The Last Rites of Joe May

Esta película es irónica. Se acerca fatalmente a la vida del mismo protagonista como una fórmula para mostrarnos que el arte juega con la vida y que la vida es el gran misterio detrás de toda gran obra de arte. Es una gran historia. Por lo menos cumple con los valores de fluir y trasladar continuas preguntas al espectador sobre la desventura de la existencia y las ironías de la vida.
Dennis Farina interpreta aquí a Joe May, un viejo hombre al que la vida ha dado duros golpes porque él también ha sabido dárselos a otros. Al principio, lo vemos a él saliendo de un hospital donde ha estado varias semanas interno por una complicada neumonía. Al llegar a casa, Joe May se da cuenta de que su arrendador ya ha hecho el desplazamiento de todas las cosas porque el viejo no aparecía. Ahora ese pequeño apartamento lo habitan una mujer (Jamie Anne) y su pequeña hija. Obviamente, Joe no puede vivir allí. Pero la vida empieza a depararle sorpresas cuando la mujer admite que él pague parte del arriendo para habitar una alcoba.
Todo comienza para Joe de nuevo. Encuentra posibilidades de realizarse y de ser nuevamente. Sin embargo, la historia apenas comienza cuando nos damos cuenta de que a la vuelta de la esquina aún la ironía guarda múltiples sorpresas.
Dennis Farina murió el 22 de julio de 2013 a los 69 años. Tenía problemas pulmonares. Encontrarnos con el actor en este filme es una forma de maravillarnos con una historia en la que se integran la vida y sus misterios.