Duvall también genial para completar este trío que hace de un buen guión, una obra excelente.
Aunque no son solo los protagonistas los que hicieron bien su trabajo, los actores secundarios no resaltan por ser malos, como ocurre en algunas películas (lo que crea un aire que desmiente lo que se está viendo), sino todo lo contrario.
Absolutamente recomendada tanto para amantes del cine bélico, como para amantes del buen cine de aventuras en géneral.

Típica película sacada de un best seller de éxito de esos que pululaban sobre operaciones imaginarias, o no, de la II Guerra Mundial.

En esta ocasión a algún lumbreras nazi se le ocurre que bueno, ya que hacemos planes descabellados para todo, ¿por qué no hacemos uno para cepillarnos a Churchill? Bueno, pues como plan se estudia, hasta que a algún mandamás aburrido se le enciende la lucecita y cree que es posible. Toda esta primera fase de preparación es un poco floja, pero cuando el comando (suicida a lo "Doce en el patíbulo", como siempre) llega a Inglaterra, la verdad es que la película cobra nuevos bríos y entretiene bastante.

Naturalmente estas películas sólo se pueden hacer con actores de renombre, ya que transmiten cierta complicidad sin dar muchas explicaciones.