Caso cerrado

Última película de Pepa Flores (antes llamada Marisol). El director la convenció para hacer esta película, ya que ella no quería porque quería retirarse ya definitivamente (y así lo hizo después de esta película), pero accedió "porque plantea cuestiones que considera ético defender, como son la connivencia entre Justicia, Finanzas y Policía en contra del individuo y la Libertad" según ella.

Como película es un poco tostón, el ritmo no es muy bueno, pero sí la temática. Además toca algo que ya está caduco pero que dio mucha guerra en su día "ser objector de conciencia". Pero esto se mezcla con otra trama y es lo que hace la película sea interesante.

Algunas actuaciones no están muy bien llevadas, no sé si es por una mala dirección o artística. Destacar el premio dado a Antonio Banderas en esta película.

Entre el documental costumbrista y la ficción, C. Caño presenta una película con atisbos de buena intención, cierta crítica social y una considerable carga de añoranza que, a pesar de sus esfuerzos, resulta lenta, con escasa garra narrativa y monótona.
La historia no prende en el ánimo del espectador porque las distintas tramas casan mal entre sí, tiende a presentar aspectos deslavazados de la cuestión y la coherencia no es su baza fuerte.

Poco convincente e incluso prosaica a pesar de su indudable afán de despertar las emociones y ofrecer una máscara de cierta pretensión lírica.

Las interpretaciones son tan malas que es imposible seguir la película.
No recuerdo otra película con actores tan pésimos, y lo siento por Pepa Flores porque tampoco da la talla. Se ve que unos contagiaban a otros y la película acaba siendo francamente horrorosa en cuanto a interpretación.

Y sin ritmo, y lenta, la verdad es que es muy floja.
Salvo únicamente a Fernando Delgado y a Santiago Ramos que no es que estén brillantes pero al menos son normales.
Es una película para olvidar.