El vendedor de helados

Desde Albacete, ya de pequeñín, los periodistas le preguntaban cuál era su sueño, y el semicalvo niño respondía a la cámara: "Mi sueño es ganar un mundial... y mi segundo sueño es ser estrella de películas de terror".

Mucho antes de debutar en el fútbol profesional y más antes aún de obtener la estrella tan ansiada por sus compatriotas en Sudáfrica, el cerebro del Barcelona intentó forjarse una carrera en el cine clase B, haciéndose pasar por el hermano menor del director de A Beautiful Mind.

Quien le diera la oportunidad fue el prolífico director Paul Norman, quién según IMDB "ha dirigido más de 100 films, siendo Ice Cream Man el único que no fue pornográfico". Era un seudónimo; el antiguo nombre de este as de la cinematografía era Norman Apstein.

En el film seguimos a Gregory, un pobre niño que queda traumado por presenciar el asesinato del vendedor de helados de su barrio y que, luego de pasar largos años internado en un hospital psiquiátrico, se vuelve adulto para convertirse en una casual copia de Billy Kincaid, el heladero asesino de niños del cómic "Spawn".

Con un presupuesto de 2 palos verdes, la película fue un fracaso incomprendido, pero adquirió en EEUU un estatus de film de culto por su condición de comedia involuntaria. A mí no me hace reír mucho porque desde que la vi, cada vez que concurro a una heladería, siento la compulsión de empezar a hurgar con la cucharita de plástico en el dulce de leche y la crema de pistacho, para asegurarme de que no tenga globos oculares entre sus ingredientes.

Andrés volvería intentarlo interpretando a el otorgador de fianzas de Pamela Anderson en Barb Wire (1996). Al parecer, un accidente explosivo con una de las siliconas de la rubia hizo cambiar de opinión a Iniesta, quién decidió volcarse al mundo del balonpié, para alegría de los amantes del deporte.

Película dirigida por "Paul Norman" más conocido por sus trabajos como director en la industria
del cine porno. "El vendedor de helados" es un film bizarro muy atrasado para su tiempo, ya que el film siendo de mediados de los 90 más bien es de los 80. Otra cosa a destacar es que en vez de una película como tal, parece un capítulo de alguna serie de terror juvenil estilo "Historias de la cripta" o "Goosebumps" (Pesadillas). El film derrocha en escasez de medios y bajo presupuesto: actores malos (se llevan el premio la pareja de policías, por su comportamiento y actuación que es de risa).
Un guión simplón e infantil, el doblaje es pésimo, los diálogos ridículos... la película es aburrida, delirante, absurda e insípida es decir es "penosa".

Slasher de serie B que entremezcla comedia y terror, y que es la primera y única película dirigida por Paul Norman. La película está protagonizada por Clint Howard (El Legado del Diablo, 1981), y Justin Isfeld (American Pie, 1999).

Gregory Trudor, un niño pequeño, es testigo del brutal asesinato de su ídolo, el vendedor ambulante de helados del barrio y, debido a la conmoción, es internado en un centro psiquiátrico. 20 años después, Gregory decide abrir su propio negocio de helados, pero su locura pronto lo llevará cometer todo tipo de atrocidades...(FilmAffinity)

Con un aire casposo de serie B impregnando toda la cinta de principio a fin, en el que destacan unos decorados cantosos y unas actuaciones complicadas de creer, El Vendedor de Helados es un simpático slasher a mitad camino entre terror y comedia, que presenta una trama delirante y surrealista que solamente pretende entretener. Las muertes son bastante rutinarias y en demasiadas ocasiones utilizan el recurso para ahorrar de que ocurran fuera de plano, pero su tono ligero junto una asequible duración de tan solo 84 minutos hacen que la película sea fácil de ver.

El Vendedor de Helados es una película que no pasa de la mediocridad, con un nivel técnico bastante bajo. Pero no por esto deja de ser un slasher que disfrutará cualquier asiduo a este subgénero.

Nota personal 5/10

Floja, desenfadada, rompedora, mediocre, demencial, vulgar, asquerosa, absurda, ridícula, irregular, descuidada, insostenible, pobre, lamentable, insulsa, viscosa. sucia, insostenible, ilógica, chapucera, grotesca, básica, irregular, cómica, brutal, asquerosa, terrorífica, absurda y bochornosa producción de suspense con ligeros toques de terror, acompañados por un humor enfermizo, desarrollando la historia de un vendedor de helados peculiar.
Los responsables de la película se dejan llevar por las bases de una historia atrevida y llamativa, con la que desarrollar algo enfermizo y peculiar en la que los niños de un pueblo, comienzan a sospechar que el vendedor de helados como posible responsable de la desaparición de diversos niños.
El vendedor de helados, es un claro y notorio ejemplo de producción de serie B con un limitado presupuesto, con el que desarrollar algo inquietante y enfermizo.
Las recetas y composición de algunos de los helados que vende el protagonista, pueden dejar mal cuerpo al público sin llegar a comer ni uno solo.
El vendedor de helados. queda como un producto de baja y lamentable calidad que intenta jugar con el suspense y el terror, de una forma demasiado decepcionante e insoportable. Malas y mediocres interpretaciones para una historia que no consigue despertar el interés en ningún momento.
Una de esas películas que dura poco y se hacen eternas. Producto muy pobre y chapucero que puede llegar a saturar y empachar..