Johnny Bravo (Serie de TV)

Alocado, mujeriego, con poco cerebro y bastante mala suerte. Así es el protagonista de esta divertidísima serie emitida en la buena época del canal Cartoon Network, un producto simple, pero extremadamente divertido pese a jugar con todos los tópicos habidos y por haber. La historia es bastante tontorrona y todo se basa en cortos en los que el pobre Johnny intenta llevarse el gato al agua haciendo uso de cualquier cosa a su favor. Y evidentemente... siempre falla.

La lista de secundarios la cubren una niña de seis años que no para de tocarle las narices al protagonista, la madre de Johnny, una hippie rehabilitada, un científico loco que prueba sus experimentos con el desdichado Johnny o el dueño de una tienda de comida rápida que suele dar consejos equivocados. Y no hay nada más allá de esta maraña de casualidades. Sólo diversión y gags simples con los que un servidor disfrutó hace ya bastantes años. Con eso, sirve.

Al contrario que otras series, esta serie con el paso de los años mejoró gracias a que se incluyeron más personajes secundarios, lo que hizo animarla y que no se hiciese repetitiva. También parece ser que los dibujantes cambiaron, porque el diseño de los personajes cambió un poco también. El personaje hizo que cuando me encontraba alguien así por la calle, dijese: vaya, un "johnny bravo".

No sé cómo acabó el personaje, pero su narcisismo hizo que siempre cayera derrotado y sus desgracias enseñan en cierta medida que un buen físico no es lo más importante, sino que hay que tener en cuenta la faceta interior, ya que siempre rechazan a Bravo y tíos no demasiado bellos se las llevan. La música del opening es simpática, no destaco nada más. Para echar el rato está bien, así que en total le pongo un 6'00.

Gigoló de la infancia, desternillándonos hasta la médula con su inoperancia sobre las "nenas". Es todo un reto cambiar de canal si aparece un capítulo de este "Elvis rubio, moderno y musculado" porque te engancha y no te deja escapar, te esclaviza en el sillón o en el sofá y te divierte hasta la saciedad.