Un océano entre nosotros

*LA REGATA

“La gente no decide ser extraordinaria, deciden lograr cosas extraordinarias”, decía Sir Edmund Hillary.

Esta historia de la que estamos hablando no es la típica crónica de una regata en la que vamos a ver la competición pura y dura entre los participantes, o las mil y una peripecias y trampas que el mar suele ofrecer a los incautos que se adentran en sus aguas.

Aquí vamos a ver más cosas. Por un lado, sí que vemos la lucha de un hombre contra el mar. Por otro lado, tenemos el miedo de un navegante sin experiencia, con un barco que no está en condiciones de emprender un viaje transoceánico, pero que, llegado a un punto, ya no puede echar marcha atrás, por vergüenza y por pura necesidad económica.

Además, hay que tener en cuenta la feroz campaña de marketing que lanza The Sunday Times, y la agonía que produce en el protagonista y su familia el acoso y venta de su intimidad por parte de los medios de comunicación.

Y, por otra parte, vemos la verdadera trama, misteriosa e interesante, de lo que realmente debió de pasar en esa singladura en solitario, que comenzó con mal pie, con un barco mal acabado que dio problemas nada más salir del puerto.

Esta es la historia de un hombre común, anodino, que quiso ser un héroe, para la sociedad, para sus hijos, para su mujer. Pero la empresa en la que se embarcó era tan grande como pequeño su barco y sus posibilidades. Los problemas, la culpa, la soledad y la vergüenza se convertirán en los verdaderos protagonistas de la travesía.

*SEPARADOS POR UN OCÉANO

El director James Marsh, ganador en la categoría de mejor Largometraje Documentación en 2008 por “La Teoría del Todo”, llevó a cabo una meticulosa investigación de los hechos acaecidos en aquella regata y en los motivos que llevaron a un navegante poco avezado en navegar en aguas del océano a embarcarse en semejante experiencia.

Tenía a mano numeroso material para inspirarse. Existen las grabaciones de los periodistas, las bitácoras de la singladura y los vídeos que Donald Crowhurst grabó, y que constituyen un testimonio gráfico valioso.

El guionista, Scott Z. Burns conocía la historia de Crowhurst ya que la había seguido durante años. El resultado ha sido una narración completamente creíble, muy aproximada a la historia real en los momentos que se basa en hechos comprobados, pero que en lo tocante a los que sucedió en alta mar, no se ha profundizado ni se ha dado el empaque que este enigma merecía.

Un Océano entre Nosotros tiene dos partes bien diferenciadas: los preliminares, y la travesía propiamente dicha.

La preparación del viaje, las dudas y el miedo de un marinero de agua dulce que se ve abocado a un viaje para el que no está preparado, es el plato fuerte de la película. Ahí es donde la película gana en fuerza y es adictiva.

Sin embargo, la parte de la travesía, que debería ser la más importante, hace aguas. No engancha, no explica bien el problema existente, y no se concede importancia al escenario del océano, que es la razón de ser de la regata.

*LOS CROWHURST

Colin Firth da vida al regatista. Profundamente interesado por la epopeya que vivió este hombre en el océano, nos introduce en su piel, en su barco y en su mente con una de sus mejores interpretaciones, alejada del estereotipo que normalmente suele interpretar.

Rachel Weisz, ganadora del Óscar a la mejor actriz de reparto por “El Jardinero Fiel”, interpreta a Clare Crowhurst, la sufrida esposa del protagonista. Discreta y natural, es la perfecta compañera de reparto de Colin Firth.

*CONCLUSIÓN

Una magnífica interpretación de los actores y una historia con mucha fuerza e interés humano que en su día tuvo al mundo pendiente de este viaje incierto, no alcanzan a suplir la ligereza con que se trata el misterio marítimo que aquí se narra.

Por otra parte, tratándose de una película que transcurre en el mar, que es el otro gran protagonista, se echa de menos muchas veces los sonidos inherentes al medio acuático, el sonido del viento, de los aparejos; no “se sienten” los embates de las olas. El hechizo del mar no traspasa la pantalla. Es un mar triste y aburrido.

De todas formas, la primera parte de la película nos atrapa y nos hace caer en su red. El enigma que envuelve esta aventura es absorbente y, aunque después naveguemos entre dos aguas, sin viento en las velas, nos mantiene ojo avizor hasta el final, abriendo un debate moral que daría para muchas horas de conversación.

Escrito por Luz Nogues

https://cinemagavia.es/un-oceano-entre-nosotros-pelicula-critica/

No nos encontramos con la típica historia de superación o supervivencia, sino con todo lo contrario. Voy a intentar no desvelar la trama del film aunque sea una historia real y el trailer prácticamente lo cuenta todo. Pero al ver la película y conocer las intenciones del personaje real de Donald Crowhurst he puesto todo mi interés ya que desconocía la historia ocurrida en 1968 y me ha parecido realmente oscura e interesante.

Colin Firth hace una gran papel de padre de familia de un pueblo pequeño inglés (Teignmouth) que por falta de dinero y con poca experiencia en navegación se inscribe en una carrera para intentar ganar una buena suma de dinero que le desahogue económicamente, para ello construye con la ayuda de patrocinadores y el periódico local  un barco para dar la vuelta al mundo sin ninguna parada y en solitario, pero cuando se hace a la mar todo son problemas. Rachel Weisz es la esposa de Donald, maravillosa como siempre y una esposa perfecta. Y David Thewlis interpreta al director del diario.

La autoestima y el orgullo al tomar ciertas decisiones son la base de la película por lo que nos encontramos con una buena reflexión más profunda de lo que aparentemente puede parecer.

Aunque se recrea bien los años 60 tampoco asombra ya que el presupuesto de la película es relativamente bajo. Destacaría la fotografía y la musica del fallecido recientemente Johann Johansson. Dirige James Marsh realizador de "La teoría del Todo" o la fantástica miniserie "The Night Off".

Existe un documental rodado hace 10 años titulado "Deep Water" de Louise Osmond y Jerry Rothwell que cuenta el caso con detalle, también una película de 1982 "Les quarantièmes rugissants" con Julie Christie y Jacques Perrin con la misma historia pero los nombres cambiados. Y a la vez que esta, se ha rodado otra titulada "Crowhurst" estrenada en Inglaterra este mismo año.
Destino Arrakis.com

Muy interesante filme británico, sobre todo sobre el papel, pero que en pantalla no luce nada mal principalmente por la soberbia composición de sus más que estimables intérpretes.
Sus dos protagonistas, Colin Fith y una bellísima Rachel Weisz logran estremecer al espectador con sus excelentes interpretaciones, él en todo momento y ella también pero especialmente en las declaraciones finales a la prensa. Su contención en medio de una interna furia es realmente admirable.
Por lo demás resulta un tanto irregular, con un primer tercio muy bueno, me refiero a todo lo relacionado a antes de echarse a la mar su protagonista. Aquí vamos conociendo a los personajes, sus sueños, anhelos, ambiciones y modos de enfrentarse a sus ilusiones, a la par que conocemos el entorno donde se desarrollan los acontecimientos, un lugar por cierto, sencillamente precioso.
Más tarde, una vez en la mar creo que sigue el interés pero, claro, es difícil mantener el ritmo anterior en escenas donde sólo se ve a un personaje y en un único escenario. Pero, a la vez que esto sucede vamos viendo etapas anteriores por medio de flash-backs y actuales con los medios de comunicación y la familia como protagonistas, antes bien, con objetivos bien distintos. Los unos vender diarios y los otros esperando con amor al marido/padre.
Técnicamente impecable con una maravillosa fotografía a toda pantalla y una muy adecuada banda sonora, "Un océano entre nosotros" no es una película perfecta, pero sí muy valiosa y que nos invita a reflexionar sobre cosas importantes en nuestras vidas.
Un canto al intento de conseguir unos sueños, con el consiguiente precio a pagar en medio de un clímax de creciente delirio.
Para mi gusto, estimable y por supuesto que recomendable.

https://filmsencajatonta.blogspot.com

Un océano entre nosotros tiene unos intérpretes sólidos y acertados, tanto los adultos como los niños, unas imágenes muy bonitas del mar y del pueblo y una historia real que se cuenta bien, de forma cronológica desde que el protagonista decide emprender su aventura, su preparación, el viaje y el desenlace.
Sin embargo con todos estos aciertos no se transmite ninguna de las emociones que deberían guiar la historia: la alegría del inicio, la tensión por las dificultades, la angustia de las decisiones y problemas encontrados...nada. No transmite. El público asiste impasible al devenir de la historia, no se muy bien porqué. Quizá el carácter del protagonista que interpreta estupendamente Colin se lleva la historia por delante. Su falta de entusiasmo antes de iniciar la aventura deja perplejo al público y aunque esta sensación del protagonista está perfectamente interpretada añade distancia con el espectador, lo mismo que el desenlace que por previsible no añade emoción.

Ya estamos con las ridículas traducciones de los títulos de las películas. Llamarse The mercy (la piedad) tiene mucho sentido pero bautizarla con el nombre de "Un océano entre nosotros" es una absoluta cursilada. Para mi lo único que merece la pena de esta película es conocer la historia real de Donald Crowhurst, navegante aficionado que en 1968 se embarca en su trimarán para dar la vuelta al mundo y ganar la Sunday Times Golden Globe Race para poder mantener económicamente a su familia y su autoestima. El resto de la película no me ha interesado ni lo más mínimo, ni siquiera la interpretación de Colin Firth, actor que me suele gustar mucho. Sólo se salva en los últimos minutos cuando comienza su deterioro físico y anímico.