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La búsqueda de la felicidad

Drama Una ama de casa y madre asfixiada por las responsabilidades toma una extraordinaria decisión que cambiará su vida para siempre.
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2018
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atrapada en la rutina

Dejarse llevar suena demasiado bien… pero conlleva un riesgo. Porque de repente puedes despertarte un día y darte cuenta de que has escogido un camino en la vida que no te satisface, siendo demasiado tarde para dar marcha atrás. Es lo que le ocurre a la protagonista de La búsqueda de la felicidad (The Escape), Tara, una mujer joven casada y con dos hijos pequeños consciente de que algo no va bien.

Nadie en su entorno parece percatarse de ello, pero nosotros sí, los espectadores, pues somos testigos de su incomodidad y aflicción llevando una rutina diaria dedicada exclusivamente a su familia, y todo parece indicar que seguirá siendo así en los años venideros.

Gemma en bruto

Tara intenta encontrar algo que le apasione y que sea solo para ella, pero no encuentra la comprensión que desea de su marido, Mark. La película destaca en la manifestación de los sentimientos contrapuestos que experimenta la pareja protagonista ante la coyuntura en la que se encuentra su matrimonio: la vergüenza de ella por ansiar algo más de que lo tiene, la frustración de él por no ser capaz de comprender qué es lo que le está ocurriendo a su mujer.

El retrato de este matrimonio está tan bien afinado gracias a un guion que no necesita que los personajes verbalicen y expliquen sus sentimientos para transmitirlos y por el trabajo de los actores.

Dominic Cooper está estupendo como un hombre que ama a su mujer pero que es demasiado corto de miras para darse cuenta de que ella no siente lo mismo por él, pero La búsqueda de la felicidad es en realidad un vehículo para el lucimiento interpretativo de Gemma Arterton, una actriz a la que no se le presta toda la atención que se merece. Arterton realiza el amplio y complejo arco emocional del personaje con absoluta entrega, sensibilidad y belleza, suficiente y más para disipar cualquier duda que aún pueda haber sobre su gran talento.

Conclusiones

La dirección de Dominic Savage acierta al dejar que toda la película recaiga en el rostro de su actriz protagonista, pero se equivoca con las imágenes de transición reiterativas y al meter una banda sonora poco inspirada y sobreutilizada. Hacia el final, el guion patina un poco sacándose situaciones de la manga para precipitar un desenlace que, por otra parte, resulta acertado por acentuar la valentía de una propuesta capaz de tener a una madre que expresa la incapacidad que siente de amar a sus hijos pequeños sin demonizarla.

Probablemente, La búsqueda de la felicidad quede sepultada ante la avalancha de estrenos potentes que se nos avecina esta temporada, pero merece ser vista y reivindicada, pese a lo genérico tanto su título original como del traducido al español.

Escrito por Jorge Blanch
https://cinemagavia.es/critica-pelicula-la-busqueda-de-la-felicidad/
Cinemagavia
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16 de diciembre de 2018
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me cuesta trabajo identificar qué tiene exactamente The Escape para parecerme tan preciosa película. Creo que uno de sus puntos fuertes es la brutal conexión que Dominic Savage logra establecer entre las emociones de Tara y el espectador. La cara de la protagonista parece un surtidor incontenible de sensaciones. Sutiles expresiones faciales emergen del rostro del personaje, delicadamente interpretado por Gemma Arterton, como un bombardeo de información sobre sus pensamientos. La complicidad es absoluta. La sinergia entre cámara y actriz parece irrompible. Esto permite al director dibujar cada secuencia con absoluta naturalidad, lo que nos lleva a otra de las grandes virtudes del trabajo: su modestia. Porque, aunque Savage no deja de hablarnos en todo el metraje, en ningún momento pretende aleccionarnos. Ni tampoco impresionarnos. El mensaje es conmovedor, precisamente, por su transparencia. Además, es poco frecuente descubrir interacciones entre personajes en dónde la contención tiene un peso tan importante. O dicho de otro modo, pocas veces hemos visto secuencias en donde la atención recae tan fuertemente en lo que no se dice.

Del mismo modo, pocas veces un enamoramiento ha sido contado con tal sutileza y, al mismo tiempo, con tanta emoción. El encuentro entre Tara y Jail se despliega en una preciosa harmonía entre idealismo y realismo. Savage consigue ser dulce sin llegar a lo edulcorado, se explica con una discreta frialdad que permite a la secuencia desmarcarse de lo morboso. Además, el director controla a la perfección los silencios y sabe cómo ser contemplativo sin repetirse. Así lo demuestran tanto la escena mencionada como el arranque de su trabajo: una de las pocas introducciones recientes que, a pesar del manierismo y del predominio de la estética, no resulta vacua, reiterativa ni, lo más importante, innecesaria. Prueba de la profundidad de esta película es que, a pesar de todo lo dicho, los diálogos tienen un importante peso (si bien más por lo que sugieren que - como se entredijo - por su significado literal). En parte gracias a las brillantes interpretaciones (no sólo la de Gema Alterton) y en parte gracias a un medido trabajo de guión (a cargo del propio Dominic Savage), todas las frases que se pronuncian en The Escape desprenden autenticidad. Y lo mejor (y más difícil) es que la naturalidad con que son pronunciadas es directamente proporcional a su peso dramático.

Aspectos formales a parte, cabe destacar también la acertada decisión de retratar el maltrato desde una óptica pocas veces vista en la gran pantalla. Me refiero a la sumisión presupuesta, al dar por hecho, a la aprobación sobreentendida. Todo ello puede palparse en la actitud de Marck, a quien da vida un espléndido Dominic Cooper. Su personaje es el “padre de familia” por excelencia, es decir, un marido que interactúa con su mujer desde la presuposición constante del consentimiento. Tanto en lo físico (esto es, relaciones sexuales) como en la toma de decisiones (en todo momento se da por hecho que lo elegido por el primero será lo mejor para la segunda), Mark sujeta con fuerza las riendas de la felicidad de Tara, sorteando “por los pelos” el maltrato físico. De ahí que el diálogo entre ambos resulte absolutamente estéril, restando como única alternativa la rotura unilateral. Una preciosa tesis para una preciosa película que, por otra parte, no descuida ni un solo departamento: desde el guión hasta la fotografía, pasando por montaje y banda sonora, todo desprende brillantez en esta opera prima de Dominic Savage.
Martí
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19 de diciembre de 2018
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trato de resistirme a empezar una crítica cinematográfica con una palabra negativa. Y menos aún con una palabra muy negativa, por eso utilizaré una palabra subjetiva: decepción. Porque de otra manera no consigo comenzar. Decepción incluso con la sinopsis, porque jamás calificaría de extraordinaria la decisión que toma la protagonista. No porque provenga de una mujer, sino porque esa misma decisión la toman hombres todos los días (por muy diversas motivaciones) y jamás se ha visto como extraordinaria, más bien al contrario. Y menos aún que sea una decisión en busca de la felicidad, en el mejor de los casos una huida del dolor, de la incapacidad para afrontar una situación.

Quizá lo único que me ha gustado es el desarrollo a todos los niveles del personaje masculino principal, que para mi es el más verosímil, el más real. Esta bien trazado en el guión, acertadamente dirigido y mejor interpretado. Un lobo con piel de cordero, un personaje pasivo-agresivo, con trazas de una personalidad tóxica desde el punto de vista psicológico. Eso sí, parece que no están dibujando un personaje en concreto, que más bien están definiendo a los hombres en general. Y lo digo porque en la película aparecen 3 personajes masculinos (uno de ellos un niño), y ninguno tiene una conducta aceptable a ojos de la protagonista, algo que tampoco tiene mucha lógica tal y como nos lo muestran.

No entiendo ninguna de las reacciones de la protagonista, más allá de su descripción: una mujer oprimida, una persona infeliz. No sabemos nada de su pasado, de sus gustos, de cómo ha llegado al punto donde nos la presentan. Quizá por eso sus reacciones me parecen más bien incongruentes. Al personaje no lo salva ni la estupenda Gemma Arterton, cuya carismática actuación en la feminista y adorable "su mejor historia" (sí que la recomiendo) ha sido la responsable de que acuda esta tarde al cine. Aquí durante toda la película aparece como una persona y hacía su desenlace se convierte en otra distinta. La una triste, la otra sonriente; la una pasiva, la otra pro activa; la primera insegura, la segunda segura de sí misma; la primera incapaz de mentir, la segunda una que miente casi gratuitamente. Un cambio de situación puede mejorar mucho la vida de una persona, pero no transformar totalmente su personalidad.

Y por último, esa visión del arte como válvula de escape, como redentor de la infelicidad, me parece de una pedantería más que notable.

Entiendo que haya películas feministas, incluso diría que son pocas las que se hacen, que el machismo no se va a ir de la sociedad por su propia voluntad, que lleva instalado en ella millones de años. Pero no hay más que acudir a la realidad de cada día para encontrar millones de mujeres más interesantes que la protagonista de la película. Más valientes y más extraordinarias en todos los sentidos.
East
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8 de diciembre de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La depresión es difícil de entender para los que no la han sufrido nunca, un estado en el que no ves la felicidad por ningún lado y te sumerges en una tristeza constante. En la película la desesperación de la protagonista se palpa en una magnífica actuación de Gemma Arterton (También productora), parece que la vida que tiene no es la que quiere y lejos de hacer juicios morales la única salida que ve es abandonarlo todo.

Tara, se dedica a tareas domésticas y cuidado de sus dos hijos, aparentemente tiene una buena familia y una buena casa... pero no es feliz, se siente deprimida y pérdida. Mark (su esposo) se siente cada vez más frustrado por no saber como ayudarla a salir de ese gran problema. Pero ella tampoco entiende lo que le pasa por lo que es difícil explicarle a nadie, lo único que se le pasa por la cabeza es huir...

Un buen drama intimista intenso que el director Dominic Savage ha sabido plasmar bien en imágenes. Por otra parte también profundiza en la historia de la lucha de un hombre por comprender el dolor de su esposa e intentar ayudarla, sin mostrar a un marido distante o maltratador sino todo lo contrario, papel que recae en Dominic Cooper.

Marthe Keller, una actriz que tuvo papeles muy interesantes en los 80 como "Marathon Man" o "Domingo negro" aparece en un pequeño papel como una mujer francesa muy calmada que le da ciertos consejos a la protagonista para intentar servir de ayuda.

Una película psicológicamente muy interesante por el tema que trata y lo bien planteado que esta. 
Destino Arrakis.com
videorecord
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22 de agosto de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta cuando voy al cine y descubro una buena película que trata un tema silenciado, como es el caso de esta; «En busca de la felicidad». Dirigida por Dominic Savage e interpretada por Gemma Artenton.

Tara es una mujer casada y con hijos aparentemente feliz, pero la realidad es que está muerta en vida. Es curioso porque de esto hoy no se habla, parece que es algo que quedó en aquellas mujeres norteamericanas de los años cincuenta, amas de casa que lo tenían todo: una buena casa con su jardín, una cocina con todos los electrodomésticos que había en el mercado, un marido con un buen trabajo, unos hijos maravillosos y sin embargo no eran felices. Y nadie entendía que les ocurría, sufrían la enfermedad que no tenía nombre. Parece que aquello quedó muy lejos, pero no es así, lo que ocurre es que no se habla de ello. ¿Cómo una madre va a decir que se arrepiente de ser madre?, la sociedad la crucificaría. Pero es una realidad como tantas otras. Muchas mujeres se ven forzadas a fingir ser buenas esposas y madres, sintiéndose atrapadas y completamente vacías.Añadiré que me encantó la increíble interpretación de la protagonista.

Como crítica la traducción al español del título, el original es «The Escape», mucho más acertado, al fin y al cabo, trata de eso, de encontrar una salida, pero claro, un título de libro de autoayuda siempre vende más.
Meiga
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