Quicksilver, la pista rápida del éxito

"Quicksilver, La pista rapida del éxito" es un drama juvenil ligerito que trata sobre la caída vertiginosa de un hombre en la cima del éxito personal. Kevin Bacon interpreta a ese hombre, Jack Casey, un joven corredor de bolsa de prestigio, que en una mala jugada búrsatil pierde todo lo que tiene ahorrado él y su padres. Iniciará una nueva vida, desde cero como mensajero que recorre las calles neoyorquinas en bicicleta, viviendo en un almacen ruinoso junto a una amiga. No faltan los enemigos a esta peculiar trama. Gitano, que asi se apoda el villano, es el traficante que utiliza a este grupo de mensajeros para sus fines ilícitos. Como secundarios están: los amigos en la pandilla de mensajeros, la compañera de trabajo, Terri (Jami Gertz). Los propios padres del protagonista. El amigo mexicano (Paul Rodríguez) en busca de un sueño, su compañera de piso... En fin, no os voy a desvelar más sobre el argumento, por si queréis verla.

Si nos ponemos a hablar sobre aspectos técnicos de la película, pues no deslumbra. El reparto es en su mayoría desconocido para las nuevas generaciones. Salvo Kevin Bacon, el aquí "Larry" Fishburne y una Jami Gertz que poquito más ha hecho. No hay más. Las actuaciones por lo general son discretas. No hay grandes interpretaciones. El guión está sin pulir, es predecible y deja sin profundidad algunos aspectos de la historia y a la mayoría de secundarios. La direccion, pues lo común. Cualquiera que haya visto películas de esta clase y década sabrá a lo que me refiero. Vamos todo queda a una altura correcta, pero mejorable. Aunque a leguas se ve que la película no daba para mucho más en cuanto a producción y presupuesto. Lo dicho, cumple con casi todo sin llegar a impresionar.

Un aspecto realmente bueno de Quicksilver es su banda sonora. Canciones propias de la década. Buenos temas, bien insertados en varias escenas que hacen que se te queden grabadas fácilmente. Recurso común de las películas ochenteras. La música es pegadiza. La banda sonora está bien llevada a cabo por el teclista de Genesis, Tony Banks, más una selección de buenos temas. Gracias a esto, hace que la película (lamentablemente destinada a caer en el olvido) se recuerde por algunos con cierta nostalgia y romanticismo.

Ya lo digo, no es ninguna maravilla, pero puede entretener y/o gustar a todos aquellos de la generación. Recomiendo verla a todos aquellos que ya la hayan visto y la recuerden con cariño (como me ha pasado a mí, en el spoiler os dejo escrito, las escenas que me han hecho verla de nuevo). A los que quieran ver los tipícos dramas juveniles que se rodaban, o recordar aquellos tiempos donde esta película la echaban por la tele en la sobremesa del fin de semana. A aquellos que quieran pasar un rato viendo cine sin pretensiones y entretenerse.
A los demás... el riesgo de que guste o no, corre por vuestra propia cuenta.

Un saludo.

Tras el éxito obtenido con su anterior trabajo, Kevin Bacon interpreta a un broker de Wall street que tras un sonado fracaso decide dedicarse a trabajar como mensajero patrullando con su bici por las calles de San Francisco.
Nos encontramos con la típica historia de los ochenta que tanto nos gustan de: éxito-fracaso-éxito.
Encontrareis acrobacias en bici como si se tratase de un breakdance o footloose sobre la misma, carreras, persecuciones y buena música de los 80.
Aunque no llega al nivel de la ya comentada anteriormente, ya no se hacen películas que dejen el buen sabor que nos deja Quicksilver.

Jami Gertz en esta película luce el cabello más impresionante que he visto nunca. Por lo demás la película tiene un argumento un tanto ridículo, pero entre Kevin Bacon y Jami Gertz hacen que esta típica cinta de los 80 sea pasable. Pero sobre todo eso, vale la pena verla solo por ver el pelo de Jami Gertz, de verdad lo digo, impresionante (lo digo en serio, aunque parezca una coña y aunque diga bastante poco de este film).

Y la magia de internet me permitió volverá la ver, pero debo de reconocer que el tiempo no le ha sentado nada bien.
Hecha para el lucimiento personal de Kevin Bacon y con un argumento simplón.
Quizá con el tiempo me he hecho más exigente, pero tenía un buen recuerdo de esta película y volverla a ver lo ha hecho añicos.

Nada va a cambiar en tu vida, la veas o la dejes de ver. Se le notan los hilvanes, totalmente previsible pero se deja ver si no estás en un momento con algunas pretensiones.

Todo va a ir saliendo como corresponde al sueño norteamericano y a los "hispanos" buenos, que los hay, aunque tu no lo creas, sobre todo si eres de los norteamericanos que se creen "americanos" (únicos).