Taxi 4

La verdad es que es una película totalmente prescindible.
Es un intento francés de parodiar SCARFACE y de explotar la rivalidad entre belgas y franceses.
En serio, la vi y perdí 1 hora y pico de mi vida, además el taxi (que era el verdadero protagonista de la serie de películas) ya es meramente secundario y solo podemos disfrutar de el en los primeros minutos de la película que son para lucir el cameo de un futbolista fichaje de del Marsella, al igual que el cameo de Stallone en Taxi 3.

La tercera ya se la veía desganada, pero esta es profundamente mala. Normal que Marion Cotillard no quisiera volver, pero como para decir que no a “LA VIDA EN ROSA” (y a su primer OSCAR). La historia es muy simplona por no decir infantil de lo sencilla que es (con constantes guiños a EL PRECIO DEL PODER). Parece que Luc Besson no quiso ni darle profundidad, pero ninguna y eso que esta es la misma persona que escribió "LEON", "NIKITA" y "EL QUINTO ELEMENTO".

La historia intenta mantenerse con las coñas de sus personajes y con la acción. Pero esta es la verdad, los personajes aquí son subnormales y la acción además de forzada a veces es casi inexistente. El único personaje normal es el de Daniel (Samy Naceri), le miras a la cara y parece que el propio actor tiene ganas de volver a casa con su familia en cada toma. Los demás personajes ya se han vuelto retrasados. Émilien (Frédéric Diefenthal) es tonto e incapaz de hacer nada sin que Daniel el corrija, pero ya como si fuera un niño que no sabe que la “P” con la “A” es “PA”. Ya la escena en la que Émilien es incapaz, pero INCAPAZ de reconocer a su mujer, Petra, únicamente porque lleva una peluca morena (y nada más)... me terminó de destrozar. Una cosa son las gafas de Clark Kent, pero esto es ESTÚPIDO.

Y luego está el resto del reparto… también a la altura de Émilien. Si antes Gibert, era tonto, aquí ya… que le den un chupete. Ni siquiera añadir a los hijos de Émilien y Daniel a la trama ayuda a la película. Los niños únicamente están para una secuencia, cuando ayudan a uno de los hombres del Belga, que casualmente es un “profesional” que no sabe realizar el único cometido para liberar a su jefe: Usar un ordenador. Uno pensaría, jaja, es una buena coña, el secuaz que no es tan listo, pero aquí simplemente es un recurso estúpido, facilón por no decir ya de vago. El malo, es plano hasta decir basta, lo peor que es que no sé si será un actor cómico allí en Francia, pero no hace ninguna gracia. El actor se ve que intenta destacar siempre, pero el guión malo nunca le deja. Y lo siento señor Besson, pero con este guion se ha quedado a la altura de cualquier guionista amateur.

Ni siquiera el TAXI salva la película, porque se convierte en un mero cameo en esta 4ª parte. Si, sólo tiene una escena nada más empezar la película, Y SE ACABÓ. El TAXI no vuelve a dar la nota, y eso que creo recordar que la película llevaba su nombre. Se aleja muchísimo de su predecesora TAXI EXPRESS.

Es una basura de película, he visto incluso películas de serie Z con mejor guión y sobretodo GANAS. No merece la pena en absoluto. Una autentica pérdida de tiempo.

Volvemos con la saga Taxi una de esas películas qué por muchas veces qué las veas no te cansas de ver, si es cierto qué en Taxi 4 no es tan buena cómo las anteriores, pero bueno es una película qué para pasar el rato y estar un poco entretenido tampoco está mal, es simple y no dura mucho, y algunas risas pueden caer.

El torpe y tonto policía Émilien (Frédéric Diefenthal) le es asignado la custodia de un peligroso criminal en lo que lo extraditan a su país, pero como es de esperarse este se le escapa.

La única persona que tiene el intelecto innato en toda la policía francesa de Marsella, sin ser miembro de la misma, para atrapar a dicho criminal es Daniel Morales (Samy Naceri) y su arma mortal: su trucado "Taxi Peugeot 407".

La historia se repite, la inútiles policías de Marsella tiene que lidiar con una banda de ineptos criminales extranjeros. Pero como la ecuación de inútiles e ineptos no da resultados, necesitaran de un sabio y osado chofer de taxi con su vehículo maravilloso.

En esta su cuarta entrega, el taxi maravilloso empieza a deslucir, los personajes no aportan nada nuevo y la trama es muy simplista. La película tuvo por venta de taquillas la cantidad de €40,7 millones.

Si las primeras entregas de la saga tenían alguna gracia, esta no tiene ninguna. El policía parece una mala copia cutre del inspector Clouseau (La Pantera Rosa). El criminal peligrosos hace recordar al caníbal "Annibal Lecter" (Anthony Hopkings, El Silencio de los Corderos) en versión hortera de monigote fallero. Todo es un despropósito. El "taxista", sus ocurrencias (escasas), los trucos tecnológicos de su vehículo y sus amigos (a cual más impresentable), ya no hacen ni dicen nada que despierte la atención. Las persecuciones y choques de coches son más de lo mismo. Increíblemente y de forma sorprendente, el guion lo firma nada menos que Luc Besson. Vivir para verlo. Desde luego, al mejor escritor se le va un borrón, pero, aun así, el autor debía de estar muy mal en este momento para hacer un churro como éste.